-Si no dejas de llorar, no te entiendo Mónica -me dice Marta riendo -eres peor que tu ahijada.Vuelvo a explicarle lo ocurrido, lo que me dijo Juanjo, pero debe de ser que hablo en idioma que no entiende.-Nena, él no quiere hacerte daño, te quiere demasiado -me coge las manos, yo niego con la cabeza -debiste de entender las cosas de otra manera.-Que no coño, que entendí bien -me levanto del sofá de la casita de la piscina de su casa, camino de un lado a otro -me dijo que era lo que le gustaba.Mi amiga se pone seria, delante de mí, cruzándose de brazos.-Escúchame bien lo que te digo, te voy a decir una vez las cosas y no las repito, joder Mónica que eres una puta cabezona -me grita -sé los gustos de Juanjo, al igual que sé los de todos. Él no le va hacer daño, no es eso.La veo andar con el móvil, algo escribe y espera respuesta, porque no para de mirar la pantalla. Le llega un mensaje y se guarda el teléfono.-Tengo permiso para hablar -levanto las cejas y la miro raro -a él le gu
Desde la sala de reuniones de nuestro pequeño bufete, tengo una vista perfecta de mi morena. Le gusta trabajar con la puerta abierta, se pone sus auriculares, su música y empieza a darle a las teclas del ordenador. No entiendo, como puede mezclar música con la contabilidad.Me quedo ensimismado viendo como tararea una canción, mientras se pelea con el ordenador.-Tienes cara de imbécil, mirando a nuestra socia -me dice Fernando, le sonrío y me encojo de hombros -según tengo entendido, desde hace dos semanas, sois muy asíduos al club -le miro levantando las cejas -es normal que hablen de ti, vas con otra que no es tu esposa.-Todos saben que estoy separado, además ella ha estado yendo estos años, con diferentes tipos -le digo dando un sorbo a mi café y volviendo mi mirada hacia Mónica -no es comparable a esa arpía -digo señalando hacia su oficina.-Cierto, es muy cierto. Por eso, el cotilleo no es que lleves a tu “amante”, si no lo guapa, simpática y “apetecible” de tu nueva conquista
Llegamos a la casa de acogida, todo está iluminado, mi madre no ha escatimado en gastos como le dije. No falta detalle, incluso de acabo de dará cuenta, que ha llamado a la prensa local.Sabía que mi madre, no me iba a defraudar con esta fiesta. Llevo a Juanjo a ver las instalaciones, antes de que lleguen todos los invitados. Me quedo mirando un atril frente a la puerta de la casa, según dice ella, es para decir un par de palabras, antes de destapar el nombre de la casa.Mi señora madre, estaba empeñada en poner un nombre, le dije que lo que ella quisiera, yo lo vería bien, al preguntarle cual eligió, me contestó que me tengo que aguantar, hasta el momento de la verdad.Poco a poco, va llegando gente conocida y no tan conocida. Mi madre contesta a las preguntas de la prensa, de la gente que se interesa por lo que ofrecemos a quien venga a pedirnos ayuda.Desde un rincón, veo todo lo que he hecho, con el dinero de ese desgraciado, sonrío y miro al cielo.-Ojalá te estés pudriendo en el
De camino al restaurante, voy repasando mentalmente todo lo que tenía planeado, por si me hubiera quedado algún cabo sin atar.-Te gustó la sorpresa del nombre al refugio? -le pregunto soltando mi mano derecha del volante, para que aterrizase en su muslo.-Sabías lo que había planeado mi madre? -le digo que sí, que me había buscado para que la asesorara -la verdad que sí, fue una bonita sorpresa.-Escucha… -no encuentro las palabras correctas -Elena siente que te ha fallado como madre, no estuvo a tu lado cuando pasó todo y ella ve esto, como una oportunidad de remendar el error -mi mira sonriendo -tu padre me comentó, que antes de darle el proyecto, tu madre intentaba no salir de casa, ponía mil escusas, se sentía mal.-Tampoco yo, se lo puse fácil -me acaricia mi mano -pero nunca la culparía de algo, que elegí, libremente -una lágrima se le escapa.-Cariño, necesitáis una conversación larga y extendida, donde no os quede nada por hablar -asiente con la cabeza.Entramos en la propied
