Hora: 6:50 a.m.
—Zoe. Si no bajas ¡Ya! Te vas caminando.—gritó Eliz.
Ya era tarde teníamos que ir a la escuela y yo terminaba de meter los libros en mi mochila. Bajé a penas escuche su gritó.
¡Por dios! Que no se haya ido. No quiero ir caminando a mi primer día de clases.—supliqué—Corrí y cuando bajé, ya se había montado en su convertible. Me veía llegar y aun así tocaba la bocina «A veces puede ser tan irritante»
—¡Basta! Ya llegue ¡Dios! Eliz.—le digo montándome en su auto.
—No vuelvas a llegar tarde.—replicó Eliz, bajando sus lentes de sol un poco para mirarme.
—Ok. Ok
Siempre que vamos al colegio ella pone a todo volumen "Our Song de Taylor Swift" y hoy no iba a ser la excepción.
—¡Oh! Vamos Eliz. Bájale volumen que no andas con tus amigas.—exprese molesta. Está tan fuerte que los oídos me retumban.
—Sí no te gusta te puedes ir caminando.—expreso deteniendo el auto. No lo pensé y me bajé, ella arrancó al instante.
Faltaba poco para llegar al colegio y la verdad no me molesta caminar, por lo menos esto le hará bien a mi cuerpo y tal vez endurezca las piernas pero escuchar la irritante voz de Taylor Swift lo que me puede ocasionar son problemas auditivos a la larga.
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Llegué y todo era igual. Es decir; Misma personas, mismos grupos, mis profesores y los mismos compañeros de clase.
¡Qué fastidio! Ya quiero salir de aquí, no veo la hora que esto acabe. Demonios este malvado profesor no deja de hablar. Lo peor es que las primeras horas pasan muy lentas y en lo único que pienso es en irme a casa.
No quería seguir más aquí, pensé que este año iba ser diferente pero no, y lo peor es que Hannah no vino y no me llamó para avisarme. Ella sabe muy bien que no me gusta venir cuando ella no viene porque me siento sola y esa sensación la detesto. Solo pensar en soportar el instituto yo sola, me asusta.
Sonó la campana.
Suspiré de alivio
¡Dios! Por fin receso. Nunca había deseado salir tan rápido de un lugar. Me fui a comer, en el mismo lugar de siempre. En el solitario árbol que queda a cinco pasos de la mesa de mi hermana y sus amigas, verlas ahí con tantos chicos a su alrededor me recuerda que nunca voy a tener novio. A veces miró como ellas ríen con esos chicos y me siento tan pequeña pero luego recuerdo que solo están ahí por sus bubis y se me pasa.
Terminaron las clases y me acerque dónde estaba la artificial de mi hermana con Ava, Olivia y otras chicas. Ella como siempre no se dio cuenta que estaba detrás de ella. Hasta que Olivia me vio y le hizo señas que ahí estaba yo.
—¿Qué pasó? ¿Qué quieres, Zoe? —dijo Eliz, al voltear.
—Lo que quiero es irme a casa Elizabeth, ¿Me llevas?
—Aguarda. Ya nos vamos—expresó y siguió hablando.
No esperé ni un minuto. Cuando dice eso sé que miente además todas estaban muy entretenidas con su conversación “de quién es el chico más guapo del colegio” Me quería ir y opté por irme a pie. No iba a esperar que Elizabeth se dignara a llevarme.
«Además ¿Para qué esperar? Si primero iba a las prácticas de porristas y luego me llevaría, siempre me hace lo mismo»
Empecé a caminar, ya iba por el estacionamiento del colegio. Sólo quería llegar rápido a casa, no quería hablar con nadie y caminé rápido para que nadie me viera hasta que un chico en una motocicleta me empezó a seguir.
—¿Te llevo?—preguntó siguiéndome. Comencé a caminar más rápido.
—No. Gracias. Puedo caminar. —respondí, tenía algo de miedo pero no lo transmití. Era un desconocido, era normal sentirme así.
—Vamos, llegarías rápido para donde sea que vayas.
—¿Quién te dijo que estoy apurada?—pregunte fría.
—No hace falta que alguien me lo diga. Lo noto por tu caminar.—rió.
—Bueno es cierto, quiero llegar rápido a mi casa, pero no te conozco. No me puedo ir contigo así como así ¿Entiendes?—dije deteniéndose y volteando hacia él. El chico detuvo su moto.
