Mathew puso sus manos sobre las del omega, porque eso era. Un puto omega con el aroma más llamativo que hubiese disfrutado su olfato. Escuchó el seguro de la puerta y su corazón comenzó a latir con más fuerza que cuando escuchó la voz de éste; pasó saliva en seco, no sabía que decir o moverse para algún sitio.
— ¿Estás nervioso, pequeño alfa? — No respondió — No pareces el tipo de alfa que se queda callado.
— No... Yo...
— Estas nervioso, puedo sentirlo — ni siquiera había alejado sus manos — ¿Por qué lo estás?
— No lo sé — dijo, sincero — No había pensado en esta parte.
— Entraste a una página de citas a ciegas, te pusiste en contacto conmigo sin conocerme y aquí estás, listo para cumplir tu fantasía sexual — alejó sus manos — Al menos que desees podemos detenernos aquí...
— ¡No! — Se aclaró la garganta, se había oído patético — Lo siento, nuca había estado en una situación como esta antes.
— Es de esperarse, pequeño alfa — tomó su brazo, y con pasos vacilantes fue guiado hacia la cama — Siéntate aquí.
— De acuerdo — tanteó la cama — ¿Alexander es tu verdadero nombre?
— Si, lo es — le quitó la sudadera al menor — Te dije mi nombre, creo que es lo justo, ¿Mathew es el tuyo?
— Si... — suspiró — ¿Has hecho esto muchas veces?
— Muy pocas, pero contigo quise jugar un poco — acarició su mejilla, y luego delineó el perfil de éste — Ya sabes... por lo de mi rostro.
— ¿Por qué no deseas que lo vea? — Dejó que lo colocara en el centro de la cama — ¿Eres tan feo? Porque lo dudo.
— No lo pondría de esa manera — sus zapatos fueron retirados — Pero no soy de esos hombres que andan diciendo más de lo que aparentan.
— Tienes una voz muy hermosa, ojalá que la de mi profesor de psicología general sea de esa manera — rió — Parece un ogro.
— No te llevas bien con él — quitó el botón de su pantalón y dejó un beso en su abdomen — Pero, sólo imagina que en poco tiempo ya no lo verás.
— No lo creo — gimoteó — Tengo que tomar una serie de materias con él otra vez, ¿Sabes que es lo peor?
— No — dijo, divertido — No sé, sino me dices.
— Que sólo es él que las da — jadeó, cuando una mano intrusa fue colocada dentro de su ropa interior — No sé porque la universidad en la que estoy sólo acepta pocos estudiantes.
— Las cosas de la vida, pequeño alfa — retiró la ropa interior de éste — Estás bien dotado.
— Gracias, supongo — murmuró — ¿Ya puedo quitarme la venda?
— No, aun no — besó su abdomen, nuevamente — Si te la quitas, ya no habrá nada que hacer y la magia se irá.
— Es que...
— Déjame cuidarte y hacerte sentir bien, pequeño alfa — besó su cuello — ¿Habías estado con de esta manera?
— No... Sólo sexo casual con algunos omegas, pero nada de... esto es incomodo de decir — se sintió caliente en todo el cuerpo — De tener sexo... es decir, que ellos me penetren.
— Vaya, si que eres un picaron — rió, besando su barbilla — Pero te haré sentir bien y te gustará... y desearás volver a repetirlo toda noche.
— ¿Seguro?
— Muy seguro.
La risa del omega se coló por todo su cuerpo, dándole leves descargas de satisfacción. Sus manos fueron a parar a sus abultados brazos, subiendo sus manos por estos hasta llegar a su cuello, jalarlo hacia su rosto y besarlo. El cuerpo desnudo del omega cayó sobre el suyo, la erección del mayor se sentía más que dura contra su pierna.
Los labios del omega se alejaron de los suyos, haciendo un camino de besos húmedos hasta llegar a su entrepierna. Llevó una de sus manos hacia sus labios, y con la otra apretó las sabanas cuando su entrepierna fue atrapada por los labios del mayor, sus caderas se alzaron sin poder evitarlo, adentrando de más su entrepierna en la cavidad bucal del otro.
— Pequeño alfa — tosió — Necesito respirar...
