Giuliano RizzoCasarme no es ni remotamente parecido a lo que esperaba. Tengo una esposa menor que yo que me ve con miedo y además llora por todo. No es la idea de nadie acerca de un matrimonio y eso comienza a fastidiarme. Probablemente sea el más hijo de puta por lo que planeo pero haré que mi esposita se trague sus palabras y para eso usaré esposas. Si ella no me deja tocarla por las buenas, lo intentaré sometiéndola para saber si su cuerpo miente tanto como su boca. Miré su rostro angelical en el que se esconde una chiquilla maleducada que cree que podrá hacerme la vida imposible cuando en verdad no podrá. Ella es tan predecible y yo demasiado observador, de modo que cuando planea algo yo ya se hasta el resultado que tendrá su idea. Mi adorable esposa lleva las de perder en éste matrimonio pero dejaré que confíe en si misma para divertirme un poco más. La boda fue aburrida, ella ni bailar conmigo quería. No me besa ni corresponde tal y como lo hago yo, comprendo que no me quier
Violet SalvatoreA Giuliano en mi mente ya lo he asesinado mil veces, tal vez más. Después de haberme esposado para tocarme y hacerme sentir así comprendí que es un aprovechado de lo peor con quién ni dormir en paz podría. Tampoco fui capaz de ducharme en tranquilidad porque él se metió conmigo sin importarle que deseaba mi privacidad. En menos de un día de casados así me muera de vergüenza ya me vió desnuda y además tocó todo de mi, ¿Puede suceder algo más? -Giuliano, ¿A qué te referías con lo que me dijiste?- Intento hablarle suave y con una calma que estoy muy lejos de sentir porque todo lo ocurrido me tiene demasiado nerviosa y alterada -¿Con qué virgencita?- Me ve con burla y a la vez repasa mi figura con total descaro y lascivia -Intento mantener las cosas en paz, de verdad eres insufrible. ¿Qué debo hacer para que no me toques y mantenerme como hasta ahora?- Hago referencia a mi virginidad con esperanza de que su capricho hacia mi haya pasado y de que recapacite, ¿Quién demo
Giuliano RizzoAquí me encuentro sentado cómodamente en la bañera con el agua bastante caliente viendo a Violet desnudarse con odio y vergüenza. No le permito conservar ni una sola prenda puesta y por eso más me detesta.-Solo desnúdate amor mío- La burla se nota en mi voz porque se que le encantaría estar ahogándome en este momento pero no puede hacer nada más que obedecer -¿Amor? Te odio, no soy ni seré tu amor- Lleva las manos detrás de su espalda para desprender su sostén pero las vuelve a dejar al frente incapaz de hacerlo -Menos palabras y más acción querida esposa- la volví a presionar y ella bufó exasperada aún con esa mirada asesina en sus ojos que la hace ver tan sexy -¡Que te den!- Gritó y se metió a la bañera con su ropa interior puesta totalmente avergonzada al notar que el agua no tenía ni espuma, de modo que no cubría nada-Que linda boquita tan sucia cariño, pero me encantaría ser quien la ensucie llenándola de mi esencia espesa y caliente- Abrió sus ojos muy grande
Violet SalvatoreLuego de todo lo que ocurrió en el baño donde pude sentir por primera vez cuando me tocaba hasta por dentro pasaron más situaciones en los días que estuvimos juntos allí. Procuraba levantarme temprano y acostarme más tarde para que él no pudiera hacerme nada que me agitara la respiración y me humedeciera la entrepierna. Hubo días donde él me sorprendió porque me esposaba dormida y me desvestia para tocarme íntimamente soltándome únicamente cuando alcanzaba el orgasmo, era un maldito desgraciado de lo peor y lo odiaba por eso. Giuliano no se detenía así se lo dijera y cuando él sentía que mi orgasmo se aproximaba recién era el momento en el cual él me soltaba. -Si no soy capaz de hacer que ésta se moje yo no te molestaré- Puso su mano en mi ropa interior y me alejé de inmediato -Deja de ser tan vulgar por favor- Hubiese rogado con gusto si de esa manera él me dejaba en paz completamente, pero el me tocaba de distintas formas alcanzando su cometido en cada una de l
