El avión que llevaba destino a Gran Bretaña aterrizó sin ningún problema. Caleb como todo un caballero estuvo atento a cada una de las necesidades que la mujer lleva a su lado. Durante todo el viaje la mujer durmió recostada en su hombro cosa que a él le encantó pues sentía que cada vez ella estaba más cerca emocionalmente a él, eso le daría la oportunidad de poder ganarse su corazón y así lograr el objetivo de salvar la fuente del agua milagrosa y también la razón de existencia de la manada Red Moon.
—Laura despierta— la llamó con cierta dulzura en su voz.
La mujer adormilada al lado de él abrió los ojos y se lo quedó mirando y sonrió.
—Hola, amor mío — dijo ella de manera romántica.
Estas palabras a Caleb lo impresionaron pues Laura nunca lo había llamado amor mío,
Laura camina por los salones de la gran casa del brujo observando cada una de sus habitaciones y viendo que es una casa bastante bonita y acogedora. Los ojos de la joven miran extasiados cada una de las pinturas que realzan la belleza de aquel lugar, su mano lentamente va y toca una de las imágenes y se da cuenta que solamente son maderas viejas y resquebrajadas, porque cada una de ellas están envuelta en magia que muestran un lugar bello y apacible.— ¡Todo esto es magia! —dijo la joven al descubrir aquello— sus ojos siguieron y miraron hacia la puerta de la salida de aquella casa y aunque su corazón quería salir por ella su voluntad estaba subyugada a no dejar aquel lugar.Dejó escapar un profundo resuello al ver que aún se sentía maniatada por la magia de aquel perverso hombre.— ¡Estoy cansada de estar aquí! — dijo Adele que se acercó a la joven mir&aacut
Jacob llegó pasaba a las cuatro de la tarde y en su pensamiento traía una idea fija, hacer otro encantamiento durante la relación sexual para condenar la vida de Laura a la suya. Con el hechizo de la voluntad sometida y sometimiento sexual Laura quedaría sin derecho a decidir o elegir. Sólo dejaría pasar algo de tiempo para casarse y poder terminar aquel plan frívolo y oscuro que su aquelarre y él querían. Con paso firme entró a la habitación donde se encontraba la joven sentada mirando hacia una ventana que daba hacia un hermoso balcón. Sus ojos cayeron ante aquella sumisión de la joven. Ella siempre debía esperar las órdenes impuestas por él para poder realizar alguna función. —Hola cariño — dijo con voz cantarina y llena de prepotencia— ¿Me extrañaste? La joven simplemente giró su rostro y lo miró. El encantamiento que tenía no le permitía decir lo que ella pensaba en voz alta. —Dime que me extrañaste— dijo él en un tono autoritario. <
Luara camina por unos de los jardines de la gran mansión del hombre lobo. Sus ojos recorren las diversas riquezas que este y su manada poseen. Exhala un largo suspiro de felicidad. —Si todo sale bien, yo seré la dueña de todo este lugar— murmuró extasiada por lo que venias sus azules ojos. Ella de reojo vio que venía su hombre lobo y se preparó de forma mental para enamorarlo. —Hola, Laura— dijo él con voz tranquila— estas muy hermosa esta mañana. Ella miró y sonriendo lo besó en los labios. El hombre lobo se tensó ante la caricia que le repugnaba. —Gracias, amor mío— dijo la mujer y entrelazó los brazos— hoy amanecí con mucha hambre— ronroneo la mujer, quería que él la deseara y hacía todo lo posible por despertar el libido del hombre. Él tomó la oportunidad para soltarse del agarre que le fastidia y adelantó unos pocos pasos. —Voy a terminar unos papeles y te alcanzo al comedor— le sonrió— sabes que eres la reina del
Misael después de haber terminado de desayunar y haber preciado la conversación estaba seguro de que entre el alfa viejo y la intrusa había algo oculto. Caminó rascándose la cabeza, era un tema delicado que debía tocar con su jefe, solo esperaba que este supiera sobrellevarlo, dado que en los últimos días para Caleb le sobrepasaba sus límites.Ingresó a la oficina de su alfa y vio la bandeja de alimentos sobre su escritorio. Sonrió ante la actitud que tenía el líder de aquella Manada.— ¿Otra vez desayunando solo? — le preguntó Misael a su alfa – te extrañamos en la mesa.Los ojos del alfa se levantaron de los documentos que estaba leyendo y lo miró con cierto rencor.— ¡Bien sabes que esa mujer me está enloqueciendo! —dijo con voz cortante— detesto su presencia, su olor y hasta el ti