Mientras tecleo en el ordenador, mis ojos no se cansan de mirar mi anillo de compromiso. Muchas veces, hablando con alguien, me doy cuenta que juego con él.-Jefa, puedo hablar contigo? -miro hacia la cabeza que se asoma por la puerta de mi oficina, ahí está la secretaria de Fernando, esa rubia que le hacía ojitos a Juanjo. Después de todo, no es tan mala como parece, le digo que pase y se sienta en la silla -necesito contarte algo.-Dime, quieres que avise a mis socios? -niega con la cabeza -vale, tú dirás.-Antes de nada, gracias. Al pedirnos hacer ese curso de informática, me di cuenta lo tonta que fui al dejar mis estudios -se encoje de hombros -tuve una adolescencia muy mala y mis padres no me dieron un alto.-Lo siento, no sabía -la miro con atención, dejó ese maquillaje tan llamativo, viste de sport pero formal, hasta cuando habla no parece una barriobajera.-Lo que quería decirte, es que me gustó volver a estudiar y hablé con mis padres -se frota las manos nerviosa -me van a a
Saludo a Petrov, mientras mi vista sigue en la pista. Mi morena sube al avión, quitan la escalera y cierran la puerta. En menos de diez minutos, veo como despega y pone rumbo a la capital.De camino a mi oficina, hablamos de temas de negocios, conversación sin interés.-Sabes algo que yo deba saber? -pregunto sin rodeos, cuando salimos del coche en mi parking, me rehúye la mirada, éste ruso sabe algo más de lo que dice.-Querían un fin de semana de chicas, es lo que sé -me dice colocándose la americana. Sonrío al notar, lo mal que miente.Entramos en el bufete y Fernando entra detrás de nosotros a mi oficina. Nos mira serio, con la Tablet en la mano.-Estamos jodidos, muy jodidos -sus palabras hacen que le miremos, esperando una explicación. Busca algo en la pantalla, respira hondo y nos los enseña -salió hace un par de horas, está por todo internet.Miramos la pantalla, fotos nuestras en los clubs, en fiestas privadas, pasan por delante de nuestros ojos. “Empresarios con dinero y gus
Marta y Silvia me inundan de enlaces de vestidos de novia. Si me siguen enviando más, os juro que me pongo a gritar como una loca.Debido al volumen de trabajo, no me puedo encargar de muchas cosas, mi horario de trabajo es el mismo que el de las tiendas. Juanjo me dijo que contratara un planificador de bodas, pero no quiero, ahora mismo, no me fío de que un desconocido, se entere de nuestros planes.Reuní a mi madre y la madre de Juanjo. Las invité a un café y les solté la bomba.-Me gustaría que os encarguéis vosotras dos, de los preparativos de la boda. No tengo mucho tiempo. Elegir lo que os guste, pero nosotros tenemos al última palabra -las miro, me miran calladas. Amelia con lágrimas en los ojos, me dice que encantada y mi madre, por su parte sin decir nada, me abraza -por ahora, lo único que elegí yo, fue la casa que va a diseñar mi vestido de novia.-Quiero verlo -dice mi madre, niego con la cabeza -no seas mala.-Cuando me avisen para la prueba, vamos todas -me río al ver la
Me duele la cabeza, me llevo la mano a la frente y me noto un vendaje. Abro los ojos y recuerdo lo último que escuché. Me levanto de la camilla y me encuentro la mirada de mi madre y de Amelia.-Donde te crees que vas? -pregunta mi señora madre, sin decir nada, me vuelvo a echar, sin dejar de mirarlas -eso está mejor, señorita. Te has dado un golpe en la cabeza, cariño.-Juanjo… -con lágrimas en los ojos miro a su madre.-No terminaste de escuchar lo que dijo el médico -me acaricia la cabeza y sonríe -tuvo una sobredosis, Marge se la produjo con todas las drogas que le adinistró. Se está recuperando, ahora necesita mucho descanso -me guiña el ojo -y mucho cariño -me hace un gesto, para que mire a la cama de al lado y le veo, mi corazón empieza a palpitar a mil por hora -hemos pedido, que os pongan juntos.Espero a que junten las camas y estiro mi mano, para agarrar la suya. Pido una manta, tengo frío y quiero dormir. En ningún momento, le suelto. Ya es mío.Mi madre me acomoda la almo