— Lo siento — dijo, sincero — Me sorprendió mucho lo que acabas de hacer.
— Ese era el plan.
Volvió a introducirlo, pero esta vez, manteniendo al alfa en su lugar para evitar que vuelva a dejarlo sin aire. Mathew hizo puño una de sus manos y mordió la otra, se sentía bien que toda su entrepierna fuera introducida de esa manera tan sensual, eran movimientos rápidos, tomando lo que podía.
Sus piernas fueron levantadas y su entrada fue asaltada por dos dedos intrusos que entraron de repente. Ni siquiera pudo moverse como deseaba, su cuerpo estaba bien sujeto por la mano que el omega tenía en su cadera. Su miembro fue liberado y sus piernas rodearon el cuerpo del omega de inmediato.
— Nunca creí que un alfa se dilatara tanto, como si fuese un omega en apuros — bromeó, dándole un casto beso — ¿Estás listo, pequeño alfa?
— No...
— Lamento decirte que yo si lo estoy — posicionó su miembro en la entrada del menor — Ya se cumplirá tu mayor fantasía.
— ¿Quién dijo que era mi mayor fantasía? — Se mofó — Tengo muchas...
— Así que no soy tu mayor fantasía — su voz sonó neutra — Eso que...
— Pero todas se basan con un omega como tú — terminó la oración — No te pongas celoso, omega. Tal vez las cumplas todas.
— Eso es algo que veremos — colocó una de sus manos en la boca del omega cuando entró de golpe.
Las uñas del omega se enterraron en sus hombros, sacándole sangre en el proceso. No lo había dilatado lo suficiente como para entrar de esa manera.
— Eso fue cruel y doloroso — chilló — Lo has hecho apropósito.
— Me atrapaste, pero eso sería más fácil para ambos — movió sus caderas de forma circular — Ahora disfruta, pequeño alfa.
Mathew asintió, y deseó quitarse la jodida venda de una buena vez por todas para saber quién era la persona que lo estaba jodiendo de esa manera. Por más que trataba de asimilar y saber de quién provenía la voz, no lo lograba descifrar. Sus piernas seguían alrededor del cuerpo, mordiendo la mano del omega, sacándole un gruñido que le hizo reír.
Por esa razón, el mayor incrementó las embestidas, dándole una y otra vez en el mismo lugar repetidas veces. Se había movido en un ángulo que consiguió desde la segunda estocada. Los labios debajo de él seguían abiertos, dejando salir leves gemidos que trataba de reprimir con sus manos o con sus dientes cuando los mordía.
La sangre en sus hombros seguía bajando y sabia que traería consecuencias después, pero eso era lo de menos, en lo único que podía pensar y hacer, era en el placer del pequeño alfa que estaba debajo de él.
Salió del cuerpo del alfa e hizo que éste quedase de lado, tomó una de las piernas de éste y la colocó en su antebrazo, penetrándolo nuevamente.
*****
Cuando despertó, ya no tenía la venda puesta, pero estaba desnudo y se golpeó la frente al ser tan débil. Abrazó la almohada, aspirando el olor que el omega había dejado en ella. Buscó con la mirada su teléfono, y no lo encontró en el piso por lo que supuso que estaba todavía en su pantalón. Ahora que estaba solo, la habitación se veía como si fuera hecha para algún tipo de encuentro íntimo entre dos personas o más.
Mordió su labio, había cumplido lo que tanto deseaba gracias a sus amigos y no tenía idea de cómo sentirse. Se sentó en la cama, haciendo una mueca por el dolor en su espalda baja, al menos el omega se había encargado de que semen en su trasero saliera. La última ronda había sido en el baño, algo muy satisfactorio para su cuerpo.
Se colocó la ropa, y sacó su teléfono de su bolsillo mirando que tenía llamadas perdidas de sus padres en Montenegro. Ya se sabía la tremenda reprendida que le daría Aiden.
Tomó su sudadera y salió de la habitación, no sin antes asegurarse de que no se le quedara nada... encontró un abrigo a los pies de la cama, y lo tomó de inmediato, oliéndolo y sonriendo.
