- No puedes tomar decisiones por mi. Ya soy un hombre.
Dice Robert con completa seguridad. Su abuelo suspira y acomoda su manta.
- No estás en posición de negarte.
- Así es guapo. Nuestro matrimonio es irreversible.
Elisa dice para ser notada, desde que entró se siente como un cero a la izquiera. Robert se levanta, toma uno de sus brazos y la lleva al pasillo. Su abuelo se queda mirando su acción con recelo.
- Éste muchacho hará que me muera antes de tiempo.
Robert suelta el brazo de Elisa mientras ve alrededor, no hay nadie mirando.
- ¿Que tramas?
Elisa frunce el ceño.
- ¿Que tramo de qué?
- No te hagas la desentendida. Lo nuestro se acabó hace tiempo. A decir verdad, ni siquiera fue algo en serio.
Elisa piensa en que decir, él tenía razón, hace mucho ellos anduvieron de forma casual: besos, sexo y citas nocturas, sólo eso. Pero Elisa lo disfruto mucho, y su misión era recuperar a Robert de la forma que sea.
- ¡Respóndeme!
- ¿Por que te enojas conmigo? Yo no tengo nada que ver con ésto. Nuestras familias piensan que es lo mejor...
- ¿Lo mejor?
Pregunta Robert sin mucha paciencia.
- Lo mejor que me pudo pasar fué terminar lo nuestro. Me tenías harto Elisa.
Sus palabras hieren a Elisa, pero ella estaba decidida, reconquistaría a Robert.
- No te creo.
Dice ella llevando sus manos a sus mejillas.
- Me extrañas tanto como yo a ti. ¿Recuerdas nuestras noches juntos? ¿Lo mucho que disfrutabas en mis brazos? Soy la única que puede complacerte Robert.
Robert siente repulsión pero a la vez, ella le recuerda algo, algo que perdió hace mucho, y que quisiera tener de regreso. Él quita sus manos.
- Estás equivocada. Ya no te necesito. Estoy comprometido. Me casaré pronto.
Elisa suelta una risita.
- Por supuesto que si. Conmigo tontito.
Robert la mira fijamente.
- No, no contigo, con otra mujer.
Él dice rotundamente y se marcha. Elisa trata de entender sus palabras.
- ¿Comprometido con otra mujer?
Elisa se desespera.
- Tú no me harás ser el hazmereír Robert Davies, te casas conmigo y punto. Eso te lo juro.
- Señorita Elisa.
Elisa se asusta pero voltea y es sólo el sirviente Daniel.
- Me asustaste.
- ¿Pasó algo?
Él pregunta y Elisa lo mira de reojo.
- ¿Que te importa?
- Parece que a Robert no le gustó la sorpresa.
Él se ríe.
- ¿Desde cuando eres tan altanero? Sirviente mediocre.
Ella acomoda su cabello y empieza a caminar hacia la salida. Se detiene de repente. Daniel la mirá soprendido.
- ¿Te gustaría ganarte un dinero extra?
- Señorita Elisa. Todos queremos dinero extra. Nunca es suficiente.
Elisa se siente asqueada con sus palabras.
- La pobredumbre es tan graciosa. ¿Quieres el dinero o no?
Daniel asiente con entusiasmo.
- ¿A quién hay que matar?
Pregunta Daniel con sarcasmo. Elisa lo mira.
- A nadie idiota. ¿Me ves cara de asesina?
- Siendo sincero, si.
Dice él con una risa burlona
- Eres un descarado maloliente sirviente.
Ella se desespera pero piensa que necesita la información que éste idiota le pueda dar.
- Necesito que vigiles a Robert. Averigua quién es esa otra mujer con la que va a casarse.
Daniel se soprende.
- ¿Otra mujer? ¿Casarse? ¿Acaso no es usted su prometida ahora?
Elisa suspira.
- Yo me entiendo. Sólo averigua lo que te dije. Ahora ve a limpiar la cocina o lavar un baño.
Elisa se acomoda el pelo y se va por el pasillo. Daniel sólo la mira.
- Es tan hermosa.
Dice Daniel y camina hacia la habitación del señor James.
