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Masoquista
Tenía presente del poder de Nicholas Hamilton en todos, pero no sabía que también decidía el futuro de sus propios hijos también, aunque no tendría por qué estar sorprendida.
No me interesaba su poder, acabaría con esa familia aunque eso me quite mi último soplido de aire.
—¿Me darás la carpeta? —pregunto, James me mira sacudiendo la cabeza.
—¿No escuchaste nada de lo que te dije?
—Te oí, claro que sí. Pero no voy a detenerme —me cruzo de brazos.
James me hace a un lado para adentrarse en el interior, lo sigo instintivamente hasta que nos detenemos en su oficina, abre la puerta se va directo a la caja fuerte que se encuentra escondido detrás de un cuadro con la pintura de un caballo, no era un muy buen escondite, lo que si es que el código para abrirla era imposible de descifrar, y vaya que lo he intentado durante años sin éxito.
Me lanza la carpeta por el es
7 INTERCAMBIO Las manos me sudaban horrores mientras no dejaba de darle vueltas al asunto de trabajar para la familia Hamilton, no supe que responderle a Carly cuando me contóque había una vacante para ser la asistente personal precisamente de Evan Hamilton. La antigua persona que trabajaba para él terminó renunciando por motivos que hasta el momento ella desconoce. Carly consiguió esta información gracias a una amiga que trabaja allí. Y esa misma amiga podrá hacerme entrar y acepto, me dio hasta mañana para decidirlo, tenía que tener una respuesta segura. De lo contrario no podrá evitar que ese puesto se ocupe cuando las entrevistas comiencen. No tenía una decisión, de tan solo pensar que tengo que obedecer las órdenes de uno de ellos, me llena de ira. Sin embargo soy muy consiente que otra elección no hay. Y que si quiero acercarme a su mundo, a sus vidas, debo sacrificar mi dignidad y orgullo sin más.
8 ATRAPADA ¡Me siento una puta indefensa estar de espaldas! ¡Me hace sentir vulnerable estando él detrás de mí! ¡Sé que es él! Podría darme simplemente la vuelta y enfrentarlo pero me limito a quedarme quieta. Quizás eso es lo que le agrade, tener a las mujeres bajo control, no me sorprendería para nada, es un Hamilton después de todo. —Llevas retrasada quince minutos —susurra en mi oreja. No respondo. Tengo miedo que reconozca mi voz. —Lamentablemente esta noche tengo poco tiempo, así que porque no comienzas a moverte para mí. Roza mi nuca con su aliento y un escalofrió recorre mi espina dorsal. Evan se aleja de mí para chocar su espalda contra la pared detrás de él. La oscuridad lo eclipsa. Apenas puedo verlo, no se va donde esta las luces y al menos pueda percibir su mirada, aún más vulnerable me siento. Pero dejando eso de lado, me coloco a un m
9 PREGUNTAS Su respiración era calmada, y esta se encontraba en mi nuca, cosa que no me ayudaba en lo absoluto a pensar con claridad, él sabía exactamente quién era yo, pero la pregunta que no abandonaba mi cabeza era como, es decir, los dos días que baile para Evan en todo momento utilice una máscara, era imposible reconocerme así de fácil como lo ha hecho él. Buscaba una mentira para hacerle creer que se equivocaba, pero mientras más lo estaba haciendo, más me daba cuanta que tal vez no era tan malo que supiera quien soy, después de todo tengo que seducirlo, ese era el primer paso. Aunque no me sentía del todo segura cuando este me robaba mi espacio personal. Solo me enderece en la silla. Miraba la ventana que daba a la ciudad de m****a. No voy a negarlo, así que dije: —¿Debo preocuparme de que no me des el trabajo solamente por mi “oscuro
