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INESPERADO
Evan vino por mí media hora después de finalizar nuestra llamada. Carecía de ideas de donde pretendía llevarme esta vez, pero de todos modos pretendía usarlo a mí favor. Ya era tiempo que todo lo que estaba haciendo valiera de algo. Si continuaba dando pasos donde no hallaba más que un camino vacío, terminaría por darme por vencida y no quiero hacerlo, no puedo hacerlo.
—Déjame adivinar —comienzo a decir mientras mi mirada se fijaba en la ventanilla medio abierta mirando la oscuridad de la noche de Chicago—. Pretendes volver a llevarme al mismo lugar de antes.
Él suelta una pequeña carcajada, lo miro de reojo y noto como menea la cabeza de un lado a otro suevamente. Tiene su mentón apoyado sobre la palma de su mano con los ojos también fijos en el exterior.
—No deberías de sacar conclusiones propias antes tiempo —me responde—. A menudo eso nos da ideas equivocadas.
24 OPORTUNIDAD ¿Por qué la pregunta, Evan? —Muy bien, y más cuando no hay a quien besar —me le acerco intencionalmente—. Tú turno ahora, Evan, ¿Qué se siente tener ojos penetrantes azules como el cielo mismo? Su mano viaja a mi mentón y lo sostiene para que no se me ocurra bajar la mirada, y me mantenga en todo momento fija en él. —Los genes que he heredado no son mi parte favorita, así que no se siente nada, pero dejando de la eso, permíteme decirte que me encanta mirarte, y me encanta mirar esos labios con un toque de labial rojo que por supuesto lo haces más apetecibles a cada segundo que pasa. —¿Y por qué no lo haces? —¿Por qué no hago que cosa? —musita. —¿Por qué no me besas? Ni yo misma me podía creer lo que estaba diciéndole, pero se supone que eso es lo que tendría que haber hecho desde ya hace mucho. Bailar lo más sensual para él ya no alca
25 SALVADA Mi corazón se podría haber detenido al momento de que la puerta se abrió, y alguien entre por ella. Mis manos podría haber sudado por culpa de mi cerebro para buscar una buena excusa para darle a aquella persona que me atrapó, y todo lo que hasta ahora había conseguido, que no es mucho ni nada de eso, pero de todos modos había al menos conseguido algo se iría a la misma m****a. No obstante tranquilizo a mi pobre pecho al ver a la pequeña Leah mirándome extrañada desde unos pasos de distancia la puerta. —¿Qué haces aquí? —vuelve a preguntar. —Nada —susurro acercándome a ella y tomándole la mano para sacarnos de allí—. ¿Tú que haces aquí? Leah se encoge de hombros mientras caminamos nuevamente hasta la sala, donde Evan me había dejado y donde supuestamente de donde yo no tendría que haberme movido. —Como papá no subió quise ver qué pasaba —respondió. —Pero no pasaron ni cinco minutos, no t
26 RATONCITO ¿Por qué estoy mirando esos ojos color cielo y estoy pensando que me lo dice con toda sinceridad? ¿Por qué me agradan sus palabras y confesión? ¿Por qué soy tan estúpida como para estar preguntándome semejante tontería? No tendría por qué decirle que yo también siento que fue impresionante experimentar sus labios. Porque es así, pero admitirlo en voz alta seria perder, perder contra de mi misma. Él no es el bueno de la historia, de mi historia. Es el malo junto a su padre y el resto de sus cómplices. Ahora pareciera como que me tengo que obligar a recordarlo cada cinco minutos. —Ya que nuestra noche no fue la esperada —comienzo a decir esquivando a lo que me acababa de declarar—. ¿Puedes llevarme al club? Su expresión fácil cambia repentinamente, no esperaba que le saliera con eso cuando me estaba hablando de otra cosa. Me suelta y se acomoda bien en su parte del asiento, mira el reloj de s
