"EllaEso no es justo, Cora", la regaño mientras entrecierro los ojos, sentada contra las almohadas mientras me cruzo de brazos."Pero, ¿no te gustaría?", me acusa ella mientras me mira fijamente como si quisiera escucharme negarlo. "Sería muy bonito, ¿verdad? ¿Dos hermanas emparejadas con dos hermanos? Nuestros hijos serían tan unidos... ¡que ni siquiera tendrían otros primos!". "¡Suena increíble!", exclamo."¡Ella!”, me grita levantando las manos. "¡No podré tener hijos!".Me quedo inmó
"Aparentemente, salió con una mujer lobo en la Escuela de Medicina de Harvard", explica Cora, calmándose y respirando hondo. Me inclino hacia delante para escuchar mejor, contenta de que ya no me grite ni se ría de mí. "Ella le contó el secreto y a él le fascinó. También vio la oportunidad de introducirse en un campo médico relativamente pequeño y ser el mejor en su trabajo"."Es cierto", agrega Sinclair mientras asiente. "Aunque, por supuesto, los cambiaformas tenemos nuestro propio personal m
Diez días pasan con una lentitud insoportable y creo que ahora estoy a punto de perder la cabeza. La mañana del undécimo día me siento en la cama y miro la televisión con indiferencia, pasando los canales sin realmente ponerle atención. Igual, ya lo he visto todo. No es que no haya intentado mantenerme ocupada en la cama. De hecho, lo he intentado todo. Envié un correo electrónico tras otro a todas las organizaciones en las que puedo pensar, preguntando si hay alguna manera de que pueda ayud
Me acuesto contra las almohadas, pensando en toda la gente que conozco. Entonces, de repente, mi mente se detiene en el padre de Sinclair: Henry. Jadeo. Me siento inspirada y agarro el teléfono. Tan rápido como puedo, busco su número en mi lista de contactos y lo llamo, cruzando los dedos y rezando para que conteste. "¿Alo?". "¡Henry!", grito. "Henry, tengo una gran idea. ¿Puedes ayudarme?". …Unas horas más tarde, la casa está llena de gente. "Sí, esto es perfecto". Respiro hondo y
SinclairUn choque suena desde arriba. El segundo de hoy. Gruño y apoyo la cabeza en la mano, sinceramente no quiero saber lo que pasó."¿Dominic?", me llama mi pareja, solicitando ayuda. Cierro los ojos, ignorándola por solo... solo un minuto. "¡Dominic!"."En serio", murmura Roger, mirando hacia la puerta. "¿En qué estabas pensando al dejar que pusiera en marcha este loco plan?".Me reincorporo y fulmino a mi hermano con la mirada. "Vuelve a preguntármelo cuando ya tengas pareja", murmuro
"¡En serio!", retoma ella. "Si fuera mala en esto, ¿podría hacer esto?".Empieza a girar la silla en un círculo rápido que levanta una de las ruedas del suelo. Se me revuelve el estómago y doy un salto hacia delante, desesperado por evitar que se vuelque, pero ella se ríe de mí mientras la silla se endereza y sale disparada fuera de mi alcance."No hagas eso”, jadeo mientras la miro fijamente."¿Qué?", me responde. "Estoy bien… Esta silla no se puede volcar, está integrada en el diseño"."Si
"Gran Alfa bravucón", se queja ella, dándome golpecitos en el pecho con su dedo y contoneándose desconsoladamente entre las mantas. "No me dejas divertirme".No puedo evitarlo. Miro a mi preciosa pareja, que me hace pucheros con esos labios carnosos, sus pechos turgentes, su pelo dorado y rosa desparramado a su alrededor... Se me pone dura al instante."Puedes divertirte", le digo frunciendo el ceño, bajando hasta acercar mi cara a la suya, arrastrando la nariz por la piel de su mejilla y olie
EllaUn mes y medio después, mi barriga está gigantesca.Gigante. "Loba embarazada de cinco meses", murmuro mientras revuelvo mi yogur con una cucharita de plata, "son como unos trece meses de embarazo humano". Me apoyo en las almohadas y me llevo la cuchara a la boca, pero dudo un poco antes de darle un mordisco."¿Qué?”, pregunta Sinclair, mirándome desde su lado de la cama, donde está leyendo unos informes en su tableta. "¿Está agrio?”."No", murmuro, dejando de nuevo la cuchara en la t