10 DESCUBRIMIENTO INESPERADO Me levanto de mi asiento obligatoriamente para irme. Quería quedarme. Pero por lo menos ya sé que la entrevista sigue en pie, él mismo me ha dicho. —Te veo en un rato, ratoncito. Me salgo de su oficina y tras cerrar la puerta detrás de mí respiro el aire que me faltaba mientras me encontraba dentro. Tengo la tentación de apoyar mi oreja a la puerta y tal vez con suerte oír lo que habla. Pero cambio de opinión cuando la recepcionista se detiene a mitad del pasillo y me mira arqueando una ceja como preguntándose qué demonios estoy haciendo. No hago caso a su mirada y paso por su lado para dirigirme al elevador. Cuando este abre sus puertas metálicas me adentro, necesitaba ir a ver a Carly y contarle todo lo que sucedió, de seguro esta con el corazón en la boca de los nervios. Al s
11 DECIDIDA —Repítemelo, porque te juro que no te lo puedo creer, Nina —Carly no esperaba para nada la información que descubrí sobre los Hamilton, y no es para menos, yo aún tampoco me lo esperaba. —Tiene una hija. Carly frena de repente provocando que casi volemos fuera del coche si no fuera por los cinturones de seguridad. La fulmino con la mirada y esta solo se encoge de hombros. —No puede tener una hija, Nina —dice levantando la voz—. Todo Chicago conoce a Los Hamilton y créeme, sabrían si algunos de ellos esconden algún hijo, en este caso hija. Lo sé. Evan Hamilton tiene una hija, una pequeña. Todavía estoy procesándolo. Observo por la ventanilla del coche el exterior, ya estaba oscureciendo. Me dan ganas de ir a mi departamento, encerrarme y dormir para no pensar en lo que descubrí hoy. ¿Cómo se supone que voy a arruinar a una familia de male
12 CITA IMPREVISTA Cuando llegue a Sweet and exciting con la intensión de irme directamente al camerino para cambiarme, me encontré con una de las chicas que me dijo que Ricky me esperaba en su despacho apenas entrara al club. Eso me puso en alerta pero me tranquilice sabiendo que no hice nada malo como para estar preocupada. De igual manera mientras me dirigía a Ricky me esperaba encontrar a Carly para preguntarle si ella sabe algo al respecto de esta llamada, pero no la encontré. A medida que me acerco tengo la sensación de ir al despacho del director, sin tener la menor idea que castigo me pondrá por alguna tontería que cometí dentro o fuera de clases, algo que me sucedía de vez en cuando en el instituto. No era la mejor alumna. Como si Ricky sintiera mis pasos, este abre la puerta sin siquiera yo tocar. &n
13 LEAH No tenía la menor idea de adonde me estaba llevando, tampoco me dieron ganas de preguntárselo. No hablamos absolutamente de nada durante el trayecto, él estaba centrado en su estúpido celular, enviando mensajes de texto a quien sabe quién. Por otra parte yo estaba con la mirada fija en la ventanilla, no había otra cosa interesante que hacer. Pero me mantenía perdida en mis pensamientos sin ser interrumpida, no me podía poner de acuerdo conmigo misma, es decir, estaba perdiendo el tiempo, tenía que comenzar a atraparlo, aunque creo que viéndolo ahora puedo decir que ya desperté algo en Evan, de lo contrario no estaría en un coche con él. No importa si apenas pude despertar un cinco por ciento de interés o uno por ciento, da igual, la cuestión que así es. Me estaba agotando estar tanto tiempo sentada, llevamos dando vueltas en la ciudad ya por más de un
14 CONOCIENDO AL MILLONARIO Wow. ¿Por qué me lo está diciendo? Esto me huele mal. —Y lo más probable por tu expresión te estarás haciendo la pregunta de porque te lo estoy contando, ¿verdad? ¿Soy un libro abierto y no me he enterado? —Te lo estoy contado porque sé que nunca abrirás esa boca con la que pienso hacer de todo. <<No soy tu puta, imbécil>> Pero si eso quieres creer, pues bien. Lo debo usar a mi favor. —¿Y cómo lo sabes? —estoy metiendo las manos en el fuego. Se ríe mostrando los dientes blancos, se cruza de piernas, pero antes de responderme, la puerta se abre despacio. De allí entra la mi