—Maldición —exclamé en voz alta, frustrado conmigo mismo.¿Cómo permití que esta mujer se metiera tan profundamente bajo mi piel?¿Cómo pude enamorarme de ella?Mi vida estaba enredada y no veía forma de arreglarla. Incluso si me marchara al extranjero y tratara de olvidarla, sería imposible. Su ros
BeccaUn estruendo rompió mi sueño en mitad de la noche. Al principio, no pude identificar el origen del ruido, pero mi mente, gradualmente más alerta, me hizo consciente de que alguien martillaba en la puerta de mi casa. Miré el reloj y, con un gemido, noté que eran cerca de las 5:00 de la mañana.
—Sí, la tenía.—... Pero decidiste quedarte, ¿verdad? —preguntó, con curiosidad.—Tú eres más importante para mí, Becca.No pude evitar notar la preocupación en sus ojos, como si estuviera tratando de entender por qué estaba aquí. Y, de hecho, había algo más detrás de mi visita.—¿Estás bien? —pregu
JaimeDespués de poco más de una semana, Tally y el bebé finalmente estaban en casa. El niño demostró una fortaleza inesperada al salir adelante a pesar de haber llegado unas semanas antes. Aunque temíamos que pasara mucho tiempo antes de que volviera a casa, nos sorprendió a todos. El médico califi
—Pensé que había aclarado que no quería volver a verte en mi oficina —suspiré mientras mostraba el disgusto en mi tono de verla.—No es como si realmente tuvieras otra opción ahora, ¿verdad? —ella sonrió en su respuesta. —Papá quería venir a matarte, pero lo convencí para que me dejara ir a verte.M
BeccaEl momento en que finalicé mi último examen marcó el instante en que sentí que me liberaba de una pesada carga. No podía creer que, tras todo el esfuerzo invertido en obtener mi título, estuviera un paso más cerca de concluir todo esto. Una sonrisa iluminó mi rostro mientras salía por esas pue
—Quizás —dijo encogiéndose de hombros con indiferencia. Caminamos hacia el edificio. No estaba segura de qué esperar, pero conociéndolos a ambos, tenían algo en mente.Tan pronto como entramos, fui envuelta en un abrazo de Allegra, con su rostro sonriente mirándome mientras yo inspeccionaba el apart
BeccaCuando acepté la invitación de Neal para la noche, no tenía idea de qué esperar. Lo que definitivamente no me imaginaba era que viajaríamos en su avión privado desde Nueva York hasta la ciudad, solo para ser recogidos por una lujosa limusina al aterrizar. Tampoco anticipaba que acabaríamos en