Volví a la que es mi casa y ahí espere a que Camila llegara de donde quiera se encuentre, según me conto mi primo ella no fue hoy a trabajar por lo que pienso que quizás fue a casa de su familia o talvez de una amiga, solo espero que ella este bien y no ponga en riesgo a mi hijo.

Al cabo de una hora la puerta de la entrada de la casa se abrió y por ella entro Camila, la cual se sorprendió al verme sentado en la sala esperándola.

—hola querida. —le dije tratando de sonar amable.

—Andrew pensé que no estarías aquí.

—Entonces déjame decirte que pensaste mal.

Camila.

No puedo creer que el este aquí cuando esta mañana él estaba enojado al saber que estábamos casados.

—Y viniste a visitarme. — le digo

—No he venido a visitarte estoy aquí porque esta es mi casa y viviré aquí.

—¿Cómo dices?

—Como acabas de escuchar.

—Y yo a donde iré, acaso pretendes que yo me valla.

—A ningún lado, tu debes permanecer aquí, se supone que eres mi esposa.

—¿Acaso recordaste algo?

—No, aun no, pero espero pront