‘Eso no es justo’, respondo, más que frustrada. ‘Son más bien las hormonas las que hablan, no la lógica’. ‘Claro, claro’, me dice. ‘Échale la culpa al bebé’. Me acaricio la barriga. "No te culpo a ti", le digo a mi creciente cachorro. "Sin embargo, culpo a mi cuerpo". El bebé revolotea y patalea contra mi mano, como si me dijera que lo entiende perfectamente. Siento una oleada de amor tan poderosa que mi mal humor desaparece y solo puedo sonreír mientras termino de comer, contenta de habl
SinclairEl mundo se siente borroso cuando me despierto. Me incorporo, inmediatamente nervioso. Mi lobo sabe que algo no anda bien, aunque no se trata de una gran hazaña del instinto. No reconozco lo que me rodea y no recuerdo haberme dormido. Lo último que recuerdo es estar en el evento "Tómate algo con el Alfa" y hablar de paternidad con mis electores. ‘¿Cuánto tiempo ha pasado?’, me pregunto, con los pensamientos atrapados en una extraña niebla. Me siento con resaca, pero no puedo imagin
"No pensaste realmente que podías abandonarme y yo seguiría igual, ¿verdad? ¿Esperabas que me revolcara como un cachorro enfermo del corazón cuando tengo una manada que liderar y el destino de todo el puto reino está sobre mis hombros? ¿De verdad creías que me quedaría aquí suspirando por ti y que tú volverías a mi vida como si nada hubiera pasado?", ronroneo con frialdad, preguntándome cómo pude imaginarme enamorado de esta mujer. Ella nunca me pediría que la eligiera por encima de la campaña,
Ella"Diosa, Cora, ¿qué me pasa?", me quejo, enterrando la cabeza entre las manos. "Llevo todo el tiempo pensando que Sinclair es demasiado bueno para ser verdad. No puede haber una bandera roja más grande y simplemente la ignoré. Dejé que me bombardeara y me creí cada palabra manipuladora que salía de su boca". Estoy en la sala de la casa de mi hermana, meciéndome en mi asiento mientras ella me mira ansiosa. Después de recibir el mensaje de Sinclair anoche, no perdí el tiempo y salí de su ca
"¿Abofeteaste a Dominic Sinclair?" Cora se queda boquiabierta. "¡Me estaba molestando!" Me defiendo acaloradamente. "No paraba de decirme que debería quedarme en casa y descansar, pero no iba a dejar que ese príncipe asqueroso ganara". "A ver si lo he entendido...", comienza Cora, claramente luchando por entender esto. "¿Estabas en estado de shock, siendo obstinada y negándote a cuidar de ti misma, entonces lo atacaste y él respondió como lo haría cualquier lobo?". "Básicamente". Hago una
EllaEra fácil ser razonable cuando estábamos solas, Cora y yo. Cuando la voz grave y firme de mi hermana me hablaba de todas mis racionalizaciones erróneas, no tenía que esforzarme por mantener la calma, no tenía que luchar contra un maremoto de emociones desbocadas demasiado enmarañadas y enrevesadas para poder ordenarlas jamás. Pude escuchar e interrogar realmente mis suposiciones, usar la lógica y la razón sin dejarme atrapar por mis emociones. Sin embargo, en cuanto aparece Sinclair, tod
"Eso es, desahógate, nena". Sinclair se ríe, acariciándome los muslos. "Pero será mejor que sepas que estoy tomando nota". Me saca por la puerta y me lleva al ascensor, dejándome descargar mi rabia con tan poca reacción que me pregunto si se da cuenta de mi ataque. "¡Siquiera puedes sentir esto, odioso!", grito. "Como feroces picaduras de mosquito, cariño", se burla Sinclair, ganándose otro gruñido indignado. Por supuesto, el lobo feroz solo se ríe. Me saca del edificio y me lleva a la calle
Sinclair"¡No estoy celosa!" Ella estalla, casi tan pronto como la pregunta sale de mi boca. El corazón le palpita en el pecho, tan deprisa y tan fuerte que no sería capaz de ignorarlo aunque lo intentara. Sus mejillas se tiñen de un rubor carmesí y mi lobo ya lo está celebrando en mi cabeza. ‘¡Está celosa! ¡Tiene sentimientos! Sabe que es mía. ¡Mía, mía, mía!’Tiene razón. Ella no es una buena mentirosa, y aunque puede ser capaz de disimular sus sentimientos en circunstancias normales, sus