Sophia abre los ojos, ve el reloj en la mesita de noche. - ¿Son las 6:30a.m? Se levanta y se coloca sus zapatillas, se dirige al espejo de su maquillador, se sienta y se mira. - Sólo fué una pesadilla Sophia, no te hicieron ninguna propuesta descabellada ayer. Todo fué un terrible sueño. Sonríe, se levanta y se dirige al baño a ducharse. Sophia rebobina lo ocurrido, Robert Trivan queriendo hacerse cargo de su embarazo y de ella. Ella no creía en nada de lo que pasó. Las gotas de la regadera caen en sus ojos, se sentía tan fresca y serena. El momento de relajación que necesitaba. Sale de la ducha y va a su armario, escoje una falda negra y un camisa manga larga. Se viste y va de nuevo a su maquillador. Se peina el cabello y se coloca su habitual maquillaje. Trivan Company tenía muchas reglas, una de ellas era que las empleadas no usaran mucho maquillaje, o nada en absoluto. Las reglas las había anunciado Robert Trivan. - No me extraña para nada. Dice Sophia mientras se mira por ú
- ¿No me digas que estás interesado en mi secretaria?Suelta Mike.- ¿Y qué pasa si te digo que sí?Robert lo mira con cara seria y vuelve a firmar unos documentos.- No pensé que Sophia fuera tu tipo. Te gustan las mujeres más...Robert deja de firmar y se recuesta en su silla.- ¿Despampanantes? Si, tienes toda la razón. Pero eso era antes. Cambié.Mike resopla y se sienta indignado.- No quiero que le hagas daño a Sophia. Ella es una buena persona.- ¿Ahora la conoces bien? Sin embargo, no sabías que ella está embarazada.Mike frunce el ceño.- Ella no me había dicho nada. Me siento traicionado. Soy su jefe.Robert sonríe, se levanta, camina hacia el sofá y se sirve algo de whisky del estante.- Crees que no me doy cuenta por qué lo haces.Robert deja de mover su trago y voltea a mirar a su amigo.- ¿Hacer qué?- Fijarte en ella.Robert deja de beber su whisky.- Ella es hermosa. Cualquier hombre quedaría encantado con ella.- Ella te recuerda a Elisa. ¿No es así?Un silencio se ap
- ¿Que es eso tan urgente que quiere decirme señor Trivan? Su madre Genna y su hermamo Frank ponen atención a la llamada al escuchar el nombre del hombre que lo sacaría de la pobreza. Sophia escucha un breve suspiro tras el teléfono. - Sólo baja. Robert cuelga y Sophia se queda pensando. - ¿Será que mi jefe le dijo algo? ¿Ambos tuvieron una pelea después que me fui? ¡Debe ser eso! Su madre y hermano la miran con rareza pero escuchando atentamente sus palabras. - ¿De qué hablas hermana? ¿Estás hablando con algun amigo imaginario? Frank voltea a ver a los lados. - Cállate. Mamá, debo salir. ¿Puedes esperar a que a hable con el señor Trivan? Su madre asiente con una sonrisa. - Por supuesto hija, ve y a habla con él. - De acuerdo. Ya regreso. Sophia se coloca su abrigo, camina hacia la puerta y su madre y hermano se asoman por la ventana, se podía ver claramente a Robert Trivan desde ese lugar. - ¿Será que viene a convercerla? - A menos que le ponga una camisa de fuerza lo d
Sophia mira fijamente a Robert, asimilando sus palabras. - ¿A qué te refieres con casarte? Ella pregunta y él sólo voltea a ver a otro lado. - Me casaré en dos semanas. Sophia cree que está hablando de la descabellada propuesta. - ¿Aún sigues con ese plan después de todo lo que me has dicho hace unos minutos? Sophia pregunta con ironía y Robert suspira. - No me refiero a lo que te propuse. Me casaré en dos semanas con otra mujer. En el momento en que Robert suelta esas palabras aparecen la madre de Sophia y su hermano. - ¡Señor Trivan! ¡Que gusto verlo nuevamente! Dice Genna, Frank lo mira de reojo y no dice nada. - Un placer verla señora Genna. Está muy hermosa ésta noche. Robert dice tomando su mano y plantando un leve beso. Frank y Sophia miran la escena con recelo. Genna se sorprende. - ¿Que cosas dices muchacho? Sólo soy una vieja arrugada como una pasa. El comentario hace soltar una sonrisa de todos. - Yo la veo muy joven. Robert sonríe. Sophia siente que va a e
