Me pongo el cinturón de seguridad y revisó de reojo que el renacuajo lo tenga puesto. Cuando lo confirmo saco mi celular y pongo el GPS en dirección al muelle de Santa Monica, mi mamá me llevo ahí una vez cuando era pequeña y recuerdo haberlo pasado bomba.
Cuando la voz de una mujer me da indicaciones de cómo llegar meto la llave en el contacto y la giro para después acelerar y comenzar con esta aventura.
Dejo atrás al motero que besa como los dioses, a mi padre traicionero, a mi hermanastro idiota, y acuna de las pocas personas en las que podría confiar en este lugar.
Me hago casi hora y media en llegar.
El trayecto estuvo lleno de preguntas por parte del rubiales y respuestas simples de parte mía. Fui conociendo a mi hermano poco a poco y debo decir que me sorprendí gratamente al ver que no se parecía en nada a Bruno o Hades. Él chiquillo era increíblemente inteligente para su corta edad, (que ahora recordaba y era diez años exactos), amaba a los an
–Creo que no entiendes, no en realidad– Digo sin girarme mientras veo al techo, mi corazón se acelera y trato de resumir todo lo que siento– Tenía doce años cuando las primeras niñas de mi salón se burlaron de mi porqué era mi abuelo quién iba a la escuela a verme el Día del padre porque yo no tenía uno– Solté con los labios apretados recordando a las mocosas– A los catorce acusé a mamá de ser la culpable de tú abandono, ella me dio una cachetada y me castigo un mes. A los quince me enteré de que no querías hablar conmigo por mucho que mamá te rogó que lo hicieras. A los dieciséis conocí a tú hermosa familia que ahora tienes. A los diecisiete perdí a la mía– Digo con la voz cada vez más ronca, me giro y veo al motero que cada vez está más pálido. Mis manos se mueven y
Ayer por la tarde habíamos recibido una llamada de ambos Presidentes solicitando una reunión con nosotros. La cosa fue muy rara, pues nunca habíamos recibido una petición así al mismo tiempo de dos MC, por lo que aceptamos de inmediato. Habíamos pasado una buena parte de la mañana debatiendo como mantener a la Rusa lejos de los hermanos que venían sin que sospechara nada. Pero como era costumbre en la princesa se nos adelantó he hizo lo que se le pegó la gana.Mejor para nosotros.Según tenía entendido ambos Presidentes llegarían al medio día junto con sus dos hombres de mayor confianza. Yo suponía que serían los VP de cada uno y alguien más, pero no quise confiarme en nada, no quería ninguna sorpresa desagradable.–Demonio, hazme un favor y mantén los ojos abiertos por sí Tasha regresa antes de que se vayan. Toro, qui
Veneno se para con más tranquilidad pero aún molesto y les ordena a sus hombres que esperen afuera. El pelinegro se acercó a Hades y le dio una palmada en el hombro mientras esté se dejaba caer en la silla.–Tal vez ese idiota no se haya dado cuenta pero yo no soy tan estúpido. Reconocería a Kore aún si se quedara calva. Y a juzgar por tú reacción la chica de la foto es Tasha. ¿Cómo están?–. Pregunta con tono suave y casi me caigo de culo por su observación. El Prez niega con la cabeza mientras su mano aprieta el puente de su nariz.–Anabella y sus padres murieron hace unos años en lo que hasta ahora creía un accidente. Tasha está aquí desde hace unos días odiándome por mandarla lejos, y si lo que le paso a mi esposa y a mis suegros es culpa de lo que hicimos hace años ella jamás me perdonará–.
