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05 | Preguntas

JANE POV'S

Hace dos meses vivo en España, hace dos meses dejé atrás mi vida en Los Ángeles.

Solo falta menos de un mes para la nueva colección, tenía planeado solo mandar los diseños, de hecho eso ya lo hice, pero no, eso no bastará.

Tengo que estar presente en el evento de premiación, la verdad no quiero ir, sé que lo veré, esto no ha sido fácil; sin embargo, tampoco imposible.

Escucho toques en la puerta, levanto la mirada y ordeno que pasen, en este momento estoy en mi departamento.

Siento la cabeza de Marck asomarse por la puerta, y sonrío, él también lo hace.

—Deberías dejar de tener la puerta del departamento abierta, Adrianna— dice y toma asiento al lado mío.

Me volteo y subo los pies encima del sofá quedando frente a él.

—Te acostumbrarás— manifiesto y él niega— Oye, quiero pedirte algo.

—Claro, lo que quieras ¿Qué necesitas?— pregunta y suspiro.

Bajo la cabeza, paso mi lengua por mi labio inferior, y vuelvo a mirarlo.

—¿Podrías acompañarme a Los Ángeles?— pregunto nerviosa.

—Claro que puedo, solo dime cuando— expresa y sonrío agradecida.

—Muchas gracias, es en algunas semanas, tengo que estar presente en la premiación de la próxima colección, y no quiero ir sola— explico.

—No me expliques, yo te acompañaré, sé qué la pasaremos bien— me recuesto en su hombro y juego con mi cabello.

Él no sabe por qué estoy aquí, en los dos meses que estoy aquí, se ha convertido en alguien superimportante, me ha dado su apoyo, y comprensión.

Acaricia mi cabello y nos quedamos en silencio, no es incómodo, es todo lo contrario.

Escuchamos un carraspeo, me separo de su hombro sin prisa y miro al causante, en este caso, la causante, Julia.

—¿Muy cómodos, par de tortolitos?— musita con voz pícara.

—No comiences Juli por favor, le pregunté a Marck si podía acompañarme a la premiación, y me dijo que sí— volteo a mirarlo sonriente.

—Eso es genial, lamento no poder acompañarte, pero sabes que mi agenda en el hospital está bastante apretada— se excusa y alzo mis hombros.

—Entiendo, no te preocupes, sé que estaré bien con él— ella se sienta al frente de nosotros, y yo vuelvo a mi posición anterior.

Pasado mañana es la premiación, estamos en el avión, faltan unas tres horas para llegar a Los Ángeles.

Marck está sentado a mi lado, lo miro un segundo, para luego posicionar mi mirada en uno de mis libros de diseño.

Siento una mirada en mí, y volteo a mirarlo, es Marck. Él me sonríe y yo también lo hago.

—No me cansaré de ver tu sonrisa es hermosa— se sincera y siento mis mejillas calentarse.

—Gracias— respondo, no sé qué decir.

—Por nada chica de sonrisa hermosa— doy un golpe en su brazo y él se carcajea— No seas agresiva como Julia.

—Ella es mi maestra— respondo divertida.

Pasan las horas que faltaban, estamos llegando a mi departamento, al principio Marck quería irse a un hotel, pero no se lo permití, se quedará en la segunda habitación de mi departamento.

Llegamos a este y entramos todas las maletas, bueno, en realidad solo dos, una mía y otra de él.

—Tu departamento es muy bonito— menciona mientras mira todo con curiosidad.

—Gracias, en realidad lo eligió— me callo al darme cuenta de lo que iba a decir.

—¿Quién lo eligió?— pregunta y lo miro.

—No nadie, olvídalo— él se da cuenta de que no quiero hablar de eso y deja el tema.

—Quisiera que me muestres Los Ángeles, aunque sea en tu ambiente, y si puedes claro está.

