Lorand Justo por situaciones como estas no me gusta intervenir con nada que conlleve hacerse cargo de otros. Significan riesgo y peligros que a veces no se pueden evitarMe alejo de las dos personas con el infierno que se forma en mi cabeza, revuelve todo y libera la mierda que tenía atada con cadenas de titanio. Fallé. Mi mente lo repite una y otra vez, mis ojos no hayan un punto en el cual enfocarse, porque desde que llegué a casa solo me aseguré que tuviera lo indispensable para su comodidad. La abandoné igual que mi padre. Quizá sea igual a él después de todo. La sangre que hay en mi ropa me recuerda lo que pasó, la escena que vi en ese cuarto de baño, sus súplicas para que nada le pasara al hijo que llevaba en las entrañas La frustración me juega en contra, por primera vez siento culpa __ Eso le pasa por hacer las cosas a escondidas - exclama Ferenc sin nada de empatía, como siempre - No le costaba nada quedarse con el marido o ser la esposa sumisa que debe ser Se apróxim
SelenePese a ser la última noche que pasamos en la fortaleza Horváth me genera un poco de incomodidad pues las miradas de varios se clavan en mi cada vez que entro a alguna habitación. Las matriarcas pasan de largo pues la advertencia de tocarme se ha hecho de las más habladas, no entiendo la necesidad de eso porque solo empeora el que las habladurías sean más altas, los murmullos son inevitables e inútiles de callar. Siendo hora del almuerzo de Lorand soy quien debe llevárselo, además de preparar uno extra que dejo listo aparte del mío. Le llevo la bandeja a su despacho en el cual lo encuentro inmerso en la documentación que arregla, no eleva la mirada mientras coloco todo, lo cual me parece razonable pues estoy al tanto de todo lo que debe resolver. Según escuché en la madrugada, en Rusia hay demasiado movimiento ya que la aparición de los hermanos Smirnov se ha vuelto un problema por todos lo ataques que estos dan, aunque sin éxito siguen buscando caer en ello. Además de un des
Selene __ Piensa para la recuperación de lo tuyo, no para esto - me toma de la nuca estrellando sus labios con salvajismo contra los suyos devolviendome a la realidad - Sabes lo que pasa, no lo analices a menos que quieras ver cuantas reglas del consejo y de la vida hemos roto. No son pocas, tampoco quiero retroceder el tiempo para no hacerlo Me come la boca reconociendo esa emoción que se hace más grande a la vez que mis defensas caen y estoy empezando a temer por mi alma. __ Si algo nos define es el cerillo que está por caer al río de combustible - murmura obligandome a verle - Difícil de comprender porque nunca nada ha sido como esperan en nosotros dos__ Nadie puede comprender nada, ni siquiera puedo hacerlo contigo porque sigues diciendo y haciendo cosas contrarias - reclamo - Soy tu esclava... ni siquiera eso soy porque irónicamente soy solo una pertenencia de...__ Autodefinición muy errada que logras conectar y no te haré ver la realidad a la fuerza - vuelve a tomarme para
LorandGyilkos ¿porqué hizo mención a ellos? Apresuro el paso al solo salir del vehículo que me transportó a Budapest en cuestión de un par de horas. No podía posponer la revisión de armas y ahora me jode no haberlo cancelado al ver la sangre que corre por el marmol. Los harcos están de una manera que la sangre que se mueve por mis venas se asemeja a la lava de un volcán Al solo entrar la masacre es peor, los cuerpos yacen colgados con ganchos, otros clavados en la pared y uno más está sobre la mesa con los cuchillos de cocina encajados en su abdomen, cara y boca. Así actúan, no hay dudas. Corro entrando al primer cuarto que tengo a la vista hallando a Milena en el suelo, tiena sangre en la frente, boca y esta inconsciente. La levanto con cuidado para luego revisar si tiene una herida grave con prisa para ir al otro cuarto. Sus signos vitales están bien, respira con normalidad y empieza a reaccionar, se queja de dolor preguntando por Selene aplicando más ardor en el tórax al imagi
