Leonardo asintió: —Bien.

Pronto, Natalie volvió con Bryan y Tina.

—Señor Guzmán, señorita Rojas, mi novio ha venido a recogerme, yo voy, gracias por contarme hoy tantas cosas del pasado.

Al ver la sonrisa en el rostro de Natalie, Tina no sabía si debía aconsejarle que terminara con Leonardo, pero al pensar en el final que había tenido Natalie antes, se sintió desconsolada.

—Natalie, sé que te gusta mucho Leonardo, pero te sugiero que consideres si estar con él. Como buena amiga tuya, no quiero que vuelvas a salir herida.

Natalie miró a Tina, que ella no fingía estar preocupada por ella, se sintió conmovida.

—Lo sé, gracias, lo consideraré.

Las saludó con la mano y luego se giró para subir al coche de Leonardo.

Hasta que el coche desapareció, Tina dijo con preocupación: —No esperaba que estaba con Leonardo otra vez.

Bryan guardó silencio un rato, dijo en voz baja: —Mientras Leonardo pueda hacerle feliz, la protegeré a sus espaldas, pero si Leonardo le hace daño, me la llevaré, lo quiera