—Muy cierto, pero eso lo podemos resolver ahora, mucho gusto Austin Cox—estiró su mano.—Voy al mismo colegio que tú y estaba sentado detrás de ti en clases de Química.
No sabía que pensar, una sonrisa quería salir pero no la dejé. No parece mal sujeto, de hecho es muy lindo. Tiene ojos verdes con cabello marrón lacio, alto y muchos músculos por todo su cuerpo.
—¡Mucho gusto Austin! Yo soy Zoe. Zoe Johnson.—dije estrechando su mano. Sentí confianza y dejé que fluyera la situación.
—Problema resuelto Zoe ¿Y ahora qué dices? ¿Te llevo?—dijo él sin parar de sonreír. Nunca antes había conocido a una persona que sonriera mucho.
—Eh, bueno está bien. Pero te advierto que si intentas algo llamaré a la policía.—amenace y él rió.
Me subí a la moto.
Me dio un casco y arrancó a toda velocidad. Yo me aferre a su torso, tenía mucho miedo de caerme. Nunca me había subido a una, hasta ahora claro.
Estar en su moto, sintiendo el aire rozar mi rostro. Me hizo recordar a Noah.
" —Zoe. Mira lo que me trajo Papá Noé.—llegó Noah emocionado mostrándome una moto de juguete.
—¡Grandioso!—sonreí.—A mí me trajo una Barbie, y se llamará Lucrecia —le comente y ambos al instante reímos.
—Ya verás que un día voy a tener una de verdad y viajaremos juntos por el mundo.—dijo Noah mientras sus ojos deslumbraban un brillo hermoso.
Emocionados con nuestros juguetes corrimos al patio a jugar. Entre risas y risas, le dio paso para marcar a mi corazón. Sí, Noah me besó. Fue un beso inocente y tierno pero aun así me enamoró"
Mi mente viajó a ese recuerdo. Y sí, eso ocurrió cuando apenas tenía 6 años había pasado mucho tiempo pero mi mente lo recordaba a la perfección, éramos muy pequeños pero aun así conocimos el amor.
Finalmente llegamos a casa. Tengo que admitir que Austin me cayó bien a pesar que todo el camino me rehusé a hablar con él. Hacía muchas tonterías para hacerme reír. Sin embargo, yo no tenía ganas de conversar.
Apenas estaciono la moto. Me bajé rápido dándole el casco, no quería que mamá me viera «si es que estaba en casa» Comenzaría con preguntas y era lo último que quería. Pero cuando Austin se quitó el casco para despedirse, inexplicablemente llegó mi hermana en su auto con sus amigas Ava y la perfecta Olivia.
¡Joder! Joder y joder ¿Qué hacen ellas aquí? Se supone que se tardarían, Se supone que tienen práctica de porristas.
Al verlas me aterroricé y al ver que venían hacia mí me congelo.Austin se bajó de la moto mientras se quedó mirando como Elizabeth venía hacia nosotros hecha una fiera, sin embargo ella al ver que estaba con un chico guapo bajo su temperamento.—¿Y él quién es Zoe?—preguntó mi hermana, al estar cara a cara conmigo. Reaccioné a escuchar su voz.—Es Austin, va a mi clases de química.—dije. Austin y Eliz no dejaban de mirarse, parecía que estaban solo ellos dos. Sin nadie a su alrededor.Despeje mi voz.—Como dije, él es Austin y es mi amigo—expresé poniéndome enfrente de Eliz para
ZoeIba con Austin en su moto, y ¡Dios! Huele tan rico que mi piel se eriza. Nunca había estado tan cerca de una piel masculina, y no tenía idea del olor que desechan sus poros.La casa de Hannah queda a tan sólo dos millas de la escuela. Yo podía ir caminando pero Austin insistió en llevarme. Tengo que confesar que estar con él me hace feliz a veces. Sí, solo a veces, Austin es genial pero no me acostumbro todavía a tener un chico guapo a mi lado. Aunque confieso que desde que lo conocí por primera vez ya no estoy sintiendo más ese vació que dejo Noah en mí.Suspiré.Llegamos.Me bajé y lo primero que detalle fue que no estaba su coche afuera c
