Mañana es viernes y no tengo idea de como decirle a Derek que iré al restaurante Fiorelle, he practicado en mi mente algún diálogo, pero tengo un sentimiento horrible de culpa, no sé que hacer, tengo que deshacerme de Saúl de inmediato y si no voy a ver qué es lo que quiere es capaz de venir hasta aquí y chantajearme con idioteces. 

–Casi lo olvido –murmuró Derek –. Mañana tengo turno de noche, así que me quedaré. 

–¿Mañana? –parpadeé.

Después de la cena venimos a ver una película a su habitación. 

–¿Pasa algo? –dudó al ver mi gesto.