El Día que Ayra se mudo a la casa del frente fue uno de los días mas grises de mi vida. Mis padres me dieron la noticia de que habían decidido separarse. Tenía muy corta edad para entender que algunas parejas funcionan y otras no tanto. Mis padres por supuesto pertenecían al segundo grupo. Separados ambos eran geniales, pero juntos eran la peor versión de ellos mismos así que por el bien de la familia cada uno decidió tomar sus propios caminos. Y yo, yo temí en ese momento quedarme para siempre en el medio. 

Asi que como cualquier niño de diez años, después de oír la noticia salí huyendo de mi casa con los ojos llenos de lágrimas rabiosas. Me fui corriendo y supuestamente huyendo al lugar donde siempre iba cuando las cosas no estaban buenas : la casa de Cassie, mi amiga de infancia y mi vecina. 

 Ese día no hizo falta tocar mas de dos veces la puerta, está fue abierta rápidamente mientras yo me quedaba impresionado de ver detrás del marco a una niña con grandes ojos verdes y un extraño paño en la cabeza que sin duda alguna no era Cassie. 

Recuerdo que muchas preguntas pasaron por mi mente pero lo primero que salió de la boca fue - se llevaron a Cassie las monjas?- haciendo alucion a lo que ella llevaba puesto. 

Y ella me miró extrañada para responderme - Nadie se ha llevado a Cassie, ella esta en su habitación- 

- Y entonces tu quien eres? - cuestione extrañado sin dejar de ver lo que tenía puesto en su cabeza. 

- Soy Ayra, su nueva hermana - Contestó inocente y yo le sonreí. 

- Soy Mylas vivo en la casa de allá, bienvenida al vecindario Ayra - Dije estirando mi mano para que ella la tomará como forma de saludo, pero ella se coloco las manos detrás de su espalda y bajo la cabeza.

-Porque estas rechazando mi saludo? - le pregunté extrañado y ella no consiguió contestarme porque de la nada apareció Cassie para empujarla y apartarla con fuerza de la puerta. 

- Será mejor que ni hables con esta rara Mylas. Connor y yo no sabemos si de donde viene trae alguna enfermedad contagiosa- Dijo mirándola con mucha desaprobación y pude notar como ella rapidamente se entristecia. 

-Pero que dices Cassie? ella me ha dicho que es tu nueva hermana. Además yo no veo que tenga nada malo - Dije enojado, amaba a Cassie pero no me gustaba cuando actuaba así. 

- Que asco, no! está pordiosera no es mi hermana ni jamás lo será- Ella - dijo apuntandola con el dedo - es un experimento de mis padres, la adoptaron ni se porque razón. Solo se que es rara, huele mal y se niega a quitarse ese trapo sucio de la cabeza - continuó diciendo para después arrancarle literalmente el extraño paño que Ayra tenía en la cabeza. 

Ella intentó cubrirse pero detrás apareció Connor para unirse al ataque, el la tomó por los hombros y Cassie asi pudo arrancarle el paño dejando su cabello al descubierto.

Y yo no podía creer lo que ambos estaban haciendo. Connor siempre me pareció que era odioso y caprichoso, pero Cassie, ella era la niña mas tierna que había conocido, y estaba comportándose horrible. 

 Ayra comenzó a llorar desconsolada mientras Cassie rompía su paño por la mitad. Era viejo se notaba por la tela desgastada. 

- No lo rompas por favor, es lo único que me queda de mi madre - Suplicaba y Cassie ni así se detenía. Mientras que Connor la soltaba y la dejaba caer al suelo bruscamente para después burlarse - Tonta, tonta, eres una tonta - 

Desde ese instante deje de ser un espectador. Empuje a Connor quién como siempre que alguien lo enfrentaba salía corriendo a llamar a su mamá. Y a Cassie, le mire seriamente y le arranque el pedazo de tela que le quedaba en la mano. Ella me miró con ojos de sorpresa y se dirigió ofendida a mí. 

-Pero Mylas, que haces? - Dijo para después comenzar a llorar de enojo, y por como me miraba podía notar que se sentía traicionada.

-Tu que haces? estas siendo horrible con ella- le dije enojado. Papá siempre me decía que si alguien esta haciendo algo malo y yo me quedo solo contemplando inmediatamente me convierto en cómplice, no quería ser su cómplice. Lo que estaban haciendo se sentía muy mal. 

- Ella es horrible, y tu la estás defendiendo. Yo ya no quiero ser nunca mas tu amiga- Dijo llorando mientras huía enojada del lugar. 

- Cassie espera, tienes que disculparte con Ayra! - dije intentando detenerla pero ella estaba muy enojada conmigo. Así que me ignoro y siguió su camino. 

Yo por mi parte me agachaba frente a Ayra para entregarle el pedazo de tela que parecía ser tan importante para ella.

- Ayra, Disculpa a Cassie debe estar celosa de compartir a sus padres contigo, ella no es tan horrible como parece - Dije ofreciéndole mi mano para ayudarla a levantar del suelo, ella solo me sonrió y un poco triste y avergonzada la tomó. También tomó el pedazo de tela y lo abrazo muy fuerte para comenzar a llorar nuevamente de forma desconsolada. 

Mi madre y mi padre que estaban preocupados y buscándome, aparecieron de repetente y al ver la escena me miraron muy enojados. Supongo que pensaron que yo la había hecho llorar. Pero gracias a Dios más atrás aparecieron los padres de Cassie y Connor para consolar a Ayra y agradecerme que hubiera parado el ataque. 

Entonces ellos les contaron a mis padres que Ayra había sido rescatada de un país de medio Oriente, cuyo nombre era muy extraño para mi en ese momento. Que ellos eran su familia de ahora en adelante, que la habían adoptado , eran su nuevo hogar. 

Luego se acercaron a mi y me dijeron que aquella cosa tan extraña que Ayra usaba en la cabeza se llamaba velo y que era parte de la costumbre de su país. Que Ayra ya no estaba obligada a usarla pero que era el único recuerdo que tenía de su madre y que por esa razón decía que quería conservarla. 

Yo aunque era muy joven comprendí, y me puse en el lugar de aquella niña que había pasado por tanto. Ese día abrace a mis padres con fuerza, los escuché y agradecí porque los tenía y todo lo que tenía. Era afortunado. 

Ese día también me converti en el mejor amigo y compañero protector de Ayra, éramos inseparables en la escuela primaria. Nunca nadie le hizo daño mientras yo estuve cerca, ni siquiera Cassie y Connor. Estuvimos juntos hasta que entre a la secundaria y mi madre decidió que era mejor para mi futuro estudiar en la ciudad de Cambridge donde se había ido a vivir mi mi padre después del divorcio. 

Nuestra despedida fue realmente dura, si había alguien a quien quería con tanta fuerza después de mis padres, esa sin duda era Ayra. Le hice prometerme que no dejaría que nadie la humillara, que vendría cada verano a verla y quería encontrála cada vez mas fuerte y mas bella. Porque para mí ella era una flor Inmarchitable. 

l