27 ATRAPANDO EL PELIGRO Dormí como blanca nieves. Y me desperté casi a las diez de la mañana. Salte de la cama como si esta estuviera en llamas. Me lave lo dientes apresuradamente, abrí mi placar pequeño y cuando estaba a punto de tomar un conjunto medio elegante, ya que estoy escasa con eso, de repente recuerdo el pedido de Evan. Lucho conmigo misma para saber si debo complacerlo o simplemente no dejar que crea que puede mandarme. Entonces también recuerdo que dijo que seguiríamos con las preguntas hoy, maldiciendo opto por una falta que me tocaba unos dos dedos por encima de las rodillas color blanco, una blusa oscura que resaltaba mis pechos pero cubriéndolos perfectamente. Y unos zapatos de plataforma baja. Ya estoy sintiendo las miradas de las personas que trabajan en esa empresa sobre mí. Todos elegantes, formales y yo…pues complaciendo al jefe. Llame a Carly para que me pud
28 PLAN FRUSTRADO La escena frente a mis ojos me deja perpleja, todo estaba sucediendo a cámara lenta, no dejaba de pensar que debía hacer, o a quien llamar. ¿Debía llamar a la policía? James tenía mi celular en sus manos y aparentemente no poseía intensión alguna de pedir ayuda, pero yo sí. No podía permitir que Evan saliera herido por culpa de su padre, o aunque me cueste decirlo, tampoco podía dejar que Nicholas saliera herido. Y no es por compasión, no es porque no se merezca estar en esa posición, es porque simplemente él debe pagar por todo el daño que ha causado no solamente a mí, sino también a cientos de personas las cuales han sido víctimas. Y la única forma que pague es estar tras las rejas, ese será su castigo además de quitarle su dinero, aunque eso ya no es mi prioridad, solo lo es la cárcel. Desde mi punto, Evan no está para nada aterrado, no se inmuta por
29DESEOEn la oficina todo estaba tranquilo, cuando llegue se me pidió organizar un evento de beneficencia lo cual se me hizo sumamente extraño, pregunte a algunas chicas que trabajaban allí a que se debía este repentino pedido, pero me dijeron que no era nada repentino como tampoco insólito, que era algo que se hacía cada seis meses. Me costó un poco hacerme la idea que Nicholas fuera la persona la cual donaba dinero a las personas sin hogar. Supongo que es para ocultar las verdaderas apariencias. Antes de venir a la empresa, pase de canal en canal buscando algún noticiero donde informaran sobre lo que sucedió anoche, pero nada. Únicamente anunciaban algo que todos ya sabíamos, que la ciudad está en una crisis económica, que los crímenes aumentaban cada día más, y que las autoridades
30CEDIENDO AL DESEOMe dedica una diabólica sonrisa en modo de respuesta antes de besar mi cuello, chupándolo como queriendo dejarme marcas para cuando me mire a un espejo lo recuerde. Cierro mis ojos con fuerza sosteniéndome de sus hombros y dejándome llevar como solo yo lo haría. No me podía creer que estuviera haciendo esto en un cuarto del club, pero al mismo tiempo era realmente apasionante y gracias a la música que cambiaba de vez en cuando y a la puerta cerrada con cerrojo, nadie nos interrumpiría como tampoco escucharía. Dios mío, ya me estaba adelantando demasiado. Evan me hace tomar su lugar, ahora soy yo en el sillón y él de pie, me devora con la mirada, de arriba abajo, se rasca la barbilla poniéndose de rodillas frente de mí, me estremezco cuando presiento lo que viene a continuación.<
31LA FIESTAAl salir al exterior me topo de frente con Evan quien estaba hablando por celular caminando de un lado a otro con prisa. Al verme algo cambia en su expresión, se inmoviliza bajando el celular de su oreja poco a poco. Hace un recorrido con sus ojos sobre mi vestido de arriba abajo. Paso por su lado medio sonriendo y me volteo para mirarlo. Noto como traga saliva, regresa su celular a la oreja y dice a quién sea que este del otro lado de la línea:—Estaremos allí en cuanto deje de admirar al ángel que tengo delante de mí —y cuelga guardándose el aparato en su saco azul marino—. ¿Pretendes que no vayamos al evento?Elevo una ceja e inclino la cabeza a un costado sin caer a la primera.—No, si me interesa ir.—Qué pena porque mientras más te observo más ganas me dan