Valery Salvatore

Violet se retiró a descansar y eso fue una bendición porque ya no soportaba más la incomodidad, acabaría por desmayarme dónde siguiera ahogándome por la desinformación de mi hija y también por las risas de mi querido yerno que me miraba con picardía diciéndome en silencio "se lo que ocultas".

-Me alegro de que hayas disfrutado la estadía, no sabía que había tan buen spa allí ni tampoco cargaron el servicio a mi cuenta- Giuliano comentó mientras picaba algunas frutas para Violet, ya que me había comentado que solía comerlas después de la medianoche

-Deben de haberte hecho un descuento- Le dije intentando no ponerme nerviosa, pero me fue imposible

-Me alegro por ti, solo te estoy molestando. Contarle a tu hija sería como aceptar otro divorcio sin habernos casado. Con esto estoy diciéndote que no le diré nada, solo justificaré tus próximas salidas- Sonrió y me guiñó el ojo y después de guardar lo que había preparado se fue a dormir

Me sentía como una delincuente. Esto