AlexSabía que había miembros del Consejo afines a mi padre y a su forma de gobernar a la "antigua", que aprovecharían cualquier oportunidad para hundirme así que me preparé mentalmente para lo que pudiera pasar en la reunión. Sinceramente no me importaba mucho si me devolvían o no la corona. Para mi manada, los habitantes de Siderium, yo seguía siendo su Alfa y seguiría velando por ellos hasta el fin de mis días. Kass, Tyler y Eli decidieron acompañarme así que nos dirigimos en mi coche hacia el palacio, donde se estaban quedando los miembros del Consejo y donde tendría lugar dicha reunión. Cuando llegamos a los terrenos de palacio me dirigí al área habilitada para que las visitas pudieran aparcar. Ya no era el rey así que no tenía derecho a aparcar dentro. Nos bajamos y escuché mucha gente hablando pero pensé que con tantos invitados dentro era normal que se escuchara bullicio. Recorrimos los 300 metros que había hasta la entrada y cuando llegamos me sorprendió ver a un gran número
KassLenora y las demás miembros de su aquelarre me estaban ayudando muchísimo con mis dones. Desde que ella destruyó el supuesto amuleto que me había dado Odette, me sentía mucho más ligera y manejaba mis poderes con mucha más facilidad. Según nos explicó, el colgante era una especie de recipiente que absorbía mis dones .Cuanto más los usara con él puesto más los absorbía . Lenora estaba segura que Odette tendría pensado quitármelo en algún momento y quedarse con mis poderes. Afortunadamente, el anillo protector que me hizo Lenora había anulado parcialmente el poder del colgante.Jonas, junto con mi hermano, las zarinas y algunos miembros de su manada, se habían establecido en Siderium. Me asombró ver lo bien que las habían estado entrenando. La mayoría podría hacerle frente a un lobo en una lucha cuerpo a cuerpo. El tema de sus habilidades era otra cosa. Jonas no había encontrado mucho material sobre los dones de la zarinas con el que trabajar y estaba un poco perdido. El aquelarre
EliMiré el palito por cuarta vez. Dos rayas al igual que en los otros cinco que me había hecho y volví a leer por enésima vez las instrucciones. Mis manos temblaban inconscientemente. El resultado era positivo, no había duda. Recogí todo y lo tiré al cubo de la basura menos uno de los test, ese en el que ponía cinco - seis semanas. Después de que Tyler sufriera el ataque dejé de tomarme las pastillas anticonceptivas. Verlo al borde de la muerte me hizo darme cuenta de que quería todo con él y entre esas cosas estaba darle un hijo. El tema de la familia era algo delicado para Tay, él se había quedado solo cuando era todavía un niño y deseaba con todas sus fuerzas formar su propia familia. Yo, por mi parte, no estaba muy por la labor. Me había costado horrores asumir que una supuesta diosa a la que ni siquiera conocía había elegido por mí al que sería mi compañero de vida así que tener hijos y jugar a la familia feliz estaba fuera de mis posibilidades. Todos mis pensamientos se vinie
KassLlevábamos todo el día en Palacio con reuniones. Se había corrido la voz de que yo era una zarina y muchos miembros del reino venían a presentar sus respetos a los nuevos reyes y de camino a echarme un vistazo como si fuera un bicho raro. Yo odiaba estas reuniones protocolarias que no nos aportaban nada pero Alex decía que había que ser gobernantes accesibles y que era bueno llevarse bien con todo el mundo. Me fastidiaba que mi pareja fuera políticamente correcto y que no mandara a paseo estas estúpidas reuniones cuando seguíamos sin saber nada del cómplice de Odette. Para nuestra tranquilidad, Lenora había hecho varios conjuros para confirmarnos una visión que tuvo Savina en la que la bruja peli morada moría. En su visión, mi amiga la vio en muy mal estado con heridas que coincidían con las que le hizo Tyler y luego un hombre le daba el golpe de gracia y la mataba. Savi estaba casi segura que era el mismo hombre que había visto en los asesinatos de las niñas. Respecto a ese t
