Terminando de darle agua, Leonardo le limpió las manchas de agua en su boca y la ayudó a sentarse.—¿Aún estamos en el lago glaciar?Leonardo asintió, —Sí, llevas dos días en coma, el clima de Antártida empeoró y estás herida, por eso temía que te pasara algo en el camino.—Gracias.—Qué bueno que estás despierta.Durante el tiempo que Natalie estuvo en coma, Leonardo temía mucho que no se despertara nunca.Natalie sonrió, —Estabas a mi lado, claro que tenía que despertarme.Después de esto, lo había decidido.Nada era más importante que poder estar con la persona que amaba, ya no le importaba lo del pasado, ahora solo quería estar con Leonardo.Leonardo tomó su mano entre las suyas, sus ojos estaban llenos de amor el uno por el otro.De repente la voz de Agustí llegó desde fuera de la tienda.—Señor Leonardo, vine a traerle algo de comida.Leonardo abrió parte de la cremallera y cogió la comida que le entregaba Agustí, dijo con voz ronca: —Gracias.—Lo que debo hacer, por cierto, ¿cóm
Vio que Natalie seguía despierta, Agustí se mofó.—Señorita Silva, ¿no comiste lo que te envié?Natalie lo miraba con una expresión gélida en el rostro.—¿Qué quieres?Al ver la cautela en sus ojos, Agustí se rio burlonamente.—¿Qué quiero? Ya lo adivinaste, ¿no?Natalie apretó el puñal debajo de ella, —¿Atrajiste a esos osos pardos?Quizás como Natalie ya estaba muerta para él, Agustí asintió.—Sí, fui yo, esparcí miel en el camino frente a tu tienda, y los osos pasaron olfateando, pero qué pena, aún estás viva.Natalie hizo una mueca de desprecio, y en el momento en que él se abalanzó sobre ella, levantó el puñal que llevaba en la mano y lo apuñaló.A Agustí cambió la cara, demasiado tarde para esquivarla, solo pudo sacudir el cuerpo hacia un lado, pero el puñal se le clavó igualmente en el hombro izquierdo.—¡Pul!Natalie sacó el puñal con intención asesina en los ojos.Sin embargo, solo ella sabía que su mano que sujetaba el puñal temblaba ligeramente.Aunque había comido muy poco
Viendo la máscara del diablo en su cara, Natalie frunció el ceño, —¡Isaac! ¡Eres tú!Isaac rio, y dijo con tono burlón, —Tienes suerte, si no fuera por mí, estarías enterrada en la nieve.—¿Dónde está Leonardo?Isaac enarcó una ceja al ver la preocupación en los ojos de Natalie, —Nunca te he visto tan preocupada por alguien, me acuerdo de que antes ni siquiera te importaba tu propia vida.—¿Dónde está?Isaac lanzó una mirada de lástima, —No te preocupes, él está bien, y tú debes preocuparte por ti misma.Natalie habría muerto en esa avalancha si él no hubiera vuelto por lo que olvidó.Al oírlo, Natalie por fin dio un suspiro de alivio y bajó la cabeza.Isaac la miró fijamente durante unos segundos y, de repente, dijo burlonamente: —No esperaba que un día te salvaría.—Gracias.Lo que dijo Natalie dejó helado a Isaac.Dijo esto simplemente para humillar a Natalie, porque Natalie le había salvado una vez, y había sido una vergüenza para él.—Tantos años sin vernos, ¿te han embrujado?Nat
—¡Tú!El rostro de Isaac enrojeció de ira, ¡nunca había tenido un momento en el que deseara tanto golpear a una mujer!—Esta vez me ayudaste, te prometo una cosa.Isaac la miraba escéptico, —¿En serio?Natalie asintió, —Sí.—Entonces, ladra como un perro para enseñarme tu sinceridad.Natalie alzó las cejas, la cuerda en su mano se tensó un poco, —No sé ladrar, ¿por qué no me enseñas?Isaac se mofó, —Ya sabes hacerlo, ¿no? Al fin y al cabo... Es la primera vez que veo a una mujer tan perra como tú.Natalie: —...Si no le hubiera necesitado para curar a Mafresa, ya le habría dado una paliza.Medio mes después, regresaron a Imperialia.Natalie llevó primero a Isaac al chalet de Leonardo, pero el guardia de seguridad del chalet les dijo que se había mudado.Natalie frunció el ceño y, antes de que pudiera decir nada, Isaac se burló: —¿Te está evitando a propósito?—¡Cállate!Natalie preguntó al guardia de seguridad si sabía adónde se había mudado Leonardo y, al recibir una respuesta negativ
