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DESCUBRIMIENTO INESPERADO
Me levanto de mi asiento obligatoriamente para irme.
Quería quedarme.
Pero por lo menos ya sé que la entrevista sigue en pie, él mismo me ha dicho.
—Te veo en un rato, ratoncito.
Me salgo de su oficina y tras cerrar la puerta detrás de mí respiro el aire que me faltaba mientras me encontraba dentro. Tengo la tentación de apoyar mi oreja a la puerta y tal vez con suerte oír lo que habla. Pero cambio de opinión cuando la recepcionista se detiene a mitad del pasillo y me mira arqueando una ceja como preguntándose qué demonios estoy haciendo.
No hago caso a su mirada y paso por su lado para dirigirme al elevador. Cuando este abre sus puertas metálicas me adentro, necesitaba ir a ver a Carly y contarle todo lo que sucedió, de seguro esta con el corazón en la boca de los nervios.
Al s
11 DECIDIDA —Repítemelo, porque te juro que no te lo puedo creer, Nina —Carly no esperaba para nada la información que descubrí sobre los Hamilton, y no es para menos, yo aún tampoco me lo esperaba. —Tiene una hija. Carly frena de repente provocando que casi volemos fuera del coche si no fuera por los cinturones de seguridad. La fulmino con la mirada y esta solo se encoge de hombros. —No puede tener una hija, Nina —dice levantando la voz—. Todo Chicago conoce a Los Hamilton y créeme, sabrían si algunos de ellos esconden algún hijo, en este caso hija. Lo sé. Evan Hamilton tiene una hija, una pequeña. Todavía estoy procesándolo. Observo por la ventanilla del coche el exterior, ya estaba oscureciendo. Me dan ganas de ir a mi departamento, encerrarme y dormir para no pensar en lo que descubrí hoy. ¿Cómo se supone que voy a arruinar a una familia de male
12 CITA IMPREVISTA Cuando llegue a Sweet and exciting con la intensión de irme directamente al camerino para cambiarme, me encontré con una de las chicas que me dijo que Ricky me esperaba en su despacho apenas entrara al club. Eso me puso en alerta pero me tranquilice sabiendo que no hice nada malo como para estar preocupada. De igual manera mientras me dirigía a Ricky me esperaba encontrar a Carly para preguntarle si ella sabe algo al respecto de esta llamada, pero no la encontré. A medida que me acerco tengo la sensación de ir al despacho del director, sin tener la menor idea que castigo me pondrá por alguna tontería que cometí dentro o fuera de clases, algo que me sucedía de vez en cuando en el instituto. No era la mejor alumna. Como si Ricky sintiera mis pasos, este abre la puerta sin siquiera yo tocar. &n
13 LEAH No tenía la menor idea de adonde me estaba llevando, tampoco me dieron ganas de preguntárselo. No hablamos absolutamente de nada durante el trayecto, él estaba centrado en su estúpido celular, enviando mensajes de texto a quien sabe quién. Por otra parte yo estaba con la mirada fija en la ventanilla, no había otra cosa interesante que hacer. Pero me mantenía perdida en mis pensamientos sin ser interrumpida, no me podía poner de acuerdo conmigo misma, es decir, estaba perdiendo el tiempo, tenía que comenzar a atraparlo, aunque creo que viéndolo ahora puedo decir que ya desperté algo en Evan, de lo contrario no estaría en un coche con él. No importa si apenas pude despertar un cinco por ciento de interés o uno por ciento, da igual, la cuestión que así es. Me estaba agotando estar tanto tiempo sentada, llevamos dando vueltas en la ciudad ya por más de un
14 CONOCIENDO AL MILLONARIO Wow. ¿Por qué me lo está diciendo? Esto me huele mal. —Y lo más probable por tu expresión te estarás haciendo la pregunta de porque te lo estoy contando, ¿verdad? ¿Soy un libro abierto y no me he enterado? —Te lo estoy contado porque sé que nunca abrirás esa boca con la que pienso hacer de todo. <<No soy tu puta, imbécil>> Pero si eso quieres creer, pues bien. Lo debo usar a mi favor. —¿Y cómo lo sabes? —estoy metiendo las manos en el fuego. Se ríe mostrando los dientes blancos, se cruza de piernas, pero antes de responderme, la puerta se abre despacio. De allí entra la mi
15 CARA A CARA Busco desesperadamente una excusa valida y creíble para darles a los dos hombres que están de pie junto a mí, a los dos hombres que comparten sangre de crueldad y que están mirándome desde arriba con los ojos de confusión, rabia y molestia. Y no es para menos, de estar yo en sus lugares echaría fuego por el solo hecho de saber que una metiche estaba escuchando detrás de la puerta, aunque no se realmente si es lo que sospechan. Sin dignidad me levanto del suelo con la cabeza inclinada hacia abajo fingiendo estar avergonzada por lo recién sucedido. —¿Quién carajos eres, niña? —Nicholas me toma del brazo y me sacude con fuerza, más allá de sentirme aterrada o con ganas de llorar, sentía asco de que este me estuviera poniendo una mano encima. Fui capaz de por fin levantar los ojos y enfrentarme a mi pesadilla número uno desde hace años. Unos iris azules como los de sus
16 JUEGO Me fui por el camino fácil. —No tuve opción. ¿Quién contrataría a una bailarina desnudista y sin estudios universitarios completos? ¿Tú lo harías? Pero a pesar de todo, soy una chica responsable, ¿sí? Aprendo muy fácil, puedo trabajar donde sea, me disculpo por mentir, no volverá a suceder. —No me gustan las mentiras, Ratoncito —habla severamente—. Quien me miente, pierde toda mi confianza para siempre. —¿Yo tengo tu confianza? —inquiero algo confundida. Evan ríe por lo bajo. —Desde luego que no —exclama—. Para eso deben pasar meses, años. No pretende estar años con un Hamilton. Ni que estuviera loca. —Es por ese que te perdono, no eres nadie indispensable para mí. Y quiero que tengas eso siempre claro y presente —finaliza. No me afecta nada sus palabras. Él tampoco es nada para mí. —¿Terminaron las preguntas
17 RECLAMACIONES Atravieso la puerta de la casa de Carly enfadada con James. Lo busco con la mirada por toda la sala de estar, pero no hay rastro alguno de él. Lo bueno de haber venido es que no hay ningún policía fuera de esta, no tenía tiempo para lidiar con ellos, no de nuevo. La última vez que intercambie palabras con uno fue hace años después de la muerte de mi padre, donde todos los días, constantemente me dirigía hasta la estación de policía de Chicago para que se hiciera justicia, para que investigaran a fondo Nicholas Hamilton y familia. Por supuesto como era de esperarse nunca me escuchaban, o lo hacían pero era mil veces ignorarme a tener que meterse con ellos directamente. —¡James! —Grite cruzándome de brazos y esperando en el primer escalón de las escaleras—. ¡Carly! ¡James! Mis gritos eran lo suficientemente fuertes como para que medio vecindario se despertara. ¿Por
18 ¿AMOR? ABSURDO —Soy la persona que te cuido y te alojo por años. Soy la única persona en la que tu padre confiaba, y viceversa. Y sé muy bien que él no querría que su hija este metida en toda esta m****a, como lo estás ahora. Me debes un poco de respeto, Nina. Y por eso mismo te estoy pidiendo que me dejes manejar todo esto a mí. Este plan que tienes de meterte con un Hamilton no es una buena idea, o puede que sí, pero hay un ochenta por ciento que no sea así. Corres muchos riesgos acercándote a ellos, desde un principio debí detenerte, y no ofrecerte ayudada de esa manera. Te ruego que por favor por el cariño que nos tenemos, que te alejes. Haz tu vida, no te metas en algo que no puedas salir después. Porque tal vez tú no quiera. —¿A qué te estas refiriendo con que no me voy a querer salir? —pregunté. &