Aisha llegó a Dubái junto con la nana al otro día por la noche, Ahmed no espero a que bajara del avión, él subió en cuanto llegaron, las demostraciones de amor no eran bien vistas en su país, y él deseaba abrazar a su esposa..-Amor de mi vida, me has hecho el ser más feliz de este mundo, un hijo Aisha, pronto tendremos un ser que dependerá de nosotros, al que protegeremos y amaremos más que ha todo. -La tomó entre sus brazos y comenzpo a dar vueltas, ella reía emocionada al verlo tan feliz.Cuando llegaron al palacio, acompañaron a nana a su habitación, después se dirigieron a la suya.—Ahora si podré hablarle y besar a ese hijo mío.-—Mientras ella estaba acostada, él desubrió su vientre, comenzó a besarlo mientras le hablaba tiernamente.—No creo que pueda escucharte, aún es muy pequeño.—Dejame tener esa ilusión.Durmieron como siempre lo hacían desde que se casaron, abrazados, Ahmed siempre detrás de ella, sentía que así podía protegerla.Al otro día tendría que presentarse ante e
Aracha avanzó entre las sombras del palacio, conocía el palacio perfectamente, de niña era uno de sus lugares favoritos, conocía los dos pacios como la palma de su mano, soñaba con crecer y casarse con el Jeque, ahora por culpa de esa mujer no podría hacerlo.Llegó ante la puerta de la habitación de Aisha, la puerta estaba cerrada sin llave por lo que pudo pasar, escucho ruido en el baño, Aisha en ese momento se estaba bañando.Se sentó frente al mueble donde la Jequesa tenía sis maquillajes y perfumes, abrió uno de ellos y aspiro su aroma.—Delicioso, todo esto será mío en cuanto acabe contigo, has venido a usurpar mi lugar, pero eso lo solucionare hoy mismo.La desquiciada mujer sonrió mientras miraba de forma extraña la punta del cuchillo, la tocó con la punta de su dedo, enseguida brotó un poco de sangre, se llevó el dedo a su boca y lo chupo.Tomo un poco de maquillaje y comenzó a extenderlo por su rostro, cuando Aisha salió del baño, se encontró con aquella escena, se sorprendió
Ahmed sabía que empezaban tiempos difíciles, intentaba parecer tranquilo frente a Aisha, pero la verdad era que esta vez sí tenía miedo de lo que pudiera suceder, sabía que los Amin se cobrarían la muerte de Aracha, temía por la vida de Aisha y Amira.Carlo decidió llamar a Ahmed, quería regresar a Dubai, con el pretexto de querer vacacionar, cuando le contestó pudo notar aflicción en su voz.—¿Pasa algo?—Nada que no se pueda solucionar, por ahora sería mejor que no vinieras, en cuanto resuelva unos pendientes te llamaré y podré recibirte.—OK, esperare tu llamada, que estés bien "amigo". —Ahmed pudo escuchar que Carlo hizo énfasis en la palabra amigo, decidió no hacer caso y lo dejó pasar.Arkham se presentó ante Assim Amin, Mahib se encontraba con su padre.—¿Qué es lo que quieres aquí? Acaso vienes a pedir compasión para tu hermano.—Se equivoca, quiero alarme con usted, quiero verlo derrotado.—¿Cómo se que esto no es una trampa?—Su hija era mi esposa, Ahmed la asesino de la pe
—Carlo yo...—Shhhh no digas nada, sé lo necesario, Caroline y yo nos divertiremos un rato, depende de ti cuanto tiempo, si me entero que le has dicho a tu amado Jeque, la mató, escuchaste bien, y creeme que no estoy jugando, te dije una vez que tu eres mía, y lo seguirás siendo no importa lo que pase hasta el día de tu muerte, porque te prefiero muerta antes que al lado de otro hombre, tienes solo esta noche para decidir, vienes a mi lado o recibirás el cadáver de Caroline, esperaremos tu llamada.Carlo colgó la llamada, Aisha temblaba descontroladamente, afortunadamente en ese momento se encontraba sola o se habrían dado cuenta de lo que ocurría.—Mi Peque, Dios, Alá o quien me esté escuchando ¿que debo hacer?Lloró desconsoladamente, Ahmed entró a la habitación en ese momento, ella limpio sus lágrimas, intentando recomponerse.—¿Qué es lo que pasa?—Nada, creo que son las hormonas que me tienen muy sensible.Ahmed se acercó y la abrazo, después coloco su mano sobre su vientre.—Pe