Me levante temprano para ir al colegio como suele ser y mi única meta del día será disculparme con Austin. Bajé a la cocina usando lo de siempre un jean ajustado, camisa casual y zapatos deportivos. Busque a mi hermana pero ya no estaba, tuve que optar por irme en el autobús escolar y aquí voy. Juntos a adolescentes malolientes e inmaduros. Que no hacen otra cosa que burlarse de Camyl la chica nerd del colegio. Voy al lado de algunos miembros del equipo de fútbol americano, yo soy un poco como Camyl pero conmigo no se meten por ser la hermanita de Elizabeth. En ocasiones así no me quejo de ser su familia.Los chicos no paran de decir " La más tonta, la más fea ¿Cómo se llama? ¡Camyl!" Me enfurece no poder hacer nada. Camyl no para d
Salí.Me dirigí hacia las mesa con mi bandeja de almuerzo, compre un sándwich y una manzana como postre. Miré alrededor y ya Austin estaba sentado a dos metros de mí. Seguí mirando y dios, me di cuenta que tenía que pasar cerca de Ashley para llegar a él.Inhale y exhale aire.Camine con la cabeza en alto. Sin mirar a nadie iba directo a Austin. Me falta una mesa para pasar por donde Ashley y su grupo de amigas, mi corazón se aceleró pero al mismo tiempo me tranquilice al ver que ella en ningún momento me miro. Hasta que pasé por su mesa y se para enfrente con sus amigas trancándome el paso. ¡Dios! ¿Hasta cuándo ella?—¿Qué quieres Ashley?&md
NoahCorrí detrás de ella pero llegue tarde ya se estaba yendo con Austin. Y dolió verla irse con otro pero duele más aun saber que al parecer tiene alguien más en su corazón. Joder ¿Por qué no me atreví decirle que la amo? Fui un total cobarde pero más cobarde seré si no voy tras ella. Maldita sea. No puedo permitir que se vaya así como así sin que sepa que todos estos años no pare de pensar en ella. Que no pare en desear tenerla entre mis brazos como mujer.Fui y cogí mi moto para arrancar a toda velocidad, los alcancé en el segundo semáforo. Quede del lado izquierdo y ellos estaban a mi lado derecho, Zoe no se había percatado que estaba ahí hasta que escucho al imbécil de Austin hablar.—&iq
Austin.Joder. Son las siete de la noche y Zoe no llega. Como odio esta sensación de angustia que solo me hace pensar lo peor. Estoy sentado afuera en el escalón de mi puerta principal. Esperando que Zoe aparezca.Estoy afuera con frio y neblina que desciende de los árboles de la parte de atrás de mi casa ¿Por qué no la llamo? Ya lo hice, hace rato conseguí el número de Elizabeth y ella me dio el de Zoe, pero ella no responde. Estoy preocupado, no confió en absoluto en ese tal Noah. Sé que fueron amigos hace mucho tiempo pero las personas cambian, algunas para bien y otras para mal. No quiero decir que Noah sea mal tipo pero por lo que he escuchado, lo es. Y cuando el río suena es porque piedras trae. Eso es verídico.Me paré. Comencé a cami
Suspiré.Olvide el tema de Austin apenas vi acercarse a mí un automóvil rosa. Tengo que admitir que luego de llamar a Eliz, por primera vez sentí que le importo. Llego por mí, en menos de quince minutos. Me pare al ver su auto. Se estaciono enfrente de mí y me monté en un abrir y cerrar de ojos. No quería estar más ahí, me quería alejar de ese lugar lo más pronto posible.Al subirme no la mire. No le dije nada solo me limite a estar en silencio. Íbamos por la autopista y sentía su mirada pesada en mí. El ambiente estaba tenso, yo solo tenía la mirada regia a la calle.Minutos después llegamos a casa. Salí del auto. Sólo pensaba en ir directo a mi habitación hasta que escuche det
Pasaron varios minutos y ella aún seguía mirándome sin decir nada.—¡Vamos Eliz! Di algo. Si no te agrada que Noah y yo andemos, yo puedo terminar con el solo no te molestes conmigo. —dije acercándome a ella.—¡Cállate Zoe! No digas eso. Si Noah te hace feliz a mí me alegra ¡Sólo no quiero que te lastime! Noah no es buen chico Zoe.—¿A qué te refieres con que no es un buen tipo? ¿Te ha hecho algo?Elizabeth.Joder. No debí decirle eso. Me impacto que fueran novios, Sí. ¡Dios! Desde el primer momento que llego Noah, mi cuerpo lo deseo y tener sexo con él me ilusiono. Pero él me dejo muy claro que solo fue