Kaylee intentó alejarse de él cuando se acercó a ella para volver a besarla. Ella sollozó y negó suavemente mientras intentaba mantener la distancia entre ellos. Dante soltó un fuerte suspiro para finalmente jalarla de los brazos y acorralarla en una pequeña esquina de la habitación. Ella respiró con fuerza y lo observó directamente a los ojos mientras susurraba unas cuantas frases inentendibles para él. Esa noche estaba dispuesto a todo con ella y lo haría todo si ella se lo permitía.
—Esta noche— susurró él mientras deslizaba sus manos por la fina cintura de Kaylee. — eres mía. — dijo con una voz ronca, completamente cargada de deseo y oscuridad. — hace mucho tiempo que estoy ansioso por poder tocarte, por poder acariciarte y complacerte como lo hacía hace tiempo.
—Dante... — susurró ella mientras sent
Los labios de Kaylee se abrieron de golpe soltando un poderoso gemido cuando él finalmente entró dentro de ella. Llenándola de su poderoso y rudo ser. La tomó de las manos y unió suavemente sus manos con las de ella mientras la embestía con fuerza y le besaba el cuello con pasión.La habitación estaba completamente cargada de gemidos y de la deliciosa aroma de la vela de cereza que iluminaba con delicadeza la habitación mientras se fundía sobre la mesa. Kaylee gimoteó al sentir la pequeña mordida de Dante sobre su cuello, su espalda se curvó y buscó con desesperación los carnosos labios de Dante.Él notó su desesperación y tomó los húmedos y temblorosos labios de Kaylee. Él sabía lo que a ella le gustaba y se lo daría. Sabía que ella necesitaba sentirlo, sentir sus besos y sus caricias.Ella
La cabeza de Dante daba vueltas desde la noche anterior. Había herido a Kaylee y lo sabía. Wendy no le respondía los mensajes y él sabía que ella estaría con Wendy. La había pasado súper bien con ella, le había encantado pasar tiempo con ella de nuevo pero sabía que lo había arruinado con sus estúpidos mensajes. Sabía que lo había arruinado y que ella no volvería a buscarle.Sus finanzas estaban por los aires, estaba ganando tanto dinero que nunca había imaginado que podría ganar tanto pero en especial ese día se sentía de la mierda. Sentía que había engañado a dos mujeres a pesar de saber que solo había engañado a una. Se estaba volviendo loco por saber algo de ella. Quería ver a Kaylee y sabía que tenía que hacerlo para poder explicarle todo. Tal vez si él le explicaba que é
Sus pensamientos estaban completamente enredados entre lo que estaba bien y lo que estaba mal. Sabía lo que tenía que hacer pero no quería hacerle caso a lo que se supone que debería de hacer. Dante sería padre de tal vez una niña o un niño hermoso, el problema era que posiblemente ella tendría que dejarlo vivir su vida. Y eso implicaba tener que alejarse para siempre de él.Se sentía como una completa estúpida al haber creído que ambos podrían vivir felices algún día. Lejos de todas las personas que les habían hecho daño, que ambos se apoyarían en cualquier alocada idea que tuvieran y sobre todo tendrían la oportunidad de hacer sus vidas llenas de amor y quien sabe, tal vez algún día se casarían y armarían una hermosa familia juntos.Probablemente su relación había terminado desde el
Kaylee entró con su rostro totalmente serio al restaurante. Todos la miraron con confusión y susurraron unas cuantas cosas. Sus sentimientos estaban completamente destrozados. Sentía que un camión le había pasado encima y había destrozado todo dentro de ella, aunque sabía que la vida tenía que seguir, sentía que ya no podía continuar. Ya habían pasado dos días desde que había visto a Dante, Sabía que probablemente él seguía su vida con normalidad y ella lo único que estaba haciendo era sufrir, tenía que encontrar un modo de poder salir adelante después de él.Sabía que sicontinuaba pensando en él terminaría más triste de lo que ya estaba. No había visto a su novia, no por qué no había tenido oportunidad sino que le daba miedo el hecho de darse cuenta de que tal vez esa muj
Dante se llevó las manos hacia la cabeza por solo un momento. Maldijo en pequeños susurros y le sonrió de mala gana al doctor. Su novia en cambio estaba completamente feliz y mantenía una gran sonrisa en su rostro.Dante observó las paredes del hospital y pensó en una manera de poder escapar de todo eso pero de cierta forma no había manera de escapar. Él solito se había metido en eso y ahora tenía que afrontar todas las consecuencias de sus actos. si algo sabía que había hecho mal era haber conocido a esa mujer, haberla aceptado, haberse acostado con ella, haber aceptado una relación con ella y sobre todo creer queella se estaba cuidando cuando en realidad no era cierto.Había hablado con ella y ella había confesado que había dejado de cuidarse hace meses para poder darle esa sorpresa a Dante. La mujer estaba loca yni siquiera&
Dantecaminópor los largos pasillos del hotelmientras revisaba su teléfono celular. Algunos empleados que lo veían hacían una pequeña reverencia y huían por completo del lugar. Él no estaba de humor y se podía notar en su presencia. En su caminar y en su penetrante mirada.Los negocios iban a la perfección pero su vida personal era un completo desastre. Tenía ganas de mandar todo a la mierda y buscar bajo cada piedra hasta que finalmente la encontrara. Había contratado a varios investigadores y aún no podía conseguir nada que él no supiera.Entró al elevador y recargó su cabeza en la pared metálica de este. Maldijo levemente y volteó al ver a la mujer a su lado. A su novia.— ¡Por fin te encuentro amor!—dijo ella.—Te dije que te quedarás a descansar en c
Los ojos de Ricky fueron atraídos rápidamente hacia la chica de cabello rojo. En la miró con una gran sonrisa y asintió rápidamente mientras se cruzaba de brazos, soltó una pequeña risa y comenzó a aplaudir lentamente. La mujer que estaba frente a él era la mujer que había conocido hace meses.—Comienzo a creer que te miras más hermosa de negro. —dijo mientras reía. Kaylee soltó un pequeño suspiró y se llevó a la boca una gran pedazo de sushi. Arrancó de su cabeza la peluca de color rojo y suspiró.Era el día libre de ambos y habían decidido que pasarían el día en el pequeño departamento de Kaylee. Era una cita completamente tranquila.—Oh, olvide traer el té—dijo ella para luego levantarse del sofá y caminar hacia la cocina. Ricky frunció el ceño
Kaylee se llevó la taza de café a los labios mientras encendía la estufa de la cocina. Ricky entró a la cocina con una gran sonrisa coqueta, como todos los días. Estiro los brazos de manera feliz y tomó la taza decafé caliente. Leregaló un pequeño guiño a Kaylee y sonrió ampliamente para después robarle un poco de café. Ella sonrió divertida y sacó unos cuantos huevos del refrigerador, chilló al darse cuenta que ya no había verduras suficientes para poder cocinar. Ricky se acercó a ella un con la taza de café entre manos y maldijo levemente mientras recordaba que no había hecho el pedido con el proveedor.—Mierda.— ¡Buenos días!—dijo su jefe al mismo tiempo que entraba a la cocina.—Buenos días —susurró Ricky con nerviosismo. — jefe, lo siento