JANE POV'S

Ha pasado una semana desde lo ocurrido con Liam, no lo he visto todo este tiempo. Tampoco quiero hacerlo, no he salido de casa al menos que sea muy necesario, no tengo ganas de nada de eso.

Escucho el timbre de mi departamento ser tocado; sin embargo, me quedo en mi mismo lugar, quien sea se cansara de tocar y se irá.

Pasan máximo un minuto y el timbre sigue sonando.

—¡No estoy, déjenme en paz!— grito y me acerco a la puerta.

—¡Jane Adrianna Lee, ábreme la puerta ya!— es Julia, mi hermana.

A regañadientes me acerco a la puerta y la abro. Ella pasa por mi lado y se adentra a mi habitación.

Suspiro y cierro la puerta para después seguirla.

—No puedes seguir así por ese idiota Adrianna, tienes que superarlo, él perdió todo por dejarte, tú no perdiste nada— dice, y suspiro

—Sabes muy bien, que en una semana no lo voy a olvidar, todo ahí afuera me recuerda a él Juli— explico y una lágrima cae de mis ojos.

Ella me abraza, y yo igual a ella, mientras lloro en su hombro.

—Vente conmigo a España— dice y me separo de ella.

—¿España?— susurro y ella asiente.

—Sí, empezar una nueva vida, un nuevo ambiente, nuevos amigos, nuevas oportunidades— explica emocionada.

—No lo sé, aquí ya tengo mi trabajo— la miro con duda.

—Pero estás asociada con el Adrianna, vas a tener que verlo muy seguido y eso solo te dañara— ella tiene razón.

Suspiro y la miro.

—Está bien so-solo dame una semana, para arreglar mis papeles y el trabajo— Julia sonríe, y me abraza.

—Vas a ver, que la pasaras muy bien conmigo Adrianna— le sonrío— Ya me voy, espero con ansias que pase esta semana.

Ella sale de mi departamento, y cierro la puerta detrás de ella.

¿Será la mejor opción?

Salgo de la ducha y para vestir me pongo un pantalón palazo color negro con un lazo como si fuese una correa, una blusa corta con escote en V y pequeñas tiras del mismo color, que la prenda anterior.

Para mis pies utilizo unos tacones negros, con una aguja un poco moderada. Mi cabello lo dejo suelto con un poco de ondas en las puntas, mi maquillaje es sencillo, un poco de polvo, rímel, delineado en los ojos, y un pintalabios color rojo.

Tomo mi bolso y lentes, para salir del departamento, y subirme a mi coche.

Llego a la empresa, luego de veinticinco minutos, y saludo a la chica de recepción, subo al ascensor para dirigirme al piso número siete, ahí es donde está Carlos, mi mano derecha.

Salgo de este, y saludo a su secretaria, al parecer es nueva.

—Hola, ¿Podrías comunicarme con Carlos?— pregunto y ella sonríe.

—Deme un segundo señorita, y lo contacto con él— dice y toma el teléfono.

—Perfecto, yo espero.

—Señor, aquí hay una señorita, quiere hablar con usted.

Ella muerde su labio, y me mira apenada.

—¿Cuál es su nombre disculpe?— dice y sonrío.

—Jane Adrianna— respondo y sus ojos se abren con exageración.

—Oh disculpe, señorita Lee, no sabía que es usted, una disculpa en serio.

—No te preocupes— le sonrío para tranquilizarla.

—Señor Carlos, es la señorita Lee... Claro, ya mismo la dejo pasar— cuelga la llamada y me mira— Puede pasar a su oficina.

—Muchas gracias, linda— paso por su lado y me adentro a la oficina.

—¡Dios pensé que estabas muerta mujer!— apenas entro, mi amigo me recibe con un grito haciéndome sobresaltar un poco.

—Sí, es que volví a la vida, ya sabes, te tengo una noticia— digo y me muestro nerviosa.

—¿Qué pasa? Explícame por qué duraste una semana sin venir, si no fuera por mí esto se va a la borda Adrianna— está serio.

—Discúlpame, pero no me sentía muy bien que digamos, y creo que la noticia no te va a gustar, me iré a España con Juli— Carlos se levanta de su asiento con rapidez y se posiciona al frente mío.

—¿Qué Adrianna? ¿Cómo que te vas a España?— dice y niega.

—Es lo mejor, al menos por un tiempo, sabes que la empresa está en buenas manos, contigo y con Liam al frente— él vuelve a negar.

—Adrianna, además de ser la diseñadora principal aquí, eres una de las mayores accionistas, no puedes irte así porque si Adri, ¿Es por él?— pregunta y asentí— Ese maldito.

—Me iré en menos de una semana, mandaré mis diseños, los haré desde ahí Carlos, por eso no te preocupes, confío en ti, sé que puedes, y no los dejaré solo, no voy a dejar caer, lo que tantos nos costo conseguir a tan corta edad— él sonríe.

—Está bien, si lo consideras mejor lo aceptaré, pero no me vayas a olvidar, eh— me río para después negar.

—Claro que no, subiré al piso de Liam, y antes mío, tengo que avisarle de mi retiro— asiente y salgo de ahí, me despido de la nueva chica y me subo al ascensor.

Llego al piso diez, y miro a Marian, la secretaria de Liam, ella me ve y con rapidez se levanta del asiento.

—Señorita Adrianna ¿Cómo está? Hace una semana no venía por acá— menciona esta.

—Bien Marian gracias ¿Podrías avisarle a Davies que estoy aquí?— ella me mira confusa, pero lo hace.

—El señor dice que puede pasar— asentí, y me adentre a su oficina.

Este levanta la vista, y se para de su asiento.

—Jane— hace una pausa al decir mi nombre, de hecho muy pocas personas me llaman Jane, casi todo el mundo me llama Adrianna, solo él lo hace— ¿Por qué no venías a la oficina? Me tenías preocupado

Dice, sonrío mostrando ironía y bajando mi mirada al suelo, para luego mirarlo a los ojos.

—No me verás por aquí en mucho tiempo Liam, me iré a España con Juli, mi hermana— niega y se acerca a mí poniéndose a centímetros de mi rostro.

—Jane, no puedes irte, no puedes hacer eso— menciona negando nuevamente.

—Si puedo, y lo haré, solo te aviso, me iré en menos de una semana, seguiré trabajando para nuestra empresa, les mandares los diseños, para las nuevas colecciones, confío en Carlos y en ti, sobre esto, sé que sabrán hacerlo bien, un día regresaré.

—No te vayas, Jane— dice, miro sus labios y luego sus ojos.

—Ya está decidido, hasta pronto— miro su rostro y hago un gesto con mis labios, para luego salir de su oficina y de la empresa sin mirar atrás, y conteniendo mis lágrimas en el proceso.