Violet SalvatoreGiuliano se colocó sobre mi cuerpo totalmente como el diablo lo trajo al mundo y pensé lo peor, él acabaría haciendo lo que tanto quería sin que yo lo deseara...-¿Por qué el miedo querida esposa? Muy linda estás así, ¿Te gusta esto?- Negué alterada, tener nuestras partes rozándose hacia que se me alterara por completo el pulso, la respiración y todo lo demás-Lo harás sin respetar que no lo desee- Una lágrima escapó de mi sin poderlo evitar y solo me quedé en silencio después cuando él con su lengua la quitó de mí para después besarme -Hasta tu miedo me gusta, joder como me provocas niña. No lo haré si no quieres ahora pero la tentación me tiene a punto- Lo miré sin entender como podía ser así de salvaje y extraño, ¿Desde cuándo el miedo es excitante?Comenzó a besarme y seguir su ritmo me costaba, él sabía lo que hacía mientras que yo no tenía muchas ideas al respecto pero ponía lo mejor de mi para que no se molestara. Empezó a recorrer mis pliegues mientras succio
Violet SalvatoreDormir con Giuliano estando convaleciente fue un martirio porque se quejó toda la noche, seguramente soñando y además porque yo despertaba cada media hora para revisar que todo estuviera bien y también que él no tuviera fiebre. Unos golpes en la puerta me sobresaltaron un poco pero me apresuré para abrir y así evitar que Giuliano despertara. Frente a mi estaba una de las empleadas. -Señora Rizzo, ¿Desea tomar el desayuno aquí en la habitación o ir al comedor principal?- La miré sorprendida, jamás esperé ser llamada por el apellido Rizzo, mucho menos ser salvada por uno de ellos -Solo dime Violet por favor. Desayunaré aquí por si él despierta- Miré en dirección a quien aún extrañamente dormía -Sería incapaz, usted es la señora Rizzo y merece ser tratada con total respeto -Solo agaché la mirada y sonreí débilmente- Es mi trabajo señora, no puedo perderlo, así como nadie aquí. Le sugiero acostumbrarse -Está bien, gracias- Dejé la puerta abierta y fui a la cama para
Violet SalvatoreGiuliano es un dolor de cabeza estando convaleciente, se vuelve agotador. Se queja por todo y hasta quiso hacer que el médico perdiera su empleo por ordenarle estar en reposo y por tratarme como su "niñera" cuando él es perfectamente capaz de cuidarse solo.-No necesito de tu ayuda, soy sano y fuerte- Me ve enojado cuando van dos veces que intenta levantarse solo de la cama sin éxito porque siente dolor-No me importa lo que digas, tengo que cuidarte y es lo que voy a hacer, te guste o no- Le ofrezco mi mano para ayudarlo y se niega a aceptarla ¡Dios dame paciencia!-No me gusta tu lástima, ¿No tienes nada mejor que hacer?- La paciencia se me acabó con su estúpido berrinche, así que haciendo uso de sus propias tácticas intentaré manejar la situación-Mantenerme virgen por ejemplo- Su expresión se suaviza y muestra confusión de inmediato- No soy madre para aguantar niños, mucho menos caprichosos y tan mal portados. Si sigues así no habrá recompensa por salvarme, por mi
Giuliano RizzoMi recuperación fue difícil, no soy quien vaya a quedarse quieto ni mucho menos quien pueda acatar órdenes de manera fácil, pero ahora había descubierto el poder de una esposa. Las mujeres eran el mismísimo diablo, tenían gran poder para chantajear, ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Hasta mi abuela tenía sus artimañas para poder hacer que mi abuelo obedeciera lo que ordenara.Violet no era la excepción. Estuvo jodiendo desde que abrí los ojos y hasta burlándose de mi, maldita chiquilla. En días de casados ya había encontrado un punto muy débil para mi, el sexo.Ella aceptó darme su virginidad y casi que podría haber mandado la recuperación al carajo si ella se desnudaba, pero no lo hizo. Debí seguir las recomendaciones del maldito médico que me dió mil instrucciones. Si no obedecía al médico al pie de la letra ella no abriría sus piernas para mi, jodida mujer. La sentí de lo más nerviosa después, preocupada por qué sucederá, si duele o si no duele, la desinformació