Trato con todas mis fuerzas de concentrarme en el camino pero cada vez se va haciendo más difícil. Busco mi celular y me maldigo porque en mi prisa y mi enojo lo había dejado en mi cuarto.
Tratando de recordar la dirección del club me deslizo por las calles mientras sollozos salen de mi boca, aún no derramo ni una lagrima.
Doy una plegaria cuando visualizo el lugar, la entrada ya tiene una fila de al menos quince personas para poder ingresar.
Estaciono como puedo la camioneta y escondo las llaves en el neumático.
Mi cuerpo se apresura a caminar a la puerta, y cuando el guardia me detiene digo mi nombre con voz temblorosa, él se tarda unos instantes pero al final me deja entrar ganándome abucheos de las personas en fila.
No me podría importar menos en este momento.
Adentro el lugar está casi lleno, y sé que en otro momento me sorprendería porque era apenas la
Respiro profundamente y dejo de estrechar su mano. Muevo mis hombros para relajarme.Si vamos a iniciar una relación de hermanastros vamos a hacerlo bien.–Mi nombre es Natasha Kozlov, pero todos me dicen Tasha, tengo veintiún años. Nací en California pero a los ochos años me fui a Rusia el país natal de mi madre para vivir con ella y mis abuelos– Tomo una respiración, al parecer voy a tener que contarle mi vida –Durante los años que crecí me di cuenta de que algo no iba bien con mi familia. Mamá pasaba mucho tiempo trabajando cuando antes siempre estaba en casa y mis abuelos siempre me distraían con la escuela. También estaba el hecho de que mi papá ya no vivía con nosotros, mi mamá siempre me dijo que estaba ocupado en algo del trabajo y que lo vería cuando este terminará– Trago saliva y veo a Bruno con una media sonrisa &ndas
Bruno abrió la boca para decirme algo pero nos interrumpe la puerta de su cuarto que se abre y deja paso al pequeño renacuajo que corre como una flecha a su hermano y a una señora de pelo blanco platinado y los mismos ojos de color azul hielo que Gael.La mujer en cuestión tiene un cuerpo de lo más envidiable para su edad y va vestida como una persona común y corriente. Con vaqueros y una blusa sencilla. Supongo que es la madre de los chicos.¿Como se llamaba?La rubia entra a la habitación con un celular en la mano y se lo entrega a Bruno que lo toma y se lo lleva a la oreja mientras sale para poder hablar.Gael me nota en ese momento y una sonrisa parte su cara en dos.–¡Tasha!, ¡Estás en mi casa!–. Dice emocionado y brinca a mi lado.Hago una mueca porque la resaca sigue presente y los movimientos bruscos y los gritos del rubiales no ayudan en nada.
El tiempo vuela cuando te lo estás pasando bien, y eso es justo lo que sucede cuando a las ocho de la noche Bruno me indica que es hora de que regresemos con los Black Ravens. No quería hacerlo, pero yo no era ninguna cobarde, y ya era hora de hacerle frente a mis problemas.Así que sin mucha opción realmente acepte la ropa que Bruno me presto de su madre. Y me preparé mentalmente para regresar.Debo admitir que ame la ropa que mi hermanastro eligió, pues era obvio que lo había hecho con un propósito en mente. Y eso era mostrarme como una persona fuerte y no una víctima.Los pantalones de cuero se me pegaban a mis piernas como una segunda piel y marcaban absolutamente todo. Una blusa blanca con el logo de Harley Davidson en medio y que estaba caseramente cortada de manera en que había un profundo escote en V que dejaba ver mis pechos, y también mostraba mi ombligo. También un peq
