Leonardo la miraba con inocencia, —¿Cómo que he ido demasiado lejos? ¿Qué hay de malo en que abrazo a mi novia?Natalie: —... Pero ante el público.—¿Qué importa? Yo no hice nada malo.—¿No notaste cuanta gente nos miraba?—Natalie, lo hice por tu bien, y no me importa lo que la gente piense de nosotros.Leonardo la miró y le dijo seriamente: —Para mí, nada es más importante que tú.El disgusto de Natalie desapareció cuando vio que la miraba con una mirada cariñosa.—Entonces la próxima vez... No vuelvas a hacerlo, puedo caminar.Leonardo asintió, —De acuerdo.Cuando llegaron a casa, Leonardo no se obligó a llevarla al dormitorio, y después de verla volver al dormitorio, fue al estudio.Natalie durmió la siesta y se despertó a las dos de la tarde.Cuando se levantó y se lavó, sintió hambre.No pudo evitar acariciar su vientre plano y tuvo una sensación maravillosa.En realidad, no estaba preparada para ser madre, pero este bebé llegó y lo aceptó, porque era un regalo de Dios para ella
Natalie no tenía ninguna preferencia, le daba igual un niño que una niña.Al otro lado, en la celda de la comisaría.Ernesto estaba sentado despeinado detrás de la mesa cuando entró Chloe.Ella sonrió: —Señor Santos, ¿solo Natalie te metió en este lío?Ernesto levantó la vista y vio que era Chloe, parpadeó con frialdad.Si ella no le hubiera tendido una trampa, y él hubiera aceptado tartar con Natalie, tal vez no habría acabado así.Al notar la insatisfacción en su expresión, la sonrisa en la comisura de los labios de Chloe se acentuó un poco.—Señor Santos, no me mires así, no fui yo quien te hizo esto, sino Natalie.—Si no tienes nada que hacer, vete, no quiero verte.Chloe sonrió, se sentó frente a él y le dijo lentamente: —Señor Santos, no solo que Natalie está en tu contra, sino que también tu hijo biológico, Leonardo ni siquiera viene a verte, te trata tan mal, ¿aún quieres darle el Grupo Santos?Ernesto miraba con frialdad a ella, —¿Qué quieres decir?—¿Qué tal si trabajas con l
El subordenado agachó la cabeza, dijo en voz baja: —¡Sí!—Por cierto, ¿averiguaste lo que hacían Ángel y Michela en el hospital?El subordenado asintió, —Sí, Ángel está enfermo, pero aún no he averiguado exactamente lo que es, su médico mantiene la boca cerrada.Los ojos de Chloe se entrecerraron y sonrió fríamente, —No creeo que no lo dirá si le doy dinero para sobornarle, si no lo acepto, averigua información sobre su familia. La vida de su familia y la información de uno de sus pacientes, él tomará la decisión correcta.—Bien.La noticia de la puesta en libertad de Ernesto bajo fianza de Chloe no tardó en llegar a Natalie, pero ella no se sorprendió porque sabía que Ernesto saldría cuando lo había metido en la comisaría.Al fin y al cabo, el Grupo Santos aún no había quebrado.Pero lo que le sorprendió fue que fuera Chloe quien pagara su fianza.Tras pensárselo un momento, Natalie fue al estudio y se lo contó a Leonardo.Tras oírlo, Leonardo se mostró impotente, —Natalie, lo más imp
Viendo que Natalie fruncía el ceño, alargó la mano, le tocó la frente, y dijo sonriendo: —No frunzas el ceño, o bebé aprenderá de ti.—Luego acuérdate de despertarme o no podré dormir por la noche.Leonardo asintió, —Vale, cenamos, ve a lavarte primero.—De acuerdo.Natalie se levantó y cuando iba a volver al dormitorio, fue levantada de repente por Leonardo.Ella se sobresaltó, no pudo evitar alargar la mano y darle un golpe en el hombro, —¡Qué haces! ¿Puedes avisarme con antelación la próxima vez? ¡Me asustaste!Ahora estaba embarazada y él seguía siendo tan imprudente.Al ver su pánico, Leonardo dijo en voz baja: —Lo siento, lo hice sin querer, la próxima vez te lo diré con antelación.Después de decirlo, llevó a Natalie al dormitorio, miraba a su lado cómo se lavaba, la llevó a bajar y la colocó con cuidado en una silla.A Natalie le parecía gracioso ver cómo la trataba como a una muñeca de porcelana.—Sé que es la primera vez que eres padre, no te pongas tan nervioso.Leonardo se
