que piensan de la situación de Luciana ? Que es lo que sabe Mauricio ?
“¿Cómo puede descontrolarme esa m*****a mujer?” se preguntaba Erick lleno de rabia, ante lo que acababa de vivir.Pero en medio de su neblina de cólera su teléfono sorpresivamente comenzó a vibrar, en la pantalla estaba un nombre claro, a esta hora debía ser importante si él estaba dispuesto a interrumpirle tan tarde.— Carlos ¿Qué sucede?— Preguntó con una voz tajante, sabía perfectamente que él no tenía la culpa de su rabia, pero…“¿A quién más debería responsabilizar?” pensó el moreno lleno de preguntas.— Señor — dijo Carlos ignorando la hostilidad en las palabras de su jefe— He intentado comunicarme con usted todo el día.— Ve al grano Carlos— Erick no tenía tiempo para este tipo de cosas.Se escuchó un silencio sepulcral del otro lado de la línea pero después de eso, la información corrió como agua en el rio.— El rostro de Omar es tendencia nacional, y no precisamente por algo bueno.— Explícate— Erick había estado en medio de juntas, reuniones y corajes… muchos corajes por esa
— Ahora que ya estamos en la privacidad de nuestra habitación— Mauricio le tomó de la mano delicadamente— Dime… ¿qué está sucediendo realmente?Luciana está nerviosa, y hasta cierto punto ansiosa, son demasiadas cosas las que habían sucedido hoy, pero lastimosamente el día aún no había terminado.— ¿Sucediendo? Nada solo estoy cansada por mi primer día de trabajo.— Esperaba no haber recibido algún tipo de visita y que supiera que ella se había ido desde temprano.— Dime la verdad Miranda.Luciana sonríe ante la seriedad de Mauricio.— ¿Qué es lo que quieres realmente?Ella no había querido sonar tan brusca pero no había podido evitarlo, todos querían algo de ella, sacar alguna ventaja de ella, y él era igual.El se quedó sorprendido por su actitud.— ¿De qué hablas?— El se puso a la defensiva también, aunque no quería que ella lo notara tan repentinamente.— Hablo…— Finalmente podría ser sincera mínimo en un aspecto — de tus planes, que ya hable con tu madre… que ya sé perfecto tus
Luciana no había recibido una sola palabra de parte de Erick en todo el camino a la oficina, era inquietante, normalmente era el quien iniciaba las conversaciones, y el quien hacia sus intentos de acercamiento pero ahora solo era un bulto, un cero a la izquierda.“Idiota” Pensaba ella en el ascensor” Deberías estar tranquila porque él te ignore, eso de que hay desaires que se agradecen no puede ser más que para un momento como éste”— Así que finalmente duermen juntos…— Dijo con un deje de rabia, había pensado no dirigirle la palabra pero no había podido contener por más tiempo eso que sentía que lo ahogaba.En la mañana al llegar por ella había escuchado a muchachas del servicio emocionadas porque finalmente los “señores” iban a estar juntos, que había muchas cosas que pasar de ella a la habitación de su marido.“Maldito, ella estaba muy bien en su habitación, sin el” Pensaba Erick.Las puertas al abrir fueron las que regresaron a ambos al presente, Luciana finalmente sabía por qué e
En una oficina absolutamente imponente y lujosa en la cima de un edificio, se encontraba una mujer decidida e igual de imponente al teléfono.—Dime ¿qué está sucediendo?— su voz era cauta pero al mismo tiempo dejaba claro que con ella no funcionaban las disculpas.—Señora ha habido acercamientos entre Mauricio y Luciana —respondió Rosa tranquilamente, lo que tenía para decir era justo lo que su jefa estaba esperando— Victoria se ha reunido en algunas ocasiones con su hija, dejando claro que poco a poco ingresará a la familia en asuntos delicados, justo como lo que estaba esperando.— Perfecto ¿qué más?— Luisa estaba perdiendo la paciencia, quería saberlo todo de un instante, tenía poco tiempo y mucho por hacer.—Luciana ahora es asistente personal de Erick Contreras, en la imponente oficina de la presidencia.— Magnífico entonces ya tenemos pase directo con el VIP— Luisa en este momento se cuestionó ¿cómo Luciana había podido ganarse a todos en esa casa?— Y por último— Rosa había de
