Londres 1706 Jaclyn Pongo mis pies sobre la calle de piedras y limpio mis mejillas húmedas mientras descongestiono mi nariz. —¿Está segura de esto señorita? —inquiere mi cochero. —Sí, no te preocupes solo espérame. No tardaré —pido y comienzo a caminar hasta tener las grandes puertas ante mí. Pongo un velo sobre mi sombrero de noche cubriendo así mi rostro y con inseguridad empujó las puertas de la Taberna. He escuchado rumores de que el duque Hadid siempre está aquí en las noches. Cuando me adentro varios pasos, mis pies se clavan en el suelo estancándome completamente tras ver todo a mi alrededor. ¡Mi gran dios de los ejércitos! El sitio está abarrotado de caballeros. Muy pocas mujeres —porque al verlas obviamente no son damas—, están o bailando sobre las mesas o sentadas sobre los caballeros. Los mismos los veo manosearlas mientras beben y fuman tabaco. Mi corazón late con prisa y mi conciencia me repite que huya, que nadie debería verme aquí, que este no es sitio pa
Londres 1706 Hadid No sé siquiera cómo diablos la dejé marchar esta noche. Todo me causa jaqueca con su cercanía. Mis pensamientos cobran vida como si aún la tuviese frente a mí con su pecho completamente desnudo. Paso saliva con la imagen que se me proyecta una y otra vez en la cabeza. Voy directo a la mansión en la que me hospedo, es de la familia de Jairus. Cuando me ve llegar deja el libro que leía y sale a mi encuentro. —¿Qué diablos pasó? La taberna se volvió un caos luego de llevarte a Jaclyn —inquiere consternado por mi aspecto. Aunque no tenga un solo rasguño él sabe cuando me meto en problemas. Sus ojos bajan hasta mis manos y se quedan en los nudillos. —Un bufón se propasó con ella —respondo y él levanta una ceja. —No debiste meterla en las habitaciones, si alguien os vio deberán... —Nadie nos vio, la deje sana y salva en la puerta de su casa —lo interrumpo. —No cambias Hadid —reprocha negando con su cabeza. Sé a lo que se refiere y no, está vez está equiv
Narrador1706Al caer la noche todos recostaron sus cabezas en la almohada a la espera de un nuevo día, nadie podría predecir todo lo que iba a suceder luego de esa noche y las consecuencias que traería para todos. Jaclyn luego de dar vueltas sobre su cama logró conciliar el sueño con esfuerzo debido a la ansiedad que tenía, sería dada en matrimonio en horas. Ella, la que una vez actuó sin pensar y manchando todo a su paso, ella, la hija de unos duques primos lejanos de el rey de Inglaterra. Mañana sería duquesa, mañana un hombre caminaría a su lado para toda la vida. Y no podía sentirme menos satisfecha por la elección de su padre y porque la vida haya dado tantas vueltas, hasta ubicarla justo al lado de un apuesto y frío hombre. Que aunque no podía decir que le amaba, tampoco era que le odiaba. Él le hacía sentir mujer, le hacía sentir deseada y hermosa. Hadid por su parte olía cosas raras. Últimamente su amigo tenía mucha correspondencia y eso era extraño, aún más extraño era e
Londres 1706JaclynJamás pensé que este día llegaría. Mi últimos años han pasado en un abrir y cerrar de ojos. Cuando conocí a Nathaniel soñé con verme así, con un futuro juntos. En cambio cuando sucedió lo más atroz que puede ocurrirle a una joven noble, mi sueño se volvió una remota fantasía, algo platónico. Es el futuro de cada mujer de este mundo el casarse, tener hijos y morir junto a tu esposo con los cabellos poblados en canas. Yo invertí los papeles, degradando mi camino hacia una vida feliz como dictan los estándares.Y aunque no puedo decir que mi hija no llena gran parte de los vacíos que tengo, lo cierto es que hay muchos que aún no están. Sin embargo estoy aquí, sonriendo plenamente porque mi remoto sueño se está haciendo realidad. —¿Quieres que nos marchemos ya? —cuestiona Hadid y siento una urgencia en su voz. Río por lo impaciente que es. Ya tendremos una vida entera para estar juntos. —Primero quiero conocer a tu madre. Sería una falta de respeto irnos cuando a
