—Después de aparcar el auto, la tome en mis brazos subiendo por el ascensor a mi departamento el doctor ya nos esperaba, lleva revisándola un largo rato mientras mi desesperación crece, no aguante mi angustia y entre a la habitación ¿Qué le pasa doctor? ¿Por qué se desmayó?—Señor Rengel, en si no encuentro ningún problema en su cuerpo y por qué su descompensación debe de tratarse de algo más, debe darme autorización para poder hacerle una inspección a fondo—¿Qué clase de inspección?—Voy a quitarle la ropa y revisar alguna herida o cualquier otra secuela—No puede hacerlo, me acerque a ella le abrí un poco la blusa y palpe su implante, me sorprendí al ver que era totalmente diferente, le enseñe al doctor y el quedo im
—Mi cabeza dolía mucho, tanto que no podía abrir mis ojos, palpe en donde estaba y sentí la seda de la sabana, trate de incorporarme sin tener éxito unos brazos no me daban levantarme ¿Brazos?—Veo que ya te despertaste, dormiste mucho—¿Qué hago aquí Oscar? Mis ojos se abrieron con asombro al verme en una de sus camisas, en su cama y con él a mi lado. —Debo irme, trate de moverme, pero el mareo no me dejo tan siquiera bajarme de la cama— Quédate quieta, puedes hacerte daño—Debo irme, tu prometida puede venir en cualquier momento y no quiero causar problemas, es mejor que me vaya lo antes posible—Ella ya lo sabe, no tienes por qué sentirte mal por ella, el problema lo tienes tú al venir a mi ¿Crees que podrás escaparte f&aacut
—¿Quién es Becker?—Yo, su nuevo doctor de cabecera ¿Algún problema?—¿No era Pee el doctor de Lind?—Lo sigo siendo, pero Becker me ayudo a conseguir una mejora y el nuevo trasplante él lo entiende mejor, si no aceptas esas condiciones no puedes quedarte con Lind, no es tu juguete—¿Me estas amenazando? Los papales cambiaron ella, será mi juguete y se quedará conmigo hasta que yo quiera—Te estoy advirtiendo de lo contraproducente y pesado que es tener de nuevo a Lind, ya no es como antes, no puedes tratarla como tu juguete, seria orillarla a morir—No me importa, hare lo que tenga que hacer, pero ella no se ira de mi lado, no de nuevo, que tengan un buen día y ……. Señor Hudson dejé de esconderse hace mucho que lo vi, el
—Es un gusto verlo señor Rengel, no me lo imaginaba tan joven—No puedo decir lo mismo señor Swan, lo imaginaba un poco más maduro, un hombre un poco más “centrado”—No entiendo lo que dice ¿no le gusta mi imagen?—Disculpe por mis palabras creo que me malinterpreto, lo que quise decir es que me parece joven para ser un empresario de renombre—Gracias por el cumplido, siéntese—Vayamos directo al grano señor Swan, dígame para que me invito a un restaurant tan lujoso (propiedad de los Hudson)—Es muy directo señor Rengel, eso me gusta, digamos que le ofreceré un trato y una asociación “Usted me entiende” Somos hombres de negocios—No lo entiendo, puede explicarme—Pe
—¡Oscar!—Veo que te gusto venir a mi departamento, antes no habías venido jamás, en menos de un día me has visitado dos veces ¿Qué extraño? Vi a Lind en sus manos casi asfixiada, caminé lentamente hacia ella la agarre del cuello tal y como la tenía. Sostuve a Lind de la cintura con mi mano libre, el agarre de Rosalyn se aflojo de a poco y logre quitársela sin aflojar su cuello, te dije que lo único que podía mantenerme a tu lado es ese engendro y al parecer, mire el suelo, lo vas a perder—No podía creer que estuviera poniendo en peligro la vida de su hijo por esa mujer—Te advertí Rosalyn, no te metas con ella o te iba a quitar tu última carta para entrar en los Rengel—Cuando me soltó caí al suelo estrepitosamente sin aliento, algo empezó
—Pónganle más anestesia está despertando—No entendía dónde estaba, escuchaba voces sin poder identificar alguna voz, sentía que estaba como levitando sin poder moverme—Le hemos puesto demasiada anestesia puede afectar e feto, no queremos problemas con el señor Rengel—Me detuve en el mar de pensamientos, al diferenciar entre las voces el apellido de Oscar, dejé que mi mente encontrara la lucidez para despertar ¿Qué me están haciendo?—¡Qué gusto verla despierta! Al menos sabemos que no se murió y podrá pagar las deudas de sus padres—¡Doctor! el niño no respira—¡Maldita sea! Sabía que era riesgoso, que el neonatologo entre con lo necesario—Debemos llevarlo al
—¿Qué dijo? Entre dormida y despierta trate de preguntar por la respuesta que dio Oscar—No te incumbe, pero te diré que tu no le importas una mujer se escuchó de fondo ella se encargara del engendro, rogo por la vida de esta peste como si fuera su madre—Escuche claramente lo que dijo, sin embargo, no pude emitir palabra llore agradecida, aunque no me importa la vida de ese niño no debo ser tan cruel, para que el rey de la oscuridad vea mi último acto de bondad y en lago atenué mis pecados—Lo llevaremos con el oxígeno, aseguremos que le quede el último aliento de vida, para cuando lo tengan en sus manos se les vaya como el agua, no será nuestra culpa después de todo, solo un destino cruel para esta peste—Eres tan perverso—Doy amabilidad con creces. No d
—¿Por qué Lind está en ese estado? ¿Qué le hiciste? La estas matando, no te das cuenta—No fui yo Pee deja de gritarme, escúchame antes—Que tiene que decir en tu defensa, Lind no estaba bien antes de venir lo sabemos bien, ahora no puede ni contener su propia sangre llegando a un estado catatónico en su cuerpo, ella tiene una depresión severa hace mucho tiempo y ansiedad, me imagino que no te diste cuenta ¿verdad?—No me di cuenta señor Becker ¡Contento! Ella está asi por el bebé—¿Bebé? (Unísono)—Explícate bien Oscar que no te estamos entendiendo ¿Cuál bebé?—Escúchenme todos porque no voy a volver a repetirlo, incluyéndolo a usted señor Harper. Yo me iba a