Narra Jade

Después de acompañar a mi padre al aeropuerto, el chófer nos trajo de nuevo a casa; tuvimos que madrugar para poder ir, pero me pude despedir de mi padre y eso es lo que me importaba, tal vez sean unos días pero me hará mucha falta, no me gusta que vaya.

Antes de que mi padre tocara ayer mi puerta Anna y yo estábamos hablando de su enamorado.

—Siempre he estado enamorada de él —me dice con nostalgia— si, es mayor que yo, pero no dejo de sentir cosas tan bonitas cada vez que lo veo.

—¿Él sabe de tus sentimientos? —le pregunté curiosa.

—Si, pero no son correspondidos por la diferencia de edad —su cara se contrajo en tristeza.

—Entiendo, pero, ¿quién es ese señor? —la curiosidad me esta matando por saber.

Ella dudo un poco en hablar y tenía la mirada fija en sus manos entrelazadas—, tengo miedo a perderte —eso me tomo desprevenida, no creo que vaya a perderm