—Me alegro de que esté aquí, me alegro mucho...Michela la soltó y le secó las lágrimas de la cara, —Entra primero, yo llamo a tu papá y le digo que estás bien.Después de llamar a Ángel, Michela se sentó en el sofá y miraba con ojos rojos a Natalie.—Natalie, ¿qué pasó? ¿Qué pasó en Antártida? ¿Por qué no nos dijiste que ibas a Antártida? ¿Sabes lo triste que me puse cuando me enteré de que habías tenido un accidente?Dijo Natalie con culpabilidad, cogiéndole la mano.—Mamá, siento haberles preocupado, les prometo que no lo volveré a hacerlo.Le contó a Michela lo que había pasado en Antártida, pero no le dijo que Ernesto había enviado a alguien para matarla.No quería que la familia Silva se enemistase con la familia Santos por ella, y quería resolverlo ella misma.Sin embargo, solo el hecho de que se había encontrado con osos pardos y casi había muerto en una avalancha asustó mucho a Michela.Al ver a Isaac atado por Natalie, se sorprendió.—Natalie... Él...—Es el médico del que te
Apretó con fuerza la mano del móvil, y se sintió inquieta.《¿Le pasó algo a Leonardo?》Si no, no entendía por qué no contestó a su llamada.Tras dudar un momento, se levantó y bajó las escaleras.Michela estaba viendo televisión en el salón y se sorprendió al ver que Natalie bajaba las escaleras.—Natalie, ¿qué pasa?—Mamá, quería preguntarte... ¿Volvió Leonardo a Imperialia?Al ver la preocupación en los ojos de Natalie, Michela frunció el ceño, —Natalie, ¿por qué preguntas por él de repente?Natalie se mordió el labio inferior y le dijo a Michela que Leonardo y ella se habían reconciliado en Antártida.Sin embargo, al oírlo, la cara de Michela se puso más seria.—Natalie, está saliendo con Chloe.—¿Qué? ¡Es imposible!Natalie se quedó de piedra. Si a Leonardo le gustara Chloe, no habría ido a Antártida a buscarla. Debía de haber algún malentendido.—Natalie, no sé qué pasó entre ustedes dos, pero él está saliendo con Chloe y son muy enamorados.Al principio, Michela también se había
El hombre que prometió amarla para siempre en Antártida, ¿cómo era posible estar con otra mujer?—... No lo creo, voy a verlo en persona.Con eso, Natalie ya se había dado la vuelta y avanzaba a trompicones hacia la puerta, sin oír siquiera que Michela la llamaba.Mirando a su espalda, Michela se preocupó y se apresuró a llamar a Javier.Natalie fue detenida por Javier en la puerta de la familia Silva.—Natalie, te llevo.Iba a convencer a Natalie de que no fuera a ver a Leonardo, pero la conocía lo suficiente, si ella no lo veía con sus propios ojos, no se lo creería.Pero... La imagen de que Leonardo estaba con otra mujer era demasiado cruel para ella...Natalie miró a Javier sin comprender y, después de mucho tiempo, reaccionó a lo que había dicho.—... Bien.De camino a ver a Leonardo, Natalie estaba mirando callada por la ventana, sin saber qué estaba pensando.Javier intentó consolarla, pero no lo logró.Hasta que paró en el chalet donde Leonardo y Chloe vivían juntos y dijo con
En el momento en que cruzaron sus miradas, el corazón de Natalie se hundió.Porque Leonardo la miraba sin el amor como antes, solo había extrañeza e indiferencia.—Leo...—¿Quién eres?Leonardo la miró con el ceño fruncido, no sabía por qué, en el momento en que vio a esta mujer, hubo una sensación incómoda indescriptible en su corazón.No le gustaba esa sensación e incluso detestaba a la mujer que tenía delante.Natalie notó el cambio en sus ojos, y aunque creía que Leonardo estaba haciendo esto por alguna razón, se sintió herida por su gélida mirada.—Leonardo, soy tu novia.En este momento, Chloe no pudo evitar decir: —Señorita Silva, es la primera vez que veo que una mujer tan ansiosa por ser amante como tú.Natalie no le hizo caso a ella, se fijaba en Leonardo y dijo: —Prometimos estar juntos para siempre cuando estábamos en Antártida, ¿lo olvidaste?Al ver su mirada llena de tristeza, a Leonardo le dolió el corazón, un sentimiento que le incomodó.—No te conozco, es imposible que