Después de esa reacción tan visceral que había dejado a ambas en medio del asombro y miedo, tanto Alexandra como Luciana se quedaron en silencio, esperando a ver quien estaba dispuesta a romperlo.— Espero que estés contenta, esto— Dijo Alexandra apuntando a ese hermoso aunque poco discreto arreglo de flores — Es solo una prueba que no tomas éste trabajo con la seriedad y profesionalismo necesarios.— Eso no es algo que te incumba.Alexandra se enfureció automáticamente.— ¡ Claro que sí! — Le gritó acercándose a ella en un intento por intimidarla, cualquiera que viera a esa pequeña mujer pensaría que era una joven desubicada— Mírate solo tienes unos días aquí y ya crees que puedes hacer lo que desees, sales cuando quieres, te mueves en el edificio como si fuera tuyo, no olvides que aquí solo eres una recién llegada.Alexandra había comenzado a empujar de manera fuerte a Luciana provocando que ella diera un paso hacia atrás para mantener el equilibrio, pero lo supo, supo por qué tanta
Una noche helada, años atrás, en medio de una calle, Omar estaba tratando de encontrar el motivo de ese sentimiento de desesperación que no abandonaba su pecho desde unas horas antes, después de pensarlo varias veces creyó que abrazar a su amada Perla le ayudaría a sacar esa sensación de su cuerpo.Pero nada en el mundo lo había preparado para lo que estaba a punto de encontrar, en la puerta de entrada a la casa de su exesposa, madre de su hija, se encontraba su pequeña niña que solo contaba con seis años de edad.La mujer que había amado durante mucho tiempo, hoy se volvía una completa desconocida para él.El clima estaba muy frio, que provocaba que un adulto como Omar tratara de calentar sus manos con su aliento.En cambio su pequeña estaba gritando desesperadamente y golpeando la puerta sin parar.— ¡Mamá! ¡Mamá! — Grita la pequeña con el rostro lleno de lágrimas— Perdóname, lo siento, ya no me terminaré la leche, pero déjame entrar, ¡mamá tengo frio!Perla brincaba de una pierna
Llegada la noche en un restaurante, donde se puede ver con claridad el horizonte, con el contraste de su oscura profundidad.Luciana se encuentra perdida entre los movimientos impresionantes de las olas del mar, así como la cautivaba esa rabia con la que se estrellaban en contra de las rocas en la orilla, ¿Seria ella una ola? Se preguntaba.A pesar de su inmenso recorrido, ellas pierden la forma y esencia ante su primer conflicto, aunque ella por el momento se sentía sobrepasada.— ¿Miranda?...— La sutil voz de Mauricio la hizo regresar al presente.Después de salir de su horario había ido por ella para sorprenderla con una cena en uno de los más exquisitos y exclusivos restaurantes de la ciudad, ella misma se había sorprendido ya que para poder entrar es necesario hacer cita varios meses antes y Mauricio sólo había tenido que hacer una corta llamada.— Dime... perdón…— Se disculpó ella.Mauricio sonríe de manera sutil.— Te pregunto si te gustaron las flores.— Sí muchas gracias, esta
En una casa a las afueras de la ciudad, la cual podría pasar por un pequeño rancho, donde se veían caballerizas, pequeños grupos de ganado y varios perros corriendo en el amplio campo del lugar, llegaba un auto de lujo a mayor velocidad a la que debería ir en un camino de terracería.El polvo que desprendía ese monstruo de metal desesperado por donde pasara formando una nube de tierra, cubriendo por completo la carrocería del auto.Un derrape prolongado indicaba que había llegado a donde el chofer deseaba, y al abrir la puerta, una Victoria fuerte y desalmada bajó del auto, con el rostro decidido a ir a una batalla de ser necesario.Aunque curiosamente al momento de identificar al hombre que estaba en el porche de la entrada de la pequeña casa con tejado sencillo, su rostro y absolutamente toda su postura se transformó en la de una mujer indefensa y amorosa, como la de un ama de casa enamorada al ver a su esposo después de mucho tiempo.Victoria corrió con los brazos extendidos para