Caidas

Capítulo 2

Les serví la comida pero tuvieron que irse del lugar antes de terminar gracias a una oleada de personas que entraron gritando en su búsqueda con gran euforia.

Maggie se fue antes ya que íbamos a cerrar y Sarah se quedó limpiando las mesas mientras yo recogía la cocina.

— Habla la chef más fracasada del mundo — respondo a la llamada

— que manera más creativa de responder una llamada, ¿a qué hora sales del trabajo?, pensé en pasar a traerte.

— Alex.. hoy es el concierto, ya voy en camino.

— quiero que estés en el apartamento antes de media noche — dice en tono severo

Corta la llama antes de poder responder, lanzó el delantal a un perchero y cierro todas las puertas.

— vamos, tenemos que ir a tu gran concierto.

— ¿no vas a comer nada? — pregunta antes de salir

— la verdad no tengo hambre, tal vez de regreso.

Entramos al auto y nos dirigimos al concierto, había gran tráfico al igual que una larga fila para encontrar estacionamiento.

— agradezco que estemos en primera fila, no hay tantas personas.

— eso es lo divertido de un concierto — Sarah me lleva hasta nuestro lugar

— lo sé, sabes que amo ir a conciertos pero no cuando mis pies duelen al igual que mi cabeza — reniego

El concierto abrió con un grupo que hacían algunos cover de las bangles, fue algo interesante y me hizo olvidarme de las miles de quejas que pasaban por mi cabeza.

Todo fue mejorando hasta que finalmente salieron ellos, el castaño tocaba la guitarra, el rubio la batería y el pelinegro era el vocalista y también tocaba el bajo.

Los gritos de euforia llenaban el lugar además de las fantásticas canciones que tocaban, la sonrisa del castaño era cautivadora y hacia que todas se derritieran al verla, el rubio no quitaba la mirada de la batería y el pelinegro era todo un espectáculo, con tal solo respirar todas caían a sus pies.

— no me estoy sintiendo bien — me recuesto en Sarah

— vamos, ya casi termina el concierto.

— ¿acaso hay más personas?, porque siento qué hay más personas.

Observo a mi alrededor y había una gran multitud que se vino hacia adelante en el transcurso del concierto.

Genial los dólares extras que pagamos por estar en primera fila no sirvieron de nada.

La música sonaba con eco y todo daba vueltas, me sentía sofocada, mis pasos no eran estables y tenía la sensación de caer hasta que algo golpeó mi rostro y caí por completo.

———————————

Sarah

Al ser el último concierto de su gira el lugar se llenó más que de costumbre y lo sabia con exactitud, investigué y vi cada uno de sus conciertos en Europa.

Noah se había quitado la camisa y todas, incluyéndome gritamos al ver que iba a lanzarla, estaba tan cerca, estaba segura que a tomarla.

Su cuerpo atlético me deja anonadada, cada parte de su abdomen perfectamente trabajado.

— ¡tómala Jane!

Grito al ver que la camisa impactó en el rostro de Jane pero mi sonrisa desvanece al ver que cae al suelo.

— Jane, Jane — intento levantarla pero no reacciona

Una rubia con una camisa de la banda se acerca nosotras del lado que divide el escenario del público.

— ¡oye, trae a tu amiga, vamos a ayudarla! — la rubia grita haciendo que los de seguridad habrán pasó entre la multitud.

Uno de ellos me ayuda a levantar a Jane  y nos dirigimos hasta los camerinos, esperamos un momento a que logre reaccionar mientras ella da vueltas por el lugar y habla por teléfono.

Aún se escuchaba la música, el concierto seguía con normalidad.

——————————

Jane

— siento como si un elefante caminará sobre mí — me sujetó la cabeza y abro los ojos

— ¡al fin, estas despierta!

— ¿dónde estamos? — observo al rededor, ya no estábamos en el concierto y no había música

— estamos en uno de los camerinos, toma te hará bien.

Me da un jugo de naranja y una galleta la cual como de inmediato, Sarah me explica todo cuando una rubia entra al lugar.

— ¡que bien, estas despierta!, lamento tanto el incidente, les ofrezco entradas para el after, son exclusivas además de una camisa firmada por la banda.

