SinclairCuando llego a la casa de la antigua empleadora de Ella, necesito todas mis fuerzas para retener a mi lobo. Lo último que necesito es asesinar a una humana, por mucho que lo desee. Mi lobo amotinado murmura: ‘Ella se lo merece. Piensa en lo fácil que sería. Así entonces nunca será capaz de lastimar a Ella de nuevo’. ‘Puede ser, pero a Ella no le gustaría eso’, le digo, recordando cómo la preciosa criatura se había preocupado por los niños, incluso cuando su propia seguridad y felic
Sus ojos se abren de par en par y su ritmo cardíaco aumenta, acelerándose violentamente en su pecho. "Yo… no sé de qué está hablando". "No me mienta", gruño, dejando que algo de mi ferocidad de lobo se filtre en mi voz. La mujer retrocede, temblando por razones que no comprende. Puede que tenga la sorda intuición de un humano, pero incluso los humanos saben cuándo están en presencia de un depredador letal decidido a destruirlos. "¡Por favor, no fue como piensa!", miente ella, con la voz temb
SinclairCuando llego a casa, afuera ya está oscuro. Sigo mi olfato hacia el segundo piso hasta la habitación de Ella. Acaba de salir de la ducha cuando entro, con el cuerpo empapado envuelto en una toalla mullida. Su cabello dorado aún está seco, amontonado sobre la cabeza y sujeto con un par de palillos. Se sobresalta un poco cuando me ve sentado en su cama, pone los ojos en blanco y resopla. "Si vas a moverte tan silenciosamente como un fantasma, ¿podrías al menos avisar cuando entras en l
Ella asiente pensativa, mirándome desde debajo de sus largas pestañas oscuras. "¿Cómo la convenciste de que abandonara la historia?"."No fue difícil”, respondo mientras observo mis dedos recorriendo su brazo y a la vez dejando un rastro de piel de gallina a su paso. "Simplemente me aseguré de que se diera cuenta de lo estúpido que era amenazar a un hombre tan poderoso como yo. Su imaginación hizo el resto, pero aun así me habría gustado matarla". Ella responde con firmeza: "Pues me alegro de
SinclairCuando llego a casa de Roger, no se sorprende lo más mínimo al verme en su puerta. "Me preguntaba cuándo ibas a aparecer", bromea él al abrirme la puerta para darme la bienvenida. "¿Soy tan predecible?”, pregunto mientras gruño al cruzar el umbral. "No… Aún no estaba seguro de si me arrancarías la cabeza después de llegar o no", dice Roger con ironía. "Has estado hablando con Ella", digo con frialdad mientras recuerdo la objeción de la dulce humana a que utilice esta táctica prec
"Pero aún puedes tener esperanzas", digo yo, dejando que una pizca de ferocidad se filtre en mi voz. "Dominic, ya terminé de batallar contra mi propia familia. Por lo que parece, vamos a necesitarnos unos a otros en los próximos meses... si va a haber una guerra, no podemos estar divididos". Él hace una mueca, aunque noto que en realidad no ha respondido a mi pregunta. Después de todo, una cosa es decir que no perseguirás a alguien y otra es decir que no quieres hacerlo en primer lugar. "Int
SinclairCuando entro en la Taberna de la Luna de Sangre para el evento del ayuntamiento "Tómate una copa con el Alfa", empiezo a maldecir a Hugo. Puede que mi beta me haya convencido para participar en esta campaña con buenas intenciones, pero preferiría volver a casa con Ella. Después de cómo dejamos las cosas esta noche, por no hablar de mi conversación con Roger, mi lobo tiene unas ganas locas de meterse en la cama con ella y terminar lo que empezamos. Sin embargo, le prometí a mi manada
‘Eso no es justo’, respondo, más que frustrada. ‘Son más bien las hormonas las que hablan, no la lógica’. ‘Claro, claro’, me dice. ‘Échale la culpa al bebé’. Me acaricio la barriga. "No te culpo a ti", le digo a mi creciente cachorro. "Sin embargo, culpo a mi cuerpo". El bebé revolotea y patalea contra mi mano, como si me dijera que lo entiende perfectamente. Siento una oleada de amor tan poderosa que mi mal humor desaparece y solo puedo sonreír mientras termino de comer, contenta de habl