KassEra él, estaba segura pero, ¿qué hacía aquí?. Podía estar en peligro igual que mis amigos así que eché a correr hacia la entrada de la urbanización. Cuando llegué mis ojos no daban crédito a lo que estaban viendo. Los miembros de la guardia real y los de la seguridad de la urbanización estaban tumbados en el suelo inconscientes, o eso esperaba porque me negaba a pensar que estaban muertos. Linda estaba de pie, muy nerviosa y con lágrimas en los ojos. —Vamos Linda, no tengo todo el día — dijo con fastidio el hombre. Estaba de espaldas pero lo reconocí ,era él, era su voz,estaba completamente segura. —¿Will?— pregunté sorprendida. —¡Kassandra!, que sorpresa. No esperaba que te unieras a nosotros tan pronto— dijo el castaño con su característica sonrisa. —¿Tú has hecho esto? — pregunté señalando a mis amigos en el suelo a la vez que me acercaba a Leroy y comprobaba que respiraba. —Están dormidos, tranquila. El hechizo de protección no dejó que les hiciera nada más. En unas hor
AlexVi el cuerpo de Kass caer y no sé ni como llegué a tiempo para ponerme debajo y que su cabeza no chocara contra el suelo.Afortunadamente la barrera de protección había desaparecido y pude llegar a ella.Volví a mi forma humana y empecé a revisarla por si el malnacido ese la había herido. —Kass, Kass, despierta mi amor—Aparentemente no tenía ninguna herida. Los miembros de la guardia real y de la seguridad de la urbanización habían despertado y se encontraban desubicados. —Ya he llamado a Peter, viene para acá con un equipo médico — me informó Tyler. —¡Kass, hija!, ¿qué le ha pasado?, no recuerdo nada— un aturdido Jack vino corriendo hacia nosotros. —Vayamos a la casa de Alex, pondremos cómoda a Kass para esperar al doctor y ya nos ponemos al día — agradecía que mi amigo fuera tan buen beta. El asesino había desaparecido sin dejar rastro. Fuimos hasta mi casa y acosté a mi pareja en nuestra cama. Peter no se hizo esperar. Venía con una ambulancia medicalizada y varios médicos
KassEstaba tumbada sobre algo blandito. Era suave y muy cómodo. No quería despertar y me acurruqué más contra lo que parecía un mullido colchón.De pronto recordé que me había desmayado. Abrí mis ojos y ¿dónde mierda estoy?. Era una habitación cálida. Las paredes estaban pintadas en tonos pastel. Estaba tumbada en una gran cama con mantas en tonos rosa palo y beige. Al lado un gran ventanal en el que se movían las largas cortinas de gasa en tonos rosados debido a que las ventanas estaban abiertas. Una puerta blanca en la pared de la derecha y otra igual en la pared de la izquierda, eso era lo único que había en la gran habitación. De pronto la puerta se abrió entrando un Will sonriente. —Despertaste,¡ que bien! — se sentó en la cama y fue a agarrar mi mano pero yo la moví antes de que pudiera alcanzarla —¡Oh!, vamos. No seas rencorosa. Siento haberte traído así pero no me dejaste otra opción. Yo quería traer a mi sanadora, luego hubiera ido a por mi hija y luego a por tí y ya esta
KassNo sabía los días que habían pasado. El tiempo aquí pasaba de manera diferente o esa era mi percepción. Me pasaba casi todo el tiempo durmiendo, era algo extraño, cuanto más dormía más cansada me sentía. Me levanté de la cama que ya se había convertido en mi sitio favorito de esa casa y salí de la habitación para distraerme un poco. Había intentado varias veces escapar pero cuando llegaba a la puerta de entrada no conseguía abrirla y si intentaba escapar por una ventana caía y volvía al mismo sitio. Estaba atada a este lugar y empezaba a volverme loca. Como cada rato que pasaba consciente, me escabullí para intentar averiguar una forma de huir. Iba andando por uno de los pasillos de la planta baja cuando vi salir a una chica de servicio con unas ropas llenas de sangre de una puerta que no había visto nunca. Me escondí para que no me viera y cuando escuché que se había alejado por otro pasillo me acerqué a la puerta. Al principio no conseguí abrirla, tenía que tener algún truco