- ¿Usted es Elisa?Pregunta Sophia desconcertada.- Si, soy yo.Sophia suelta su mano y voltea a mirar a Robert que está sentado sin decir ninguna palabra, ni siquiera la mira de regereso.- ¿Que es eso que traes en tus manos?Elisa pregunta mirando la caja y Sophia vuelve en si y recuerda a lo que venía.- Es un regalo.Robert observa a Sophia sorprendido y Elisa lo observa.- Quiero decir. Yo estaba comprometida a casarme pero cancelé la boda a último minuto. En ésta caja está un vestido de novia que me regaló el señor Trivan. Elisa recciona con furia y se acerca a Robert.- No sabía que hacías caridad a tus empleados Robert.- La señorita Lorenz es de pocos recursos y quise tener un buen gesto con ella y su prometido... O debería decir ex prometido.Él dice en voz alta las últimas palabras haciendo que Sophia se enoje.- Yo... Elisa voltea a verla y Robert sigue mirando papeles.- Sólo vine a devolverle el vestido señor Trivan. No me parece adecuado que lo conserve. Puede devolve
- ¿Quién es esa mujer? Preguntó Elisa mirando a Robert. - ¿Acaso no se presentaron? Dice él a la ligera. - Debo admitir que es muy bonita. Pero no más que yo. Dice ella riéndose. Elisa se calla y observa a Robert que está en silencio. - La mujer que me dijiste era ella. - ¿Qué? Pregunta él sin hacerle caso. - La mujer con la que te quieres casar es ella. - ¿De qué hablas? - No soy tan tonta. Me dijiste que no te casarías conmigo porque había otra mujer. Es ella. Hasta te devolvió el vestido de novia que me imagino le compraste. Robert se levanta y camina hacia ella. - No digas disparates. Ella tenía un prometido, iba a casarse con él. Y definitivamente no era yo. ¿Crees que soy de esos jefes que le coquetean a sus empleadas? Él se coloca la chaqueta y camina hacia la puerta. Elisa toma la caja furiosa por sus palabras y la lanza hacia él. - ¿Estás loca? - ¡No quieras verme la cara Robert! ¡Esa Sophia es la mujer con la que estabas coqueteando! Dice ella con voz alta.
Ana, la cocinera que estaba en el jardin hablando con Thomas el jardinero entra a la cocina y ve las piezas esparcidas en el piso.- ¿Que ha pasado aquí?Daniel sigue recogiendo el desastre en silencio.- Daniel. ¿Que pasó?Pregunta arrodillándose para ayudarlo. Él la toma por un brazo y la ayuda a levantarse.- No se preocupe. Yo recogeré todo ésto. Es mi culpa.Ana lo observa y sonríe.- Eres un buen muchacho. Y muy guapo. Puedes conseguir un mejor trabajo que éste.Le dice Ana poniendo una mano en su hombro.- Mi padre está muy enfermo, debo ayudarlo con las medicinas. En estos momentos, mi madre, mi padre y mi hermana pequeña dependen de mi. Además, la paga de los Trivan no es mala, al contrario, es un buen salario. No puedo darme el lujo de dejar éste trabajo para pasar tiempo consiguiendo otro.- Llevas sólo unos meses aquí pero hablas con mucho cariño de los Trivan. Pero te doy la razón. Son buenas personas, a pesar de todo el dinero que tienen.Ana se ríe.- Es mi deber estar
Elisa llega a donde está Estela y se sienta nerviosamente, negando con la cabeza.- No, no puede ser verdad. Es mentira. El abuelo James sólo está difamando a mi padre.Estela, que observa su comportamiento extraño coloca su taza de té en la mesa.- ¿Estás bien?Pregunta Estela.- Si, estoy bien. Un poco cansada. Hoy fué muy agotador. Eso es todo.Elisa sonríe fijidamente. Toma su taza de té y bebe un poco inmersa en sus pensamientos.Robert está parado frente a su abuelo tratando de asimilar lo que le está diciendo.- ¿Matarme?Pregunta Robert con ironía.- Robinson podrá ser corrupto, un hombre que juega sucio con tal de tener más y más y dinero, pero un asesino, no creo.Dice Robert negando con la cabeza.- Conoces una cuarta parte de él. Ernesto Robinson es el diablo en persona. Es un asesino.Dice su abuelo con determinación.- ¿Y si es un maldito asesino por qué le pediste dinero? ¿Acaso no sabías a lo que te metías? ¿O te obligó?Robert dice fuerte.- No quiero que mi hija se e