–Cuántas veces tengo que decírtelo para que quede claro. Pero tú y yo no tenemos nada pendiente–. Digo seria pero enrollo los dedos de los pies.Joder que después de una mañana y una tarde tan estresante como la que he tenido la idea de un polvo con varios orgasmos es de lo más tentadora.Y más si te los da este motero de ojos negros verdad Tasha.–Te equivocas princesa, hay muchas cosas que vamos a aclarar aquí y ahora–. Dice con su voz gruesa Hunter y sin esperar invitación se me acerca, retrocedo y él se mete a mi cuarto cerrando la puerta detrás con un suave chasquido.Recarga ese cuerpo lleno de músculos y tinta sobre esta y yo me quedo ahí parada a mitad de mi cuarto, me siento extrañamente desnuda ante los ojos hambrientos de este hombre y mi corazón late de prisa.Maldita sea, ¿Por qué reacciono as&i
Trato con todas mis fuerzas de concentrarme en el camino pero cada vez se va haciendo más difícil. Busco mi celular y me maldigo porque en mi prisa y mi enojo lo había dejado en mi cuarto.Tratando de recordar la dirección del club me deslizo por las calles mientras sollozos salen de mi boca, aún no derramo ni una lagrima.Doy una plegaria cuando visualizo el lugar, la entrada ya tiene una fila de al menos quince personas para poder ingresar.Estaciono como puedo la camioneta y escondo las llaves en el neumático.Mi cuerpo se apresura a caminar a la puerta, y cuando el guardia me detiene digo mi nombre con voz temblorosa, él se tarda unos instantes pero al final me deja entrar ganándome abucheos de las personas en fila.No me podría importar menos en este momento.Adentro el lugar está casi lleno, y sé que en otro momento me sorprendería porque era apenas la
Respiro profundamente y dejo de estrechar su mano. Muevo mis hombros para relajarme.Si vamos a iniciar una relación de hermanastros vamos a hacerlo bien.–Mi nombre es Natasha Kozlov, pero todos me dicen Tasha, tengo veintiún años. Nací en California pero a los ochos años me fui a Rusia el país natal de mi madre para vivir con ella y mis abuelos– Tomo una respiración, al parecer voy a tener que contarle mi vida –Durante los años que crecí me di cuenta de que algo no iba bien con mi familia. Mamá pasaba mucho tiempo trabajando cuando antes siempre estaba en casa y mis abuelos siempre me distraían con la escuela. También estaba el hecho de que mi papá ya no vivía con nosotros, mi mamá siempre me dijo que estaba ocupado en algo del trabajo y que lo vería cuando este terminará– Trago saliva y veo a Bruno con una media sonrisa &ndas
Bruno abrió la boca para decirme algo pero nos interrumpe la puerta de su cuarto que se abre y deja paso al pequeño renacuajo que corre como una flecha a su hermano y a una señora de pelo blanco platinado y los mismos ojos de color azul hielo que Gael.La mujer en cuestión tiene un cuerpo de lo más envidiable para su edad y va vestida como una persona común y corriente. Con vaqueros y una blusa sencilla. Supongo que es la madre de los chicos.¿Como se llamaba?La rubia entra a la habitación con un celular en la mano y se lo entrega a Bruno que lo toma y se lo lleva a la oreja mientras sale para poder hablar.Gael me nota en ese momento y una sonrisa parte su cara en dos.–¡Tasha!, ¡Estás en mi casa!–. Dice emocionado y brinca a mi lado.Hago una mueca porque la resaca sigue presente y los movimientos bruscos y los gritos del rubiales no ayudan en nada.
El tiempo vuela cuando te lo estás pasando bien, y eso es justo lo que sucede cuando a las ocho de la noche Bruno me indica que es hora de que regresemos con los Black Ravens. No quería hacerlo, pero yo no era ninguna cobarde, y ya era hora de hacerle frente a mis problemas.Así que sin mucha opción realmente acepte la ropa que Bruno me presto de su madre. Y me preparé mentalmente para regresar.Debo admitir que ame la ropa que mi hermanastro eligió, pues era obvio que lo había hecho con un propósito en mente. Y eso era mostrarme como una persona fuerte y no una víctima.Los pantalones de cuero se me pegaban a mis piernas como una segunda piel y marcaban absolutamente todo. Una blusa blanca con el logo de Harley Davidson en medio y que estaba caseramente cortada de manera en que había un profundo escote en V que dejaba ver mis pechos, y también mostraba mi ombligo. También un peq