PUNTO DE VISTA DE DENNIS

"Hola, amigo, ¿estás ocupado?".

Negué con la cabeza antes de recordar que no podía verme. "No".

"De acuerdo, te acabo de reenviar los datos de contacto del hombre que iba a hablar contigo sobre la inversión".

"Ah", respondí, sin esforzarme en disimular mi falta de interés. De hecho, ya se me había olvidado.

Escuché su risa relajada resonar a través del altavoz del celular. "Se nota que sigues sin ganas".

"Ya te lo dije, tío, no estoy en condiciones de arriesgar mi dinero. Tengo cuentas serias que pagar".

Aparté el teléfono de mi oído y lo dejé sobre el escritorio.

"Entiendo, pero recuerda que en la vida hay que tomar riesgos, Dennis".

Murmuré algo mientras seguía revisando los informes de inventario, los horarios del personal y los balances que el gerente de uno de mis bares acababa de entregarme.

Hacía rato que no pasaba por esa sucursal.

"Dennis, ¿sigues ahí?".

"Sí, te escucho".

"Pensé que ya habías colgado", murmuró. "Ya le hablé de ti, así que