Londres 1706JaclynHadid al escuchar mi quejido se queda completamente inmóvil aún dentro de mí. Mi vista se empaña con prisa y el resquemor es intenso.—¿Estás bien? —se preocupa con la voz entrecortada.—Muévete por favor —suplico necesitando sentir otra cosa que no sea dolor.Sus labios van directos a besarme y le devuelvo el beso con el mismo furor, hasta que comienza a moverse. Mis lágrimas resbalan por mi cara mientras voy notando el ardor irse tornando poco a poco en placer. Sus arremetidas van volviéndose toscas y percibo el autocontrol que está empleando, su rostro demuestra que en su interior hay una lucha evidente.Gimo cuando me ciega la lujuria y lo veo meterse uno de mis pechos en la boca y tira del pezon. Después lo lame con puro frenesí combinando sus movimientos de cadera.Su potente miembro me hace temblar y jadear por más, Hadid me complace y comienza a embestirme con fuerza separando su pecho del mío. Entrecierro los ojos sintiendo el cúmulo de cosas en mi vien
Londres1706JaclynTres semanas.Veintiún días disfrutando de mi luna de miel. Satisfecha sería palabra ideal para decir cómo me siento al pensar en lo que viví. Jamás pensé que entre un hombre y una mujer pudiese haber tanta unión en todos los sentidos, es como si con cada roce, cada beso, cada caricia se solidificara más ese vínculo entre ambos. Fue realmente fascinante pasar esos días solo para los dos. Lejos del mundo. Solamente dentro de cuatro paredes y totalmente desnudos. A penas recorrí la propiedad que me enteré a los días de llegar, que está a mi nombre y es tan inmensa y preciosa que otros se hubiesen arrepentido de no haberla caminado entera. Pero no.Yo no me arrepiento porque empleé todo mi tiempo en ser amada de la mejor manera. Aún llegan imágenes a mi mente y creo que esas aparecerán a partir de ahora a cada momento.Él penetrándome sobre la mesa, la cama, la encimera, dentro de la bañera, contra la pared...Su lengua por mi piel, mi cuello, mis tetas, mi vientre,
Escocia1706Jaclyn Mis desiciones aún siguen embarrando a quienes me rodean. Y una parte de mí sabía que esto podría suceder, pero seguí adelante por mis padres, por mi hermana, y por mí. El amargor de las consecuencias de mis acciones hace mella en mi interior como si hubiese sido ayer que cometí tal desfachatez.Los gritos comienzan a surgir a pocos metros de mi sitio. Mis piernas no logran moverse por sí solas, porque está mi subconsiente aturdido.—¿Qué demonios decían? —explaya totalmente desquiciado mi esposo.El silencio absoluto se hace evidente, sé cómo es él y cuando se enfada por tanto es entendible que nadie ahora pueda siquiera respirar.—Quiero que repitan todas las saltas de calumnias que blafemaban —ordena con la voz llena de ira.Paso saliva nerviosa, al final mi entrada a Esocia a sido todo un caos. No debí casarme con él en primer lugar. Tampoco quiero que sea así mi vida matrimonial, con mi esposo como perro de pelea cada vez que digan o hablen cosas sobre mí.L
Escocia1706Jaclyn—Nunca pensé que lo diría Jaclyn, porque realmente me caes bien, pero hoy lo echaste a por la borda todo...Las lagrimas se me acumulan por lo desgraciada que es la situación.—Gemma tu madre me estaba...—¡Maldita seas Jaclyn! Tienes aún el descaro de seguir acusándola a ella cuando lo vi perfectamente todo —replica con asco y decepción.Mis ojos se fijan en la viuda y ya que está detrás de Gemma me sonríe abiertamente. ¿Ella sabía que Gema se acercaba y por eso me provocó así?—Ten mucho cuidado de ahora en adelante cuñada, porque no dudaré ni un segundo en acabarte si das un solo paso en farso. Paso saliva por sus amenazas. A falta de una enemiga ya tengo dos bajo el mismo techo.—Vamos madre, ella no merece que perdamos más nuestro tiempo. Sabe que con solo un chasquido de mis dedos Hadid la manda de regreso a Londres —espeta y toma a su madre por los hombros.Me quedo sentada en el suelo hasta que las veo marcharse, y cuando están lo suficientemente lejos, r