Al menos se quedaría con algo del omega. Tomó un taxi, saliendo del lugar y se hundió en el asiento trasero mirando los edificios de Milán. Respondió los mensajes de sus mejores amigos, chocando su mano en su frente al sentir que había olvidado hacer sus clases.
Lo único que agradecía era que el profesor Vítale no le dejó tareas.
— ¿Por qué no respondías el teléfono? ¿Ya estás por el mal camino, pecador? ¿Estás yendo a la iglesia a purificar tu alma, hijo de satanás? — Mathew alejó el teléfono para ver si se había equivocado de numero otra vez — Es tu madre la que te habla, hijo desgraciado.
— Hola, mamá — se aclaró la garganta — Anoche salí, por primera vez y se me olvidó colocar el sonido en las llamadas...
— ¿Con quién saliste? ¿No estás descuidando tus clases, verdad?
— No, ¿Cómo crees eso? Jamás lo haría y lo sabes, es que deseaba despejarme un poco de las clases — le pasó el dinero al taxista y salió del carro — Estoy llegando al campus justo ahora.
— Vaya, así que estuvo buena la parranda y no me invitas. Qué buen hijo mayor tengo — se mofó — ¿Estuvo entretenida?
— Si... tengo que decirte algo — escuchó unos sonidos de ollas y supuso que Aiden estaba haciendo el desayuno — Prométeme que no te vas a enojar.
— ¿A quién violaste? ¿Mataste a alguien? ¿Quién es la víctima? ¿Tengo que decirle a Frederick que oculte el cuerpo? — Mathew puso los ojos en blanco entrando a su edificio — Habla de una buena vez.
— Anoche tuve sexo...
— ¿Por qué me interesaría tu vida sexual? No lo tomes a mal, pero es un tema que no debes de decirlo tan libremente.
— Con un omega...
— ¿Y? — Mathew abrió la puerta de su dormitorio y entró — No veo cual es el problema.
— Fuielpasivo — dijo, rápido.
— No entendí nada de lo que dijiste, habla más lento.
— Qué fui el pasivo, mamá.
— ¿Qué fuiste el qué? — La voz de Frederick se escuchó dentro lado y se dio cuenta de que Aiden tenía el teléfono en altavoz — Repíteme la cinta, ¿Qué fuiste qué?
— El pasivo... sólo quería experimentar cosas nuevas, no pensé que eso sería algo que te disgustara, papá.
— No me disgusta — respondió, rápido — Es que no imagino a un alfa de pasivo.
— ¿En verdad acabas de decir eso? — preguntaron Aiden y Mathew, al mismo tiempo.
— No estamos hablando de lo que hacemos cuando estamos en celo — gruñó Frederick — ¿Te gustó estar abajo?
— Si — puso su teléfono en altavoz —Estaba asustado hasta los huevos, pero eso ya es pasado.
— Eso es algo genial, ¿Fue sexo casual?
— Si, nos conocimos en una página de citas... ¿Seguro que no están enojados?
— No, sólo sigo sorprendidos.
Siguieron hablando durante minutos, hasta que Mathew se despidió. El fin de semana no salió de su dormitorio, al menos que sea para buscar comida. Tenía un humor de perros, se sentía usado por el omega, ¿Y qué esperaba? Sólo había sido una noche de sexo y nada más.
Apoyó su mejilla en una de sus manos, cuando inició su primera clase del día, ahí estaba su verdugo entrando y dando los buenos días como siempre. Lo detestaba tanto que deseaba matarlo con sus propias manos cuando se le ponía en frente con su aire de superioridad.
El asiento se encontraba molestando su trasero, por lo que cierto tiempo se movía de un lado a otro buscando mayor comodidad.
Su teléfono vibró en su bolsillo, y miró a su profesor quien estaba entretenido leyendo un libro, lo sacó por debajo de la mesa y sonrió al ver de quien se trataba.
"Pequeño alfa, ¿Cómo estás?" —Alexander.
"Estoy bien" "Creí que te habías olvidado de mí. — Mathew.
"Eso jamás" "Salí él a resolver algunas cosas con mis padres" — Alexander.
"Espero que todo esté bien" — Mathew.
Supo que algo no andaba bien al sentir la tensión en el aire. Ni siquiera tuvo tiempo de mandarle otro mensaje a su cita, cuando su profesor se puso delante de él.
