Becca había vuelto al apartamento y Neal la esperaba con una mirada llena de preocupación. Era evidente que algo no iba bien y Becca sabía que había algo que Neal estaba ocultando. Se habían prometido sinceridad, y ahora estaba ansiosa por obtener respuestas.—¿Vas a empezar a contarme la verdad sob
El tiempo avanzaba rápidamente mientras me preparaba para mi viaje a Miami. Cuando llegó el sábado por la mañana, ya tenía todo empacado; los regalos estaban envueltos y todo estaba listo para partir. Sin embargo, ahora dudaba si estaba verdaderamente preparada para enfrentar esta nueva etapa.Tomán
El vuelo transcurrió más rápido de lo anticipado, y cuando las ruedas del avión tocaron la pista de Miami, ansiaba ver a todos. Estaba deseoso de abrazar a Allegra y compartir el tiempo que tanto necesitaba con ella.—Si esperas aquí un momento, cariño, me aseguraré de que carguen todo en el auto y
JaimeMe notificaron cuando el avión de Becca aterrizó en el aeropuerto de Miami. Me enteré de que aún estaba en camino aquí, y quería estar al tanto de cada paso que daba. No era que la estuviera acosando; simplemente quería asegurarme de que estuviera segura, de que nadie pudiera hacerle daño.No
Becca no sabía bien qué esperar cuando se levantó temprano al día siguiente. Se deslizó fuera de la cama con la intención de visitar a James. Neal todavía estaba durmiendo cuando salió de la habitación, pero antes de llegar a la puerta, escuchó su voz detrás de ella.—Vas a verlo, ¿verdad? —preguntó
Becca. Cuando me detuve frente a la mansión Valentino, no sabía qué esperar. Tally me esperaba dentro, pero a pesar de que le había dicho que iría, eso no disipaba mis dudas sobre lo que estaba haciendo.Todo lo sucedido con James seguía dando vueltas en mi cabeza. Había actuado de manera desastrosa
Ella asintió con la cabeza, encogiéndose de hombros, y suspiró.—Puedo entender por qué pensaría eso, dado que tú y Neal están juntos, pero si hubiera visto tu vientre, debería haber sabido que estás más avanzada de lo que habría sido posible si estuvieras embarazada de Neal.—Lo sé —respondí en voz
Becca.Un torbellino de emociones me recorrió mientras el caos consumía la casa de James. La madera crujía al romperse, el cristal estallaba en pedazos y los gritos inundaban la residencia.Hombres vestidos de negro irrumpían por todas las entradas, apuntándonos con sus armas, dejando claro que no e