EllaApenas tengo tiempo de cerrar la puerta antes de que Sinclair me empuje contra ella, pero no siento ni una pizca de dolor... No lo siento porque lo necesito tanto como él, y lo quiero con todas mis fuerzas, ahora mismo… Sinclair me agarra por detrás de los muslos, me levanta y entonces le rod
Ella"Ayyyy, Rafey", murmuro, acercándome a mi pequeño mientras Cora y Roger entran en la habitación. "Lo siento mucho, mami y papi necesitaban un minuto". "Sí", dice Roger, con una sonrisa burlona. "Para hablar". Me encojo un poco de hombros y le devuelvo la sonrisa, negándome a dejar que me aver
"¿Crees que lo dejarán ir?", pregunto con curiosidad. "No creo que Xander sea realmente nada especial para los atalaxianos", responde mi pareja, mirándome con seriedad. "Ahora tengo el poder asegurado y todo el mundo sabe que Rafe es mi hijo y heredero. Si intenta reclamar el trono a través de Rafe
EllaEntro en el elaborado salón comedor al lado de Sinclair con Rafe arropado durmiendo en mis brazos. No hay dudas ni vacilaciones en mi rostro y alzo la barbilla mientras sonrío ligeramente, dejando que la gente me vea como la reina imperturbable de mi pareja, como alguien totalmente imperturbabl
EllaSinclair se mueve hacia el lado de Roger mientras Cora viene al mío. Ambas acariciamos al bebé durante un momento y comprobamos que no necesite nada, y luego cuando estamos seguras de que está listo, lo cargo en mis brazos de manera que pueda mirar a toda la gente que ha venido a visitarnos en
Pero mi sonrisa decae un poco cuando me doy cuenta de que es... él."Mi reina", dice el Príncipe de Atalaxia, seguido de una reverencia nítida y formal. "Es un placer conocerla".Me quedo un poco inmóvil y mi sonrisa aumenta un poco ante la ironía de esto porque...Luego se endereza y me mira fijame
Ella"Creo que no nos conocemos", dice Sinclair, mirando a Calvin de arriba abajo, con voz grave y amenazadora."Personalmente, no", dice Calvin, y entonces lo observo, un poco sorprendido al ver que ha recuperado la compostura más rápido que yo. Vuelve a hacer su nítida reverencia, mostrando pleite
"Sí", digo, con mis manos vacilando un poco en su camino hacia abajo. "Pero eso no me convierte... ¿en una horrible reina?"."No", tararea él, cerrando los ojos y exhalando profundamente cuando mis manos continúan su camino, desabrochando lentamente su correa. "Te hace perfecta"."Está bien", me río