— Se queda después de clases.
Capítulo 4Mathew se dejó caer por completo contra su silla, estaba en serios problemas. Ahora sí que tenía que regresar a su casa con las maletas, y sabia que cuando su padre se enterara del porque, vendría y le pegaría dos tiros al omega... aunque, pensándolo mejor, no era una idea tan mala después de todo.Comenzó a hacer garabatos en su cuaderno, en lo que los demás estudiantes salían de ahí. Saltó en su lugar cuando la puerta del aula fue azotada de forma violenta y la mirada de su profesor fue hacia él— Llevo más de diez años dando clases en ésta universidad y en ningún momento han usado sus teléfonos en mis clases — dijo, despacio — Desde que llegó a mi clase, no ha parado de retarme y ya me tiene harto.— No es que haya deseado hacerlo — murmuró — Tampoco se haga el santo conmigo, usted tampoco es que me haya tratado de la mejor manera. Siempre está diciéndome que hago todo mal.— Es porque hace todo mal, no presta atención a mi cl
Capítulo 5Mathew tenía aquellas palabras su cabeza " Búscame y encuéntrame todos los días "Te observo aunque no me veas, pequeño alfa" después de aquel sexo fogoso que tuvieron bajo las gradas el Omega lo ayudó a vestirse y antes de irse le susurró esas palabras.Aquello lo tenía atento buscando a ese Omega, pero no era nada fácil. No podía encontrar su aroma, sus amigos conocían a más de media universidad y ni así pudo encontrarlo.— Maldición... — se volteó bruscamente chocando con alguien — Mira por donde mierda caminas...El alfa se quedó callado ahí mismo al ver con la persona que chocó. Su día acababa de empezar de una manera poco agradable, era lo último que necesitaba, ver a ese ser humano delante de él.— Por lo visto, su vocabulario es igual de vulgar que usted — le dio una mirada lasciva, pero la cambió rápidamente — Debe de decirle a sus padres que le enseñe buenos modales.Mathew en ese momento no midió su fuerza y esta
Capítulo 6Se jodió, se perdió, se fue, se marchó, lo abandonó y... todo lo anterior que podía estar relacionado con las cosas de la dignidad para poder quitarlo o empujarlo lejos de él, pero fracasó rotundamente. Dejó que éste lo besara durante unos minutos más, que fueron placenteros.Se concentró en el olor del omega, y dejó salir un suspiro lleno de decepción al no percibir el olor de su omega misterioso en él. Tenía tantas esperanzas en que su sentido de lobuno lo ayudara, pero se equivocó rotundamente.— Así que soy una decepción para usted —se alejó unos centímetros — Eso acaba de herir mis sentimientos.— No, no es eso — respondió, rápido — Es que... no es nada relacionado con usted.— ¿Entonces porque se alejó? — Ladeó la cabeza — No me diga que es...— Es algo que no pienso decirle por nada en el mundo — masculló.— ¿No cree que merezco saber porque no lleno sus expectativas? — levantó una ceja.— ¿No cree que
Capítulo 7— ¡Gracias, Dios! ¡Gracias, Satanás! ¡Gracias, a todos los ángeles del cielo y a los demonios del infierno por escuchar mis plegarias! — Mathew tiró todos sus libros al aire — ¡Ya no veré a ese omega miserable!— Contrólate — Luka golpeó su hombro — Todavía puede ponerte una nota redonda por esa estupidez que acabas de decir.— No me importa lo que diga ese vejestorio — golpeó la mesa — Lo veré dentro de un mes... en conducta animal — se rió — Pero no me importa, sólo sé que no lo veré más.— Señor Hilton — llamó el profesor Vítale — No juegue con mi paciencia en sus últimos segundos aquí.— Usted juega con la mía y no me ando quejando — le guiñó un ojo — ¡¿Es qué no entiende que no lo veré jamás?! — Lo agarró por el cuello de la camisa — ¡Esto es lo más hermoso que me ha pasado desde que estoy tomando clases con usted!— ¿Y el beso que nos dimos hace unas semanas no cuenta? — Mathew se alejó lentamente del profesor, con s
