Estaba a escasos centímetros de la boca de Sofía, mi cabeza me decía que me alejara ya que si la besaba mis sentimientos que tenía controlados iban a escapar pero mi corazón me decía me dejara llevar, era una gran contradicción que mi cuerpo resolvió y como siempre siguió al corazón.

Bese a Sofía sentir sus labios junto a los míos fue lo más maravilloso no lo voy a negar pero tenía miedo de que ella me rechazara pero al parecer esta idea era injustificada ya que ella me correspondió, al principio fue un beso tranquilo y cálido para después pasar a uno desenfrenado y salvaje, justo en ese momento mi cabeza tomó control de mi cuerpo haciendo que me separara para tomar aire y aclarar mis pensamientos que siendo sincero estaba en un lío. De una enorme felicidad pasé a la culpabilidad, mis planes eran protegerla en secreto y no besarla.

- Lo sien… - Estaba a punto de disculparme pero ella puso su mano en mi labio para que me callara, ambos nos miramos a los ojos.

- No te disculpes, desde q