Adele está caminando por uno de los jardines de la casa del brujo. Desde la noche que estuvo en la cama con él, se siente más atraída y con un deseo incontenible por estar nuevamente con él. En las noches no duerme solo pensando en estar otra vez entre sus brazos.Despierta sudorosa al tener aquellos sueños lujuriosos que la agitan con anhelo y deseo incontrolables y una fiebre en todo su cuerpo que necesita ser saciada solo por Jacob. Todos sus pensamientos y deseos giran en torno a él.Por la falta de sueño se levantó muy temprano y esa mañana decidió salir a caminar para despejar sus pensamientos y esa ansiedad que la embarga.— ¿Qué te pasa? — pregunta Laura que ha notado los cambios de su amiga. Cada vez que ella la ve rehúye y ha podido sentir una mirada de odio— ¿Has estado enferma?Adele solamente se queda mirando el gran vall
Alexter no entiende por qué los sentimientos de Laura están tan firmes cuando debió haberse roto el vínculo desde el momento en que Luara se acostó con el mate de la joven. Por eso después de despedirse de Laura y sin perder tiempo llega hasta los alrededores de las tierras de los hombres lobos. Lo hace de manera cautelosa, pero le cuesta poder hacer contacto con la mujer en cuestión. La vigilancia está muy cerrada y hay muchos deltas alrededor de la casa, algo que es extraño. La fuerza delta es el grupo más sobresaliente de guerreros y de respaldo al alfa, son letales e inmune al encantamiento y a la magia, y es lo que hace difícil la invasión a sus tierras. Los hombres de la manada Red Moon son guerreros y guardianes exclusivos de la diosa Luna y por eso siempre están en alerta y su vigilancia es muy cerrada y de difícil penetración y menos cuando los deltas están presentes de manera constante. La mejor forma era con el encantamiento como el que le
Alysa posó sus ojos en la mujer humana que estaba delante de ella y con cierta lentitud sonrió. Escucho solo una parte de la conversación, pero lo que alcanzó a oír le corroboró que ella no era la mate del alfa y próximo rey de los hombres lobos. Ella usurpa el puesto que anhelaba tener. —Vaya Laura parece que no le caes bien al alfa padre – dijo con burla en la voz, pero los ojos de la mujer brillaban contenciosos. Luara se giró y se dedicó a tomar unas flores y a realizar un encantamiento, sin saber que eso no serviría en aquel lugar. —Oblivisci— dijo Luara y lanzó las hojas. Un encantamiento de olvido. Alysa la miró y comprendió. La mujer estaba haciendo magia. — ¡Maldita zorra! —le grito— ¡Solo eres una bruja! Luara se puso pálida al comprender que la magia no servía en ese lugar. — ¿De qué estás hablando? — dijo Luara para tratar de remediar su fatal error— yo no sé qué dices. Alysa solo sonrió, pero esa sonrisa er
A medida que han pasado los días Laura siente que el hechizo ha perdido poco a poco su poder. O tal vez su ingenuidad le hace creer eso porque se puede mover con libertad por diferentes lugares de aquella hechizada casa.Ella sabe que no puede confiar en nadie que esté en ese lugar y mucho menos ahora en su amiga Adele que se ha transformado y ahora se muestra como su enemiga. Desde la noche que pasó con Jacob ambos actúan de manera diferente hacia ella. Es como si ambos la odiaran por diferentes motivos.Adele porque siempre está sospechando y la celosa por su cercanía con Jacob. Y él por no soportar su presencia.Esto en cierta forma le ha dado a ella un poco de paz porque ya al menos no tiene a Jacob de encima todo el tiempo para forzarla a ser su mujer, sin embargo, no ha podido encontrar una ruta de escape para ella y su mamá.La joven está delante del espejo peinando su cab