Capítulo 107 Valeria

La vida ha transcurrido normal, me estoy recuperando gradualmente y mi hijo está creciendo. Esta casa gira en torno a él, a cubrir sus necesidades básicas, lo alimento y desde allí les corresponde a las abuelas o las enfermeras cuando la dejan hacer todo. Lo bañan, le cambian el pañal, y por supuesto me lo dejan para amamantarlo, y después de las 6 pm es todo mío.

A esa hora Dubois descansa un rato, y las abuelas prudentemente desaparecen y la enfermera nos deja solos, en la habitación.

A veces me enojo, porque quiero hacer yo esas cosas, cambiarle su pañal y bañarlo, pero sé que lo hacen para ayudar y saben que cada dos horas alimento a mi bebe y debo dormir.

Dubois me lo pasa en la noche, colocamos una cunita en nuestra habitación para que esté más cómodo, ha ganado peso y está mucho más lindo.

Es la alegría de todos, nadie resiste escucharlo llorar, y Dubois se desespera cuando llora, así que me dice que lo amamante. Tengo la corazonada que lo han malcriado y