Capítulo 8Un mes completo había pasado volando, Mathew no respondió a ninguna de las llamadas del omega, y se había mudado a otro lugar. Cada día que pasaba se sentía más exhausto que las veces anteriores, subió de peso y esa era algo notorio en él.Fue al hospital para hacerse unos estudios con respecto a eso, y le dijeron que debía de dejar de consumir alcohol y preocuparse por su salud.Entró a la página para ver si Alexander le había dejado algún mensaje, pero ni siquiera encontró el perfil de éste. Miró la hora en su teléfono, dándose cuenta de que ya iba a llegar tarde en su primer día de clases con su profesor favorito en el mundo mundial. Que se note el sarcasmo.— El día de hoy está más hermoso, profesor Vítale — Mathew colocó sus manos sobre el escritorio — Otro cuatrimestre más y no veré su estúpido rostro en todo mi vida.— Las cosas que dice son tan hermosas que me llenan de vida — ladeo la cabeza — ¿Ya sabe usted que hará des
Capítulo 9El alfa lo miró boquiabierto, se quedó en shock al escucharlo decir esas palabras que no tenían sentido. No dejó de mirar a Vítale mientras lo llevaba hacia el escritorio.— ¿No vas a decir nada? — hizo que se inclinara sobre su abdomen.— ¿Me dolerá? — dejó que Vítale le bajara los pantalones, dejando su trasero al aire.— Sólo un poco — colocó una de sus manos sobre las nalgas de éste, y luego la dejó caer de manera repentina — ¿Por qué no estás gritando? ¿Esto te excita?— ¿No? — apretó los puños en el instante que otra nalgada cayó sobre su trasero.— ¿Entonces porque no estás corriendo? ¿Quieres que pare? — le dio otras dos y éste negó con la cabeza — ¿Quien iba a decir que el alfa hablador serian tan masoquista?— Estoy a punto de largarme lejos de éste lugar si usted sigue hablando — sus manos fueron sujetadas, y luego amarradas detrás de su espalda con una corbata — ¿Qué se supone que está haciendo?—
Capítulo 10— Deseo morirme — fue lo primero que salió de los labios de Mathew cuando se llevó un pedazo de pastel a la boca — Pero comiendo.— Cada día estás más gordo, te lo digo desde el fondo de mi alma y corazón — dijo Archie, mirándolo asqueado — ¿Hace cuanto no vas al gimnasio?— Desde que descubrí que la comida es el éxtasi que necesitaba para seguir viviendo como hasta ahora.— Esa sí que no me la esperaba — dijo Luka, mirándolo del mismo modo — Apenas han pasado dos meses desde que inició el semestre y ya estas de esta manera, ¿Seguro de que no estás embarazado?— Que no, el doctor me dijo que el estrés produce ese tipo de cosas — rodó los ojos — Además, la persona con la que me veo siempre dice que me veo bonito y eso es algo que cuenta para mí.— Tu inteligencia sobrepasa mis limites — Luka se llevó dos dedos al puente de la nariz — ¿Qué ha pasado con Alexander?— Terminamos, ya se los dije — se dio la vuelta en la
Capítulo 11— ¿Por qué lo hiciste? — Ambos estaban mirándose — ¿Qué ganaste con tener sexo conmigo?— No es lo que...— No me digas que no es lo que creo, porque esa ni tú te la crees — lo cortó — ¿Querías tener a quien desearas a tus pies? ¿Querías tener al estúpido alfa de tu salón que te hacia enojar a tu merced? Pues lo tuviste.— Déjame explicarte... — comenzó a decir — Todo tiene una explicación...— ¿Cuál me darás? — Apretó las sabanas que estaban sobre él — Eres un miserable que jugó conmigo.— Todo tiene una explicación...— ¡¿Cuál explicación me dejarás!? — lo empujó — ¡¿Qué deseabas tenerme debajo de ti para hacerte el omega superior?!— Cálmate, estás anestesiado aun...— No lo estoy... estoy lo suficientemente bien para darte un golpe en la cara...— Contrólate, estás en un hospital, en donde hay muchas personas también — lo agarró del brazo, para mantenerlo quieto.— Aun no respondes l