Lorand Llegamos al sitio en el cual mi gente apila los cuerpos de los tipos mirando mis manos. __ Son doce - hago un recuento - Son doce corazones los que deben haber aquí Todos asienten tomando uno en lo que entierro el cuchillo en el pecho de otro de los gyilkos repitiendo el proceso para sacar ese órgano que se apila junto a los que ponen en el mismo sitio, la sangre corre de los tipos que podían haber estado fácilmente bajo mi mando pero quien me provocó fue quien los envió y le cobraré tal cosa. Vierten combustible sobre ellos para luego soltar el cerillo que entregó a Selene siendo la encargada de ponerlos a arder. La llamarada se extiende a medida que nos alejamos del lugar con lo que llevo en una bolsa más grande. Nos desplazamos de regreso al apartamento en donde Selene lo primero que hace es ir con mi hermana en lo que vuelvo a subir al auto luego de verificar que ambas estén donde pertenecen. La seguridad se triplica colocando alarmas por todos lados evitando este tipo
Lorand Recibo algunas llamadas avisando de lo mismo, preguntando que con qué bando puedo decir que soy leal. Alfons Schmidt es quien más alboroto hace con poca cosa. __ En Alemania podemos repeler ataques debido a los impulsos creativos de Dante, pero no por mucho tiempo si continúa de ese modo tan poco convencional - me pone queja como si fuese una especie de psicólogo - Todo se está dividiendo, nos convertimos en salvajes que quedaran en evidencia dentro de poco __ Que yo esté enterado, terapias no doy ni tengo intenciones de hacerlo - manifiesto con simpleza - Si te asustas por una guerra es porque todo lo quieres resuelto. No es mi problema, ni voy a tomar un té para calmar a nadie - espeto - Muy tu gusto por victimizarte, Schmidt__ ¿Nadie ve cuan peligroso es jugar al gusto del korol? Nos está arriesgando sin tener nada seguro ante una batalla que podemos perder - continúa con su parloteo sin sentido - No da explicaciones sobre porqué hay rumores de que la Zhena korolya est
Lorand Los días van pasando entre salidas que voy acomodando, dejo más seguridad y el monitoreo constante de las cámaras me resulta ventajoso a la hora de ver a las dos mujeres que son custodiadas por harcos con la orden de tirar a matar a quien vean como peligro. Las semanas van llegando y los rumores sobre el ataque en la bodega del korol en el puerto de Magadan se vuelve otra habladuría de la que el viejo Schmidt vuelve a buscar una respuesta sobre de qué lado estoy. Ya tengo el mío pero no voy pregonando una mierda como vieja chismosa llegando al apartamento por días en los que Ferenc es el primero a quien hago pasar al verlo esperando Se pasea confiado por el despacho que observa con detenimiento a tiempo que atraviesa el umbral cerrando la puerta. No detengo el puño que le voltea la cara haciéndolo retroceder cuando su espalda choca contra la madera. __ ¡¿Que carajos te pasa?! - se exalta alterado__ Sabes porqué fue - espeto tirando el maletín sobre el escritorio - El día
Lorand Al llegar al apartamento voy directo a la ducha antes de encaminarme a la cama nuevamente. Duermo un par de horas para en la madrugada ya estar en pie, es lo máximo que puedo hacerlo. No estoy acostumbrado a tener más de tres horas de sueño seguidas porque se vuelve casi imposible soportar más. En lugar de ser un reforzador de energía, me las quita más y me jode que solo haya alguien que las calme. Camino hasta donde se encuentra y la hallo envuelta en una colcha debido al frío que hace en esta madrugada. Me recuesto a su lado y esta como si sintiera mi presencia se pega a mi enredando sus piernas entre las mías dándome un poco de calma al oír sus respiraciones pausadas. Cierro los ojos para que al despertar de nuevo esté amaneciendo. No se despega de mi lado pero esta vez soy quien la abraza desde la espalda. No sé como demonios nos acomodamos así pero no es molesto en absoluto. Suspira hondo antes de girarse para enterrar su cara en mi cuello abrazando mi pecho que se remu