Hector Berlian
— ¡Quiero de una maldita vez el nombre de esa chica! ¡Quiero saber quién es, quienes son sus padres, todo! — exclamo enojado.
Esa maldita me dejó en ridículo frente a todos mis súbditos.
No lo voy a permitir, le daré una muerte lenta y dolorosa, comeré su corazón y tendré todo ese poder que se carga.
— Si señor... Tendremos la información lo más...
Empieza un vampiro del Consejo pero la voz de León lo interrumpe.
— Tengo la información que quiere Majestad.
Habla este, aplaudo en su dirección y miro con burla al resto.
— Por fin alguien competente. Dime todo lo que sabes León.
— La chica se llama Violet Black, sus pa
La vida transcurría con serenidad para la mayoría, en las sombras un antiguo Rey miraba a su esposa con un sentimiento indescriptible, lo que un día vivió, ahora lo veía frente a sus ojos, tan irreal y único como todos los recuerdos que su mente albergaba, a pesar de todo el tiempo que había pasado, todo venía igual de hermoso, con mayor intensidad y poder, en la casa del Alfa el lobo miraba a su mate disfrutar de la compañía de los que siempre fueron su familia, todo iba perfectamente, las piezas empezaban a encajar y la advertencia del rey de los vampiros aún no se cumplía.La rubia, hermana del Alfa acostada en el patio de la mansión con su mate a su lado miraba el cielo estrellado, pensando en lo mucho que habían luchado para mantenerse juntos, la llegada de su cuñada alegro a toda la manada, sin embargo algo la inquietaba, la esperanza de tener un hijo p
VioletSuspiro mirando la lluvia, es primera vez que veo que llueve aquí, y me encanta, el frío, las gotas cayendo y por supuesto el olor de la lluvia, me encanta, es perfecto.Hay pequeños momentos que son únicos, sin importar su simpleza te hacen sentir la verdadera felicidad de la vida.Todo es tan complejo y a la vez tan fácil a mis ojos.Pero sé que todo irá bienHay algo que lleva días rondando mi mente, y es el Rey vampiro, se lo despiadado que es por lo que me han contado, le pedí a Megan que me contara lo supiera porque aunque no quisiera, es mi mayor rival.Mi único rival por ahora, él dijo que se vengaría, y yo tengo miedo, aunque mi loba afirma que somos más fuertes que él, hasta yo dudo eso.Siento un beso en mi
VioletMiro la habitación ridículamente grande que me han dado, bueno, mejor dicho en la que me han encerrado por si quiero escapar.Esto es un asco.Estaré aquí perdiendo el tiempo hasta quien sabe cuándo y tengo que buscar a mi manada.«Tranquila, saldremos de aquí»Habla mi loba.«Hasta que al fin apareces ya me estaba preguntando si me habías abandonado»«No digas tonterías, estoy dentro de ti no puedo abandonarte»Responde haciéndome rodar los ojos.Miro a mí alrededor algo que pueda servirme para escapar pero no veo nada más que la cama, dos mesas de noche, una lámpara, y una pequeña estantería de libros.Libros.&n
Violet.Meto la mano en mi bolsillo palpando el collar de Regina, suspiro al comprobar que no se ha caído.Llegamos a la mansión y vamos al comedor, estuvimos un rato nada más afuera, ya tengo un día aquí, desde la noche de ayer, mentiría si dijera que no extraño a Kale.Suspiro y me siento al lado de Héctor quien mira con atención mis expresiones.— ¿No tienes familia? — pregunto algo aburrida.— No, sólo tengo un amigo, León. — dice y casualmente un chico de cabello rubio entra con la cabeza baja— Majestad. — dice este mirando con miedo a Héctor.— León, que bueno que llegas, siéntate. — dice y este obedece.— Esta es...?— pregunta Le&o
CAPITULO 21VioletAl salir de aquella mansión siento una punzada en el pecho, como si mi vida estuviera allí, aunque no lo estuviera, en tan poco tiempo todo se desmoronó, y por eso no puedo evitar que lágrimas salgan descontroladas de mis ojos, Sandler me envuelve en sus brazos y sé que ya no tengo que fingir que soy fuerte, cuando en realidad no lo soy, ahora sólo quiero llorar, no quiero ver a nadie, pero sé que eso no me ayudara en nada.Miro a Sandler que me ve preocupado y puedo ver sus ganas de regresar y darle un puñetazo a Kale.Se lo merece.Mi loba esta desconsolada, puedo sentirlo. Y yo, yo no estoy muy lejos de eso.— Todo estará bien Willow, el no te merece. — dice Sandler cargándome.Me apoyo en su pecho y asiento.
VioletMe despierto temprano como siempre y tomó mi bolso, salgo de mi habitación y miro el collar de Regina, dudo un poco pero finalmente decido ponérmelo. Al hacerlo empiezan a salir varias luces, divididas, una de color rojo fuego, una azul, y otra de color morado. Siento algo raro en mis ojos y una extraña energía empieza a pasar por todo mi cuerpo, abro los ojos al escuchar la voz de Sandler.— ¿Willow? ¿Qué tienes? — dice Sandler preocupado, este me ve a los ojos y los abre como platos frunzo el ceño y parpadeo.— Si... Estoy bien sólo... Déjame contarte. — digo y el no deja de ver mis ojos.Le cuento todo lo referente al collar y el asiente comprendiendo todo.— Ahora entiendo lo de tus ojos. — dice el suspirando.— &i
Violet3 días después.Ya habían pasado tres días desde que salí de la manada.Ya habíamos pasado por casi todas las manadas, pero ya era tiempo de ir a la nuestra ya que conmigo iban 2500 personas.Teníamos que descansar, instalarnos en la manada, no sé cómo estaría, así que aquí estamos, luego de tres días frente a las puertas de la manada.— Syran — llamó al pelinegro, este se acerca a mi rápidamente — Indícame como entraremos, me dijiste que tenía la esfera. — digo, el asiente saca un caja de madera, tendiéndomela.Abro la caja y tapó mis ojos por la resplandeciente luz azulada que sale de ella. Esta va cesando y yo dirijo mi mirada allí donde evidentemente una esfera de hielo
VioletHabía pasado una semana desde que llegamos a la manada, con ayuda de una de las manadas cercanas pudimos reconstruir todo, todo estaba en orden, ya estábamos instalados y estábamos empezando a prepararnos para construir el Instituto, el hospital y un orfanato.Todo estaba bien.Menos yo.Porque estar separada de mi mate tantos días ya empezaba a pasarme factura.Y yo no podía permitirme eso, no encontraba una solución, necesitaba restablecerme ya que una manada con un Alfa débil era una manada débil. Así que ahora me encontraba con mi beta y mi delta, también Zahira estaba presente para buscar una solución.No quería ver a Kale, mi corazón dolía cada vez que recordaba lo que hizo.— Entonces... ¿Qué