Jadeos bruscos escapan de mi garganta por su rudeza pero al mismo tiempo me encienden más de lo que estoy, realmente hay mucha tensión sexual acumulada en mi cuerpo esperando para salir. A parte de todo el dolor y la rabia que tengo retenida, mi cuerpo es un torbellino de emociones y lo único que quiero es distraerme, y maldita sea el motero está haciendo un buen trabajo con eso.Hunter recorre mi cuerpo semidesnudo con su hambrienta mirada. Después lenta y tortuosamente se quita su chaleco dejándolo caer al piso. Se saca su playera que sigue el mismo recorrido y mi boca saliva cuando veo sus pectorales, sus fuertes brazos, sus abdomen trabajado, y los impresionantes trazos de tinta que cubren toda su piel.Antes de que pueda admirar al caliente espécimen de hombre que tengo frente a mi esté se agacha y se saca las botas que lleva puestas junto con los calcetines y se cierne sobre mi cuerpo. Sus manos aprisionan m
Con pesar decidí retrasar mi desayuno y salí de la misma manera en la que lo había hecho el motero. Por pura inercia camine hacía la oficina de mi padre, pero nada, estaba vacía. Después fui al patio, no sé para que, no había nadie ahí. Decidí regresar dentro, los moteros evitaban el contacto visual conmigo y eso solo incremento mi desconfianza.Paseando por los pasillos me detuve de improvisto y me di un golpe en la frente. ¡Qué idiota! Uno de los gemelos rojos me había dicho en mi primer día que los asuntos del club se trataban en el sótano al igual que Hades anoche. Ahora, ¿Cómo llegaba al sótano?Y como si algún ser divino la estuviera guiando en ese momento escucho las voces de Hunter y Bloody que discutían entre sí.Me oculto como puedo y los observo bajar trotando la escalera y el corazón me da un vuelco
La puerta de mi cuarto estaba cerrada con seguro. No quería ver a nadie aunque dudaba de que alguien se dignara a buscarme. Sea lo que fuera que estaba pasando abajo, era más importante que el hecho que había cometido un asesinato.Me había tomado una ducha y cambiado de ropa. Me quede un poco trastornada por lo fácil que fue quitarme toda la sangre. Mi piel ya estaba completamente limpia, sin rastro de lo que había hecho, pero mi mente me jugaba malas pasadas haciéndome sentir que aún estaba sucia.Ahora estaba enfundada en unos shorts cortos de tiro alto negros con un top de manga larga rojo, mi chamarra de cuero y mis botas militares. Busqué las llaves de mi moto, porque no había manera en el infierno en que me quedará encerrada en mi cuarto el resto del día. Me di cuenta de que mi preciosa bebé estaba aún afuera del taller mecánico de los cuervos.No me e
–No sabes en lo que te acabas de meter mocosa–. Dijo y su voz sonó más grave que la de Ivan.–Créeme, esté es el lugar exacto en el que quiero estar–. Respondí y lo sorprendí moviéndome primero.Lance una combinación de golpes que si bien no lo tocaron, si lo hicieron retroceder varios pasos para evitarlos. Sus ojos azules brillaron cuando se dio cuenta de que está pelea iba en serio.–Vas a sufrir, y será una lástima que una cara tan linda como la tuya termina destruida–. Volvió a hablar antes de intentar golpearme, lo esquive y enterré mi puño en sus costillas mientras mi cabeza se estrellaba contra su nariz.Bestia gruño algo y se alejó mientras una mano tocaba su ahora nariz sangrante.–Preocúpate más por tú cara que yo haré lo mismo por la mía–. Escup&
Por todo lo que es sagrado en este mundo. ¿Quién demonios está interrumpiendo mi muy buen merecido descanso? Espero por el infierno que tenga la mejor razón del mundo si no quiere perder un diente.Con todo el pesar de mi corazón me levanto de mi cama ante el insistente ruido de alguien tocando la puerta de mi cuarto. Mis ojos recorren el lugar y me acerco a donde había dejado una vieja camiseta de Niko que usaba como pijama y me la puse para cubrir mi cuerpo, aunque está misma me llegará solo a medio muslo. Realmente los shorts que use ayer cubrían menos así que no importa.Por fin fui a abrir la puerta cuando los golpes se hicieron más insistentes.–¡Ya voy a joder!–. Medio grite molesta por la impaciencia.Abrí de par en par y mis ojos se chocaron con mi segundo motero menos favorito del momento. El VP de mi padre.–Espero que alguien se e