Capítulo 19.–¿Qué?–exclamó ella incrédula ante lo qué su jefe le estaba proponiendo.–Es la única solución, no podemos pasar la noche en el coche – le dijo.– ¿Y si caminamos?, tal vez más adelante podamos encontrar cobertura y pedirle a alguien que venga a buscarnos – sugirió.–Olvídalo, no voy a exponerte a ningún riesgo, así que haremos lo que dije y es mi última palabra – sentenció.Cat sintió como los nervios la invadían, pasar la noche en un motel con Zack no era una buena idea aún cuando tuvieran habitaciones separadas. El empujó el coche por un largo trecho, y ella se ponía cada vez más nerviosa. Llegaron al austero lugar y nada más entrar a recepción, la chica del mostrador devoraba a Zack con la mirada lo cual no paso desapercibido para Catherine, que por supuesto ya estaba acostumbrada a qué las mujeres reaccionaran de aquella forma cuando tenían frente a ellas al guapo millonario. Pero aún así le afectaba de sobremanera, y cada vez le resultaba más difícil ver la forma en
Capítulo 20.–Lo, lo siento, no sabía qué estaba aquí – balbuceó completamente ruborizada al ver el cuerpo desnudo de Zack.Estaba apunto de marcharse, pero él no se lo permitió, y la tomó por la cintura apoderándose de sus labios con frenesí. Cat se quedó sin palabras, le resultaba imposible pensar cuando Zack la besaba. Ella pasó sus manos por el cuello de su jefe, dejándose llevar por todo ese mar de sensaciones que la embargaban y a los cuales ya no podía resistirse. Su mente le decía que se detuviera, pero su cuerpo no quería obedecer, por el contrario, necesitaba con desesperación sentir sus caricias, y disfrutar del néctar de sus labios. El deslizó sus manos por debajo de su ropa extasiado por la suavidad de su tersa piel.–Me vuelves loco, te deseo tanto– musitó.Zack no era capaz de pensar, en ese momento solo podía dejarse llevar por el sublime deseo que le nublaba la razón. Ese dulce aroma que se desprendía del cabello de la chica, trajo a su mente el recuerdo de la herm
Capítulo 21.– Mamá, yo – menciona con dificultad tocándose la cara intentando calmar el dolor por el golpe que Amanda le había dado.– No tienes vergüenza, ni siquiera sabes qué decir, ese lugar te ha convertido en una cualquiera que pasa las noches fuera de su casa – espetó la mujer llena de rabia.La joven ya no podía más, el reclamo completamente injustificado por parte de su mamá fue la gota que derramó el vaso, así que intento salir corriendo hacia su habitación para no derrumbarse allí mismo, sin embargo no alcanzó a llegar a la puerta cuando su madre la jaló del cabello obligándole a mirarla.– A mí no me dejas hablando sola, estúpida, soy tu madre y me debes respeto, y aunque tú pagues los gastos de esta casa no vas a hacer lo que se te dé la gana – gruñó encolerizada.– Eres injusta, madre, si pasé la noche fuera de casa fue porque el coche del señor Anderson se descompuso, estábamos en un club fuera de la ciudad y no había cobertura, por eso no pude llamarte – explica con l
Capítulo 22.– ¿Qué le está haciendo a mi hija? – chilló Amanda al llegar a la casa acompañada de Marcus.El príncipe escuchó el grito de la mujer, así que se apresuró hacia la habitación y enfureció al ver que Zack estaba junto a Catherine en una situación comprometedora. Pero tenía que conservar la imagen de niño bueno sino quería que sus planes con la joven se fueran a la basura.– ¿Qué está sucediendo Sr Anderson? – pregunta tratando de mantener la calma.Odiaba tener que darle explicaciones al engreído de Marcus, pero como la madre de Cat estaba presente no le quedó más alternativa que hacerlo.–Tiene mucha fiebre– dice al tiempo que cubre las piernas de Catherine al percatarse de las miradas del sujeto.– Ohh no, ¿pero usted cómo lo supo?, ¿acaso ella lo llamó? – cuestiona él.–Me resultó extraño que no fuera a la oficina y que tampoco me hubiera llamado, así que me preocupé y vine a buscarla, la puerta estaba abierta y decidí entrar pensando que algo malo pudiese haber pasado,
Capítulo 23.Catherine se sentía en él cielo y ni siquiera los malestares le importaban, sólo podía experimentar la más sublime sensación al tener a Zack junto a ella. No quería pensar, solo vivir el glorioso momento.– ¿Estás bien?, ¿Te sientes mejor? – Le pregunta con la respiración entrecortada y sin querer apartarse de ella.–S, si– balbuceo Cat.– Estuve muy preocupado por ti, como no llegaste a la oficina vine a buscarte y te encontré en la cama con mucha fiebre – relató.Catherine recordó la manera en la que estaba vestida, con aquel ligero camisón y no pudo evitar ruborizarse, pues con toda seguridad su jefe la había visto en ese estado tan inconveniente.– No sé qué pasó, estaba bien y de repente empecé a sentir molestias – le dijo.Zack recordó cómo la otra noche ella había salido al jardín y seguramente eso le provocó el resfriado. Tocó su rostro y se dio cuenta que la fiebre había desaparecido, se veía con mejor semblante y eso lo hizo sentir mas tranquilo.–El doctor dijo
Capítulo 24.–Me va a descubrir– dijo la joven en un hilo de voz.Cat estaba tan nerviosa que no podía pensar, sería catastrófico que Zack se diera cuenta de todo, sabía qué las cosas por las que había luchado tanto quedarían reducidas a cenizas, no podría realizarse profesionalmente porque seguramente él le cerraría todas las puertas al sentirse engañado, y aún cuando no había nada entre ellos, al CEO no le gustaba que le tomaran el pelo.– Amiga, tendrás que ser fuerte y levantarte de esa cama, él no puede entrar a esta habitación – susurró Maryorie.– Vamos, Cat, tú puedes hacerlo – la animó Tom.Ella se levantó y se arregló un poco con ayuda de Maryorie, Amanda por fortuna lo había entretenido un poco y pudieron aprovechar, en algunos minutos ya estaba lista y abrió con cuidado la puerta mientras que sus amigos se quedaban dentro para no ser descubiertos.– señor Anderson – saludó Catherine.–¿Pero qué haces levantada?, el doctor te dijo claramente que tenías que permanecer en la
Capítulo 25.Al escuchar los golpes en la puerta, fue imposible no ponerse en alerta, pero Marcus recordó que había solicitado una cena especial acompañada de la botella del vino más caro.– Tranquila, debe ser el servicio a cuarto que solicité – aclaró el príncipe.Ella se quedó en la habitación y Marcus salió a la sala de la gran suite y cuando abrió la puerta se quedó de piedra al ver de quién se trataba.– ¿Cómo le va señor Branch?, siento haber venido sin avisar, pero hay una cuestión que es necesario tratar con usted – dijo Zack con cierto sarcasmo.El príncipe trató de contener el coraje que sintió en ese momento, pues su rival estaba echándole a perder la posibilidad de pasar un buen rato con esa modelo que lo había cautivado, no obstante, no podía arriesgarse a que lo descubriera, ya que eso significaría que Cat terminaría por enterarse. Era lógico que a Zack ella no le era indiferente, y seguramente iría corriendo a decírselo.– ¿Y tiene que ser ahora? – preguntó con asperez
Capítulo 26.Los sujetos comenzaron a golpearlo sin piedad, pero Zack no era ningún inútil, por el contrario gozaba de una condición física envidiable y por si fuera poco de conocