Narra Megan

Mi corazón está a mil por hora, ni en un millón de años hubiera pensado que Duncan me pudiera volver hacer sentir así.

Han pasado unos cuantos años desde que nos conocimos, ya no soy una jovencita pero tampoco soy una abuela. Creo que estoy en mi mejor momento, al menos así es como me siento.

Agradezco que la sobremesa se alargase tanto, gracias a eso el general no paso a verme está noche. Hoy he tenido suerte, mañana ya veremos..

Me despierto muy temprano, atiendo a los niños, estoy nerviosa nose si accedera a qué Duncan pueda ver a sus hijos y más que yo lo pueda volver a ver y menos sin su supervisión.

Aún así tengo que intentarlo, preparo todo lo necesario, cruzo los dedos y me dirijo hacia su despacho.

Cuando llegó a la puerta, está se abre de golpe, de su interior sale Tim y la capitana, está última se está colocando la falda que lleva puesta.

No quiero ni voy a decir nada, mientras esté con ella se olvidará de mi. Eso es lo que más deseo en todo el mundo.

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