"¡Ay, ay, ay!"

Melanie se frotó la frente y su pequeño rostro hizo una mueca cuando, exasperada, dijo: "¿Por qué siempre me estás maltratando?"

"¡Date prisa y ve a traerme algo de comida!”

Frederick amenazó con fiereza.

"Está bien, bien, ¡me iré!"

Melanie se resignó a caminar hacia la mesa del comedor y darle de comer a Frederick una cucharada a la vez.

Frederick se reclinó contra el sofá con sus ojos penetrantes mirando fijamente el bello y hermoso rostro de Melanie sin el menor intento de ocultarse. El pequeño rostro de Melanie se sonrojó gradualmente. ¿Por qué este tipo la miraba así? Si no hubiera sabido que Frederick era ciego, Melanie habría dejado caer sus cubiertos y habría huido.

La comida finalmente había terminado. Melanie se sintió aliviada. Después de limpiar la mesa y salir de la habitación, se encontró con Sean. Con su rostro elegante y hermoso, miró a Melanie y sonrió.

"Melanie, ¿te sientes mejor?"

Melanie dijo: "Me siento mucho mejor. Gracias por su preocupac