—¿Quién es Becker?
—Yo, su nuevo doctor de cabecera ¿Algún problema?
—¿No era Pee el doctor de Lind?
—Lo sigo siendo, pero Becker me ayudo a conseguir una mejora y el nuevo trasplante él lo entiende mejor, si no aceptas esas condiciones no puedes quedarte con Lind, no es tu juguete
—¿Me estas amenazando? Los papales cambiaron ella, será mi juguete y se quedará conmigo hasta que yo quiera
—Te estoy advirtiendo de lo contraproducente y pesado que es tener de nuevo a Lind, ya no es como antes, no puedes tratarla como tu juguete, seria orillarla a morir
—No me importa, hare lo que tenga que hacer, pero ella no se ira de mi lado, no de nuevo, que tengan un buen día y ……. Señor Hudson dejé de esconderse hace mucho que lo vi, el
—Es un gusto verlo señor Rengel, no me lo imaginaba tan joven—No puedo decir lo mismo señor Swan, lo imaginaba un poco más maduro, un hombre un poco más “centrado”—No entiendo lo que dice ¿no le gusta mi imagen?—Disculpe por mis palabras creo que me malinterpreto, lo que quise decir es que me parece joven para ser un empresario de renombre—Gracias por el cumplido, siéntese—Vayamos directo al grano señor Swan, dígame para que me invito a un restaurant tan lujoso (propiedad de los Hudson)—Es muy directo señor Rengel, eso me gusta, digamos que le ofreceré un trato y una asociación “Usted me entiende” Somos hombres de negocios—No lo entiendo, puede explicarme—Pe
—¡Oscar!—Veo que te gusto venir a mi departamento, antes no habías venido jamás, en menos de un día me has visitado dos veces ¿Qué extraño? Vi a Lind en sus manos casi asfixiada, caminé lentamente hacia ella la agarre del cuello tal y como la tenía. Sostuve a Lind de la cintura con mi mano libre, el agarre de Rosalyn se aflojo de a poco y logre quitársela sin aflojar su cuello, te dije que lo único que podía mantenerme a tu lado es ese engendro y al parecer, mire el suelo, lo vas a perder—No podía creer que estuviera poniendo en peligro la vida de su hijo por esa mujer—Te advertí Rosalyn, no te metas con ella o te iba a quitar tu última carta para entrar en los Rengel—Cuando me soltó caí al suelo estrepitosamente sin aliento, algo empezó
—Pónganle más anestesia está despertando—No entendía dónde estaba, escuchaba voces sin poder identificar alguna voz, sentía que estaba como levitando sin poder moverme—Le hemos puesto demasiada anestesia puede afectar e feto, no queremos problemas con el señor Rengel—Me detuve en el mar de pensamientos, al diferenciar entre las voces el apellido de Oscar, dejé que mi mente encontrara la lucidez para despertar ¿Qué me están haciendo?—¡Qué gusto verla despierta! Al menos sabemos que no se murió y podrá pagar las deudas de sus padres—¡Doctor! el niño no respira—¡Maldita sea! Sabía que era riesgoso, que el neonatologo entre con lo necesario—Debemos llevarlo al
—¿Qué dijo? Entre dormida y despierta trate de preguntar por la respuesta que dio Oscar—No te incumbe, pero te diré que tu no le importas una mujer se escuchó de fondo ella se encargara del engendro, rogo por la vida de esta peste como si fuera su madre—Escuche claramente lo que dijo, sin embargo, no pude emitir palabra llore agradecida, aunque no me importa la vida de ese niño no debo ser tan cruel, para que el rey de la oscuridad vea mi último acto de bondad y en lago atenué mis pecados—Lo llevaremos con el oxígeno, aseguremos que le quede el último aliento de vida, para cuando lo tengan en sus manos se les vaya como el agua, no será nuestra culpa después de todo, solo un destino cruel para esta peste—Eres tan perverso—Doy amabilidad con creces. No d
—¿Por qué Lind está en ese estado? ¿Qué le hiciste? La estas matando, no te das cuenta—No fui yo Pee deja de gritarme, escúchame antes—Que tiene que decir en tu defensa, Lind no estaba bien antes de venir lo sabemos bien, ahora no puede ni contener su propia sangre llegando a un estado catatónico en su cuerpo, ella tiene una depresión severa hace mucho tiempo y ansiedad, me imagino que no te diste cuenta ¿verdad?—No me di cuenta señor Becker ¡Contento! Ella está asi por el bebé—¿Bebé? (Unísono)—Explícate bien Oscar que no te estamos entendiendo ¿Cuál bebé?—Escúchenme todos porque no voy a volver a repetirlo, incluyéndolo a usted señor Harper. Yo me iba a
—Isabella también dice amarla, y aun asi la maltrata y la deja a su suerte o intenta matarla para quedarse con lo suyo ¿Cuál es la verdadera diferencia?—Me quede helado y sin poder responder a la pregunta que hizo Pee, en verdad ¿Cuál era la diferencia? Soy un maldito enfermo obsesionado con ella y la tengo conmigo contra su voluntad, ironías de la vida y asi es como da vueltas—¿Qué paso Oscar, no puedes contestarme? No tienes una respuesta objetiva que darme, ¿porque la tratas asi? ¿porque no dejas que se recupere en paz con su familia? lo único que lograras es debilitarla más y su muerte será inminente—Cállate Pee, ella no morirá ella me a…….—Familiares del niño Rengel—Aquí doctora, soy su padre—Qué bueno señor Rengel, el niño llego con hipo
—Señor Swan ¿Qué debemos hacer?—Déjalo que se confié que piense que soluciono todo con la emboscada que me tendió, dale unos días de felicidad con su “familia” Luego le haremos saber el precio a pagar por sus malas acciones—Según nuestro informante, el señor Rengel está pensando en casarse con la señorita Lind, apenas salga de su cuadro criticó, los doctores dicen que eso más o menos sucederá en unas semanas, ella está muy débil—No te preocupes por eso, mi hija es muy fuerte y es la única que no es una estúpida sabrá que es lo mejor para ella, además debo convencerla para que regrese a mi lado, asi será más fácil quitarle su empresa—¿Sigues conspirando en contra de tus hijas? ¿
—Me quede sin palabras por un momento, procesando las palabras de Raúl, ¡Lind me ama! Eso es imposible Raúl, ella no puede sentir nada, me lo explico una vez que la cuidaba, ella no puede amar a nadie ni a ella misma—¡Pobre iluso!—Puedes decirme como quieras Raúl, sé que ella no p……….— Entonces explícame que fue lo ella dijo para rescatar al niño, dime sus palabras textuales, no notaste algo diferente en ella, eres tan denso muchacho—Sentí que me palmeo el hombro y salió del cuarto, me puse a pensar en todas las veces que la vi desanimada, deprimida, tan débil y…. ¡llorando! ¡Mierda! Como no me di cuenta antes, lloro y tuvo todas las reacciones de una persona normal ¡Emma!<