— eh.. gracias.. — digo con confusión y Sarah la toma con alegría

— ¿cómo te sientes?

Jane creo que piensan que vamos a demandarlos.

Comienzo a reír en mi interior ya que era obvio lo que hacían.

— tranquila, no fue por el golpe de la camisa, no he comido nada y no he tomado líquidos eso junto a las personas y el calor ocasionó que me desmayara, pero muchas gracias por las cosas.

— bueno, un auto las puede llevar si desean — esboza una sonrisa

— no creo que sea...

— ¡nos encantaría! — chilla Sarah

— ¿y tu auto?

— luego vengo por el.

— Sarah tengo que estar antes de media noche en casa.

— media hora tarde, vamos es Alex no tu madre, no tiene derecho a ponerte horarios.

— pero pasamos a mcdonalds porque tengo hambre — reniego

— te amo Jane Evans — me da un abrazo y salimos del lugar.

Nos subimos a un auto parecido a una limusina pero más pequeña, pedimos pasar a comprar comida por lo que el chófer nos vio de manera extraña pero no le tomé importancia, necesitaba comer.

No tardamos mucho en llegar a una gran casa con luces de colores alumbrando sus paredes blancas.

— amo los conciertos pero odio las fiestas — digo mientras bajo del auto

— ya llegamos aquí, no podemos

irnos — Jala de mí y me lleva hasta adentro.

Alguien de seguridad pide nuestros pases y entramos, habían muchas personas, algunas fotografías de la banda adornando la casa y música de todo tipo que dejaba a las personas poder bailar mientras bebían.

La mayoría hacían eso beber en exceso aunque algunos fumaban en las esquinas.

Observo detenidamente los póster colgados en especial una en blanco y negro que enfocaba al guitarrista, su cabello caía en su frente, su cuerpo atlético muy bien trabajado se notaba a simple vista.

— ahí están — me señala al segundo piso en donde estaban los integrantes de la banda.

Estaban solos junto a un par de botellas y latas, no parecían disfrutar de la fiesta.

— Jane no vamos a ir ahí, no nos van a dejar pasar — me detiene Sarah al ver que me dirijo hacia donde se encuentran

— claro que si, me hicieron pedirles disculpas ahora es mi turno, nadie hace disculparse a Jane Evans, nadie — remarcó lo ultimo

Arrastró a Sarah hasta llegar a las escalera del lugar en donde había otra persona de seguridad.

— no pueden pasar.

— creo que si puedo, ellos me deben algo y después de obtenerlo voy a irme, lo prometo.

— de verdad no puedo dejarlas subir.

— James, deja a las chicas pasar por favor — dice la rubia

Nos abre el pasó y subimos, cómo había visto solo estaban ellos ahí, ¿cuál era el punto de una fiesta si no la disfrutas?

— pensé que estabas muerta — dice el rubio con diversión

— solo vengo por una disculpa y después me voy.

— ¿así qué una disculpa? — se levanta el castaño dejando de lado la guitarra

— es eso o la guitarra en forma de disculpas — intento no intimidarme ante la gran estatura del castaño

— ¿para qué quieres una guitarra? No debes ni saber como usarla — comienza a reír junto a los otros

— no tengo ánimos de mostrar mis talentos, solo quiero una disculpa por el golpe.

— lo siento... ¿cuál es tu nombre? — pregunta el pelinegro

— Jane.

— lo siento Jane, no era mi intención causarte daño.

— gracias — esbozó una sornisa — que disfruten su noche.

Me doy la vuelta y me dirijo a donde está Sarah, mis piernas temblaban pero no quería demostrarlo.

— vámonos ya — susurro antes de tomar su mano.

Mi valor había desvanecido y solo quería salir corriendo del lugar, comenzamos a dirigirnos a las escaleras en donde un grupo de chicas suplican por subir pero James se niegan.

— ¡castaña! — escuchó una voz ronca y volteo a ver

— me llamó Jane.

— bueno Jane, es toda tuya — me entrega la guitarra.

— ¿estás loco?

— es tuya, tómala.

— no puedo tomar tu guitarra.

— ahora ya no es mía, puedes hacer lo que quieras con ella — la deja en mis manos

— gracias, castaño.

— Lark, me llamó Lark.

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