Si siguieran viajando por períodos prolongados de tiempo, incluso los caballos y las vacas que tiraban de los carros no podrían soportarlo. Todos estarían agotados al segundo día, y algunos incluso podrían morir de agotamiento, por lo que este tipo de orden solo se daría en circunstancias especiales.

Aren se apresuró a regresar a los barrios bajos con Karen. Después de recoger sus pertenencias, los dos se dirigieron al mercado de caballos. Dada la situación actual, Aren decidió comprar un caballo de viaje decente por un precio treinta por ciento más alto que el precio de mercado para acelerar las cosas. Habían planeado despedirse de la sacerdotisa del Santuario de la Luz del Amanecer por la tarde, pero no había tiempo para eso en este momento; solo podían esperar que se encontraran de nuevo en el futuro.

Aren apenas logró reagruparse con el escuadrón de comerciantes antes de que abandonaran la ciudad, ya que reunir sus pertenencias y comprar un caballo tomó un poco de tiempo.

Aren pod