EllaUnas horas más tarde, cuando me despierto, estoy algo aturdida porque, sinceramente, no he dormido mucho. Pero aun así, me doy cuenta al instante de que estoy despierta porque algo en mi cuerpo se siente... diferente. Cuando abro los ojos, no tengo ni idea de lo que es ni me interesa averiguar
Vuelvo a reír, acerco de nuevo la cara de Sinclair a la mía y lo beso, transmitiendo toda mi alegría por el vínculo. Este momento lo he estado esperando toda mi vida. Un pequeño bebé sorpresa, muy deseado y ya muy amado…Sinclair me devuelve el beso con todo el amor de su corazón, me abraza y me mec
Ella "¿Cora?", jadeo en cuanto me acerco el teléfono a la oreja, todavía tratando de salir de la cama, pero enredada en las sábanas. "Hola, Ells", dice, con una voz tensa y aburrida a la vez. "Siento haberte despertado…”. "No me despertaste...", digo rápidamente, alcanzando a Rafe en su cuna y ag
Rafe me sonríe y yo me río, porque la forma en que me mira cuando hablo... Dios, es como si ya empezara a entender. Paso unos momentos en silencio con mi hijo, pensando en cómo reaccionará cuando tenga a un bebé cerca... Y de repente, se me llenan los ojos de lágrimas cuando me doy cuenta de que e
Ella"Cielos", digo apenas llegamos a la casa de Cora y Roger antes del amanecer y veo que todas las luces están encendidas. "¿Estás listo para esto?". "Claro”, dice Sinclair, sonriéndome mientras estaciona el coche al final del camino de la entrada. "Será un bonito cambio de papeles: esta vez Roge
"Estarás más segura en un hospital", dice Roger, cruzándose de brazos al entrar en la habitación. "No, no lo estaré", suspira ella, lanzándole una pequeña mirada mientras acomoda las mantas como quiere. "Mi hermana, la sanadora mágica, está aquí. Todo estará bien, no podría estar más segura". "Yo
CoraEntrecierro los ojos hacia Roger cuando sube unos cuarenta y cinco minutos después. "¿Te vas a portar mejor ahora?", le pregunto con voz tensa. "Sí", dice, apoyándose en la puerta con una sonrisa perezosa. Empiezo a reírme mientras observo su postura demasiado floja. "¿Es porque estás borrach
"No", dice sonriéndome. "Grandes y marrones, como los de su madre. Eso sería lo mejor". "Bueno, supongo que tendremos que esperar a ver qué pasa", respondo, retirando la mano de su mejilla y entrelazando los dedos de mi mano con la suya. "Tal vez podamos hacer que el bebé se dé prisa", murmura Rog