—Claro, mañana mismo te lo muestro y de paso te presento a mi mejor amigo, se llama Carlos, sé que te va a agradar— expreso y él se limita a asentir— Bueno, descansemos, fueron bastantes horas de viaje.

Lo acompaño a su nueva recámara, para yo luego irme a la mía.

Cuando entro a esta la miro de esquina a esquina y me siento en la cama unos tres minutos.

Me paro de esta y quito mi ropa, para adentrarme a la ducha, dejo el agua caer en mi cuerpo, llevándose un poco del cansancio en mi cuerpo.

Salgo y me pongo una bata, seco mi cabello y luego pongo mi ropa interior y pijama. Salgo del baño y me siento nuevamente en la cama.

Me quedo pensativa ¿Lo volveré a ver?, tal vez y tenga la suerte de no hacerlo.

Muerdo mi labio y suspiro para luego quedarme dormida.

Escucho mi alarma sonar, son las ocho y media de la mañana, me levanto de la cama y me adentro al baño, hago mi rutina para luego salir de la habitación.

Me adentro a la cocina y veo a Marck despaldas a mí, está vestido con una camisa blanca, unos jeans y un chaleco negro.

El pelinegro se voltea al darse cuenta de que estoy aquí, y me sonríe.

—Me levante más temprano, y en lo que tú lo hacías me tome el atrevimiento de hacer el desayuno para ambos— explica.

—Muchas gracias a ver ¿Qué hiciste?— pregunto y miro los platos.

—Jugo de naranja natural, y pan tostado con mantequilla, aquí tienes un poco de Nutella, por si se te antoja— miro la comida y se ve genial.

—Muchas gracias, comamos, que te llevaré a recorrer un poco en mi ambiente— digo y él asiente.

—Adrianna ¿Te puedo hacer una pregunta?— mi mente se alerta, pero le doy el permiso a cuestionar.

—Claro dime.

—¿Quién es el chico de las fotos? ¿Es tu novio?— pregunta y me tenso.

Volteo a ver, a donde miro y está viendo unos cuadros que hay encima de una repisa.

Unas fotos donde salimos Liam y yo, y otra de él solo, me paro de mi asiento y me dirijo a esta.

Quito las fotos y la entro en una gaveta, me giro hacia él, quien me observa confundido.

—No es nadie, no le tomes importancia— menciono y él asiente— Vámonos, se nos hace tarde.

Me acerco y tomo los platos sucios, para ponerlo en el limpia traste.

Salimos del departamento, y nos subimos a mi coche. Llegamos a la empresa, parqueo mi auto y distingo el de Liam.

Me pongo nerviosa, pero recuerdo que él está tres pisos arriba al que voy, no me lo encontraré.

Nos adentramos en la empresa y saludo a la recepcionista. Entramos al elevador y pongo el número siete.

Llegamos al piso, me acerco a la secretaria de Carlos quien me mira sorprendida.

—Señorita Lee, que gusto tenerla nuevamente por aquí— expresa sonriente.

—Gracias, igualmente ¿Podrías avisarle a Carlos de mi llegada?— ella toma el teléfono y marca.

—Señor, aquí está la señorita Lee… Claro ya mismo la hago pasar— ella nos hace señas y le hago saber a Marck para que pase junto a mí.

Entramos y Carlos se levanta de su asiento, dirigiéndose mi, dándome un fuerte abrazo.

—Oh Adrianna, cuanto te extrañe— menciona y lo abrazo con más fuerza.

—Yo también te extrañé, pero mírame, estaré aquí un par de días— me volteo y miro a Marck— Carlos, te presento a Marck, un buen amigo, y mejor amigo de Juli.

Él se acerca a Marck y le da un abrazo y dos palmas en la espalda.

—Un gusto Marck, si eres amigo de mi Adrianita, también lo serás para mí.

Marck hace un movimiento de afirmación con su cabeza.

Suspiro, todo va bien hasta ahora, espero marche igual.

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