Al oírlo, Sahúl golpeó la mesa con rabia.

-¡Michela, no me acuses! Si no tienes pruebas, ¡puedo demandarte por difamación!

Michela enarcó una ceja, -Estábamos teniendo una discusión casual. Señor Guerrero, ¿por qué estás enfadado? ¿De verdad lo has hecho?

-¡Tú!

Sahúl señaló a Michela, cuando iba a decir algo, una voz helada sonó en sus oídos.

-Señor Guerrero, por favor, baja las manos.

Sahúl giró la cabeza mirando a Natalie, -Pensaba que era un perro ladrando, pero es la hija adoptiva de la familia Silva. Aunque el Grupo Silva pertenece a la familia Silva, nosotros como accionistas no somos decoraciones, no te toca hablar aquí.

Después de decir eso, recibió una bofetada.

Antes de que la gente pudiera ver los movimientos de Natalie, una marca roja apareció en la cara de Sahúl.

Sahúl se quedó helado, como si no esperara que alguien se atreviera a pegarle.

-¡Natalie, te atreviste a pegarme! No eres más que una perra criada por la familia Silva...

Antes de que pudiera terminar la frase, re