Natalie López estaba eligiendo un regalo para Leonardo Ramos por su tercer aniversario de matrimonio cuando recibió el mensaje de Matilda López.La inesperada visión de más de una docena de fotos íntimas la dejó atónita, y su rostro se volvió pálido abruptamente.En cada una de ellas, se repetían los mismos rostros: ¡su esposo, Leonardo, y su hermana, Matilda!Los dos estaban abrazados o besándose... Lo único común en todas las imágenes era la mirada llena de cariño de Leonardo hacia Matilda.A pesar de los tres años que Natalie llevaba junto con él, nunca la había mirado con tanto amor.[¿Te parece familiar?]Frotándose las sienes, Natalie pensó que algo le resultaba conocido en las fotos, pero antes de que lo recordara, llegó otro mensaje de Matilda.[Es su nido de amor, ¿acaso no puedes reconocerlo?][Ah... casi olvido, parece que Leo no te dejó volver a poner un pie allí después de la boda. ¿Sabes por qué?][Porque esta casa la preparó para mí. De no ser porque su abuela se tomó la
Con cara inexpresiva, Natalie asintió suavemente. —El hecho de que te haya llamado demuestra que estoy muy decidida.Tina sonrió y, al tiempo que arrancaba el auto, dijo: —Hace tiempo que quería decirte que te divorcies de Leonardo. Te esforzaste tanto en cuidar su lesión en la pierna, pero él sólo estaba liado con tu hermana que se encontraba en el extranjero. ¡Es un completo patán! Deberías dejar de preocuparte tanto por el amor y enfocarte en ganar dinero, ¡sería mucho mejor!Al ver que su amiga se enfadaba cada vez más y que el coche aceleraba, Natalie no pudo evitar reírse.—Oye, cálmate tú. No quiero ir del altar de un matrimonio a la tumba de verdad.Notando que todavía estaba de humor para bromear, Tina por fin se sintió aliviada y preguntó tentativamente: —¿Entonces qué es lo siguiente para ti?De hecho, incluso si Natalie no se hubiera puesto en contacto con ella esta vez, era de esperar que fuera a buscarla en poco tiempo.—Quiero descansar primero. Bueno, ¿cómo va la empres
Leonardo hizo una pausa y se quedó en silencio por un momento antes de contestar: —Sí, llámala ahora.Poco después de que llegaran a Seattle, Matilda apareció. Según su explicación, estaba aquí de viaje, aunque todos en la sucursal del Grupo Ramos sabían que venía a buscar a Leonardo.—De acuerdo.Carlos organizó rápidamente el vuelo, y después de recoger a Matilda, los tres se dirigieron juntos al aeropuerto.Tras más de diez horas de vuelo, finalmente aterrizaron sin problemas en el Aeropuerto de Monteflor.Durante ese tiempo, Carlos pudo conocer el cuidado detallado que Leonardo le daba a Matilda.Al bajar del avión, se encaminaron juntos hacia la salida del aeropuerto.En momentos de multitudes, Leonardo inconscientemente protegía a Matilda.Antes, Natalie también lo había acompañado en viajes de negocios, pero siempre había sido ella quien cuidaba de él, mientras que la actitud del hombre hacia ella era bastante distante.En comparación, Matilda parecía más la esposa de Leonardo.
Mientras tanto, Natalie acababa de llegar a la villa en Bahía de los Olmos.Se encontró con Bryan al abrir la puerta y un destello de sorpresa apareció en sus ojos.—¿Por qué estás aquí?Bryan curvó los labios en una sonrisa y le explicó con ternura: —Cuánto tiempo sin verte. Resulta que tenía un trabajo en Monteflor, así que decidí quedarme aquí una noche. No tenía idea de que vendrías. Si te resulta incómodo, puedo irme más tarde.Antes de casarse con Leonardo, Natalie trabajó como agente durante un tiempo. Bryan fue uno de los artistas que representó y, de hecho, el más talentoso y dedicado.Ella lo admiraba mucho, y los dos eran tanto mentores como amigos. A raíz de ello, aunque dejó de trabajar con él más tarde, le consiguió uno de los mejores agentes de la industria. Con los años, Bryan estuvo a la altura de sus expectativas y había alcanzado una gran fama.Sabiendo que él tenía dificultades económicas, Natalie le había dado la llave de esa villa, diciéndole que podía quedarse al