EllaVeo cómo un bostezo se extiende por la cara de Cora y enseguida empiezo a ponerme de pie. "Estás agotada", le digo, "te dejaremos descansar un poco...". "No", dice Roger, de repente un poco frenético de nuevo. "Ustedes no pueden irse… qué pasa si… qué pasa si el bebé llora y Cora se duerme… no
"Bueno, Rafey", digo riéndome mientras levanto al bebé por encima de mi cabeza, haciéndole soltar un pequeño grito de alegría. "Hoy tienes un nuevo primo y un nuevo vínculo. ¿Qué te parece?”. Rafe eructa alegremente como respuesta y yo le sonrío mientras lo llevo al cambiador que preparé hace unas
Ella"¿Cómo que hice que nevara?". Cora frunce el ceño mientras prepara mimosas en la cocina. "Eso es ridículo, te lo habrás imaginado". "¡Claro que sí nevó!", protesto, riendo y negando con la cabeza ante ella, girándome hacia Sinclair en la mesa en busca de apoyo. "Sí nevó", dice, alzando las ce
"Yo cuidaré del bebé durante el día", dice Roger, señalando al bebé acunado en su brazo. "Por la noche, es tu hijo". Todos volvemos a reír, sobre todo porque sabemos que no habla en serio. Roger, al igual que Sinclair, hará sin duda su parte del cuidado del niño sin rechistar, de día o de noche. So
EllaTardamos más de lo que Sinclair preferiría en salir de la casa de Roger y Cora aquella mañana, sobre todo porque Cora se pasó buen rato sorprendida, abrazándome y regañándome por no habérselo dicho inmediatamente. Pero, al final nos dejaron ir; Cora secándose los ojos y Roger dedicándonos una g
"Sí", murmura él, inclinándose para darme otro beso en la boca. "Pero volveré más tarde para ayudarte a bautizar el nido". Luego, da un suspiro, se aleja y me da una tableta de la mesilla de noche. "Pide lo que quieras, pero por favor, Ella, intenta no llevarnos a la quiebra"."¡No prometo nada!", l
EllaUnas horas más tarde, cerca de medianoche, todo nuestro grupo está reunido en el bosque, tomando champaña y compartiendo tranquilamente mientras esperamos que sea la hora indicada para el bautizo de Jesse. También tenemos aquí a una sacerdotisa, pero claro, ésta ha sido examinada mucho más a fo
"Lo mantendré calentito y a salvo", dice Henry, guiñándonos un ojo. "Pásenla bien"."Lo haremos", le asegura Sinclair, pasando una mano por la oscura cabeza de Rafe antes de girarse hacia la sacerdotisa."No puedo creer que vayas a llevarte a mi pequeño bebé al bosque sin mí", susurra Cora, con la v