Si mi padre me hubiera visto seguro me hubiera reclamado de que parecía una niña. Odiaba que hiciera eso siempre que intentaba mostrar mis sentimientos, como si no lo vi llorar varias veces extrañando a mi mamá los primeros meses después del divorcio. 

El sonido de la bocina del auto de mi madre hizo que la soltara de repente. Mi madre se detuvo y se bajó toda nerviosa del auto para correr a donde estábamos.  Trate de actuar con normalidad pero Raquel me conocía perfectamente. 

-Que les pasó? - Dijo mi madre acercándose a nosotros - Mylas y que le paso a tu cabeza? Ayra y porque lloras? que pasa? - Dijo y estaba muy exaltada

-Calma mamá, estamos bien, bueno no tanto pero podemos hablar de esto en casa? - dije para no incomodar mas Ayra.

-Si, claro esta bien, vamos - Dijo mientras caminábamos los tres al auto.

De regreso a casa, mi madre trató de animarnos con música, hablando contando varias histórias he inclu