Selene

Ese calor en mis mejillas y entrepierna es el ejemplo de lo que no debería gustarme y aún sabiéndolo, me fascina el infeliz.

Pelea con los harcos que corren a no sé qué, su humor de perro encadenado me parece interesante. Me acomodo en el centímetro que logro moverme. Escucho un móvil timbrando pero no descifro si es suyo o mío, tampoco puedo averiguarlo por mis ataduras.

La puerta se abre, saca una navaja que con un click la hoja se dispara hacia afuera haciendo que fije mis ojos en el filo.

__ No quiero berrinches, gritos, golpes o murmuraciones - exclama pasando la punta filosa por mi cuello, me quedo quieta notando lo desquiciada que estoy al solo reír por su acción - Porque no te gustará ser la causante de que asesine a toda mi gente.

__ Retame - hablo mirando esas orbes amarillentas que brillan

__ Un angel que le gusta poner a arder el mundo - sisea. Su aliento quema mi boca en lo que no se aleja - Tan santa no eres.

__ Tan demonio no te ves - devuelvo desatando un