Capítulo 05: Conociendo a 2 psicópatas [Parte II].

Mientras tanto en otro lado de la ciudad, había un condominio de apartamentos baratos, de bloques rojos y siete pisos de altura, en el balcón del último piso se encontraba una jovencita cachetona y muy blanca, de 1.72, con ojos amarillos, cabello negro y largo con la punta de los mechones color rosa, maquillaje gótico en su rostro de Angel, uñas de manos y pies negras, contextura delgada y de cuerpo poco voluptuoso, sin embargo con una ternura que se podía notar a simple vista.

La jovencita se encontraba vestida con una bata roja y sin calzado, esta se encontraba viendo hacia el cielo gris fijamente con una mirada pensativa escuchando en su mente una voz masculina que alguna vez le dijo:

—Somos tú y yo contra el mundo.

Repentinamente en los interiores de su departamento se oyó una especie de alarma robótica, la joven corto su inspiración y entro a su departamento, ya estando dentro del modesto departamento fue a la mesa del comedor y al acercársele vio un gran y muy pesado libro de color rojo, con coceduras en la cobertura de cuero rojo, de este libro salió el sonido.

 La joven se sentó en la silla frente al libro y este dejo de sonar, al instante luces amarillas salieron reflectadas del libro, que al instante y lentamente empezó a abrirse, la joven como si nada espero.

        —Debes irte —le comento el libro viviente con su voz intimidante y masculina como de locutor.

        —¿Porque? —Pregunto la joven con drama.

        —Anoche llegaron los Syllektis.

—Sabes que no me importa… no me iré sin Matt —respondió la joven con terquedad y resignación.

—Ya es muy tarde, los Syllektis vinieron en búsqueda del centro de control de las Fantasquinas, estas llevan fallando desde hace algunas semanas, cuando descubran todo lo que ha sucedido estallara una guerra.

—Matare a esos Syllektis, matare a Xarbus y rescatare a Matt —le dejo en claro la joven al libro parlante.

—Ese es el problema, cuando los del Cielo se enteren de que en esta ciudad esta Xarbus Satán y un Cinfer, empezara un baño de sangre, ruega porque no reparen el centro de control.

—¡Hare cualquier cosa para salvar a Matt! —Le grito la joven, mostrando así su objetivo desesperadamente.

—Si tus decisiones son malas mis acciones también, así funciona esto Kitty.

        —¡Ya entiendo que la cague! Sé que no debí forzarte… pero tú no sabes lo que es estar enamorado, cuando amas a alguien no piensas bien ¡Tu, tu-tu eres solo una puta máquina! —Explico la joven llamada Kitty algo alterada.

—Corrijo señorita Dollberg, soy un sistema operativo.

—¡Lo que sea!

—A esta ciudad y planeta le esperan varios años de muerte en masa y destrucción.

—Es lógico ¡Así funciona el mundo siempre! Todos se matan con todos y ya —respondió Kitty tratando de simplificar, y con un tono amargado.

—Esta vez no es como usted lo dice, puedo promediar que la raza humana hubiese llegado al año 2102 por sí sola y luego se extinguiese a causa de una guerra nuclear o diversas complicaciones ambientales, pero ahora por la aparición de Matt como un Cinfer, y Xarbus Satán controlándolo, es probable según mis análisis que la humanidad no pase del año 2028.

 —¿Qué puedo hacer para detener eso?

—Hay muchas opciones señorita Dollberg.

—Dime qué puedo hacer para remediarlo ¡Sin matar a Matt! —Recalco Kitty.

—Según mis análisis, la base sobre la que orbitan todos los conflictos bélicos son Matt Mcalinter y Xarbus Satán, así que no matarlo es una pieza de rompecabezas que no encaja con solucionarlo todo.

—¡Deja de hablarme como un genio! ¡Y dame alguna opción que me ayude a solucionarlo todo! ¡Sin dañar a Matt! ¿¡Entiendes!?

—Los resultados analíticos me dan negativo a lo que pides, en estos momentos las cosas funcionan así Kitty—explico el libro rojo, acortando así las opciones—desde la perspectiva del gobierno del Cielo no pueden observar la Tierra a través de sus Fantasquinas por lo cual enviaron a tres Syllektis a esta ciudad para conseguir la solución en la base de control, y el problema es que si esos Syllektis activan de nuevo las Fantasquinas, los del Cielo podrán ver todo en esta ciudad de nuevo, lo que significa que averiguaran de que Xarbus Satán está con vida y de que hay un joven que en cualquier momento se podría transformarse en un abominación infierno.

—¡A la m****a contigo Rednus! ¿¡Eres el objeto más poderoso del jodido universo entero y no puedes evitar que maten a alguien!?

—En realidad estoy incompleto y me hace falta una fase de actualización. Si le sirve de algo los Syllektis están completos y aun no se encuentran cazando a Matt, como ya dije son tres pero uno de ellos es de la elite. Lo cual lo hace extremadamente peligroso.

—Tengo que matarlos, me imagino.

—En realidad el principal peligro, no son ni Matt, ni el equipo Syllekti, el principal peligro es Xarbus, él es capaz de hacer que Matt cometa locuras, que ameriten más intervenciones de parte de TKS y su gobierno, lo cual traerá consecuencias destructivas, no sabemos lo que Xarbus traiga entre manos.

—Entonces ¿Qué puedo hacer? No entiendo porque dices que Matt no puede vivir, sabiendo que es Xarbus el principal problema.

—Es complicado. Señorita Dollberg, aún no ha comprendido por completo, esto es una cadena, TKS no quiere que la humanidad conozca la existencia de criaturas como un Cinfer, al aparecer uno en la ciudad es un peligro para guardar ese secreto, así que hará lo posible por matarlo, y si no lo hace destruirá la ciudad completa solo para que la existencia de este monstruo no sea conocida por la humanidad —trato de explicar el libro por segunda vez—ya que pide mi consejo, creo que tengo una solución temporal, para poner a largo plazo el posible asesinato del joven Matt Mcalinter.

El libro rojo empezó a hacer un análisis. Hasta que repentinamente una corriente eléctrica genero un cortocircuito que los afecto a ambos, Kitty al instante cayó al suelo gritando de dolor junto con el fallo del libro, Kitty botaba sangre por los oídos y nariz, esta gritaba de dolor mientras que ambos eran paralizados por una especie de error, resultaba que el libro y Kitty de alguna forma estaban vinculados.

Mientras ambos sufrían, un trueno amarillo salía disparado del libro hacia el cielo, creando un hueco en el techo.