Vinizzio sentía morir al ver así a su hija, Caroline seguía inconsciente, la tenían con oxígeno, estaba conectada a toda clase de aparatos, algunos hacían ruido, todos estaban conectados a su cuerpo por medio de cables.El vip, vip de una de las máquinas, lo tenía desesperado, había bajado su intensidad, los intervalos eran irregulares, sabía muy bien lo que significaba eso.—Dios, donde quiera que estés, si salvas a mí hija, te prometo cambiar mi vida, me la llevaré muy lejos de Italia a un lugar donde podamos vivir tranquilos.Ahmed lo escuchaba en silencio, se despidió de él con un gesto, tenía que encontrar a Aisha, Vinizzio lo alcanzó fuera del cuarto—Me quedaré con mi hija, mi gente está reuniendo pruebas encontrá de ese h**o de p**a, hundelo una vez que lo encuentres.—Eso te lo aseguro.—Te enviaré las pruebas en cuanto las tenga.Carlo encerró a Mía en una habitación, ella rogaba porque no se diera cuenta de que estaba embarazada, afortunadamente aún era poco tiempo y no se
Una había pasado, Vinizzio se encontraba al lado de Caroline, no se había separado de ella por ningún motivo, tenía un permiso especial para comer en la habitación, así no la descuida a en ningún momento, tenía miedo de que Carlo enviara a alguien para terminar con su vida.Cuando Carlo se entero de que Caroline aún seguía con vida, se puso furioso, sus hermanos estaban muertos, ningún hijo de Vinizzio tenía derecho a estar con vida.Ahmed reunía pruebas en contra de sus enemigos, sabía que eran muy poderosos y que se encontraban unidos contra él, la vida se les había convertido en una pesadilla.Ahmed tenía el cargo de vicepresidente de los Emiratos Árabes, el presidente era el Jeque de Abu Dabi.Se había enterado que Assim Amin había solicitado una reunión con el presidente, ahora él había hecho lo mismo, tenía derecho a ser escuchado, sus enemigos estaban dispuestos a cerrarle las puertas en todos lados.Basima estaba realmente arrepentida por su comportamiento, no quería pasar el
Tres meses habían pasado ya, a Aisha el embarazo ya se le notaba, no disponía de alguna faja o venda que le permitiera seguir ocultandolo, tenía ya casi cinco meses, la ropa que Carlo le había llevado, ya no le quedaba, uno de los guardias le había llevado varias batas.Ese día Carlo pidió que bajara a comer con él, en realidad lo había visto muy poco, al bajar lo notó demacrado, unos círculos negros bajo sus ojos delataban su mal dormir.—Hola preciosa.—¿Pasa algo? Te ves mal. —Esa pregunta cambió el semblante de Carlo, se puso furioso.—Pasa, que el imbécil de Ahmed se alió con Vinizzio, me están haciendo la vida imposible, pero pronto me deshare de ellos, eso tenlo por seguro.Aisha agachó la cabeza, tenía que cambiar la conversación inmediatamente.—Te vez cansado, deberías de descansar.—Solo tengo un par de horas, quiero pasarlas contigo, tengo una reunión importante.Después de comer, Aisha se sentó en la sala, sabía que él ya se había dado cuenta que su vientre crecía, Carlo
Los días pasaban, Ahmed esperaba ya pronto entregar todas las pruebas, había entregado una parte, pero las que acababa de obtener eran definitivas.En cuanto se emitiera la orden de arresto, entraría por Aisha, hacerlo antes sería ponerlos en alerta.—Ya no soporto esta espera.—No debe precipitarse, la señora está bien, la señora Badira mantiene informado a Mahib sobre lo que pasa, ella está al cuidado de la señora Aisha.—Me estoy perdiendo todo su embarazo, quería estar junto a ella, apoyarla.—Señor, lo que le diré no le va a gustar, la señora Badira ha dicho que el señor Carlo y su esposa comparten la misma habitación.—Eso ya lo sé Zafir, desde que estaban en Italia, Carlo se encargo de hacérmelo saber, estoy seguro que la a obligado, ella lo odia, si hubiera querido estar con él, lo hubiera hecho desde un principio.Assim ya no consideraba a Carlo un buen aliado, ya había perdido poder, ahora lo empezaba a sentir como un estorbo.—Y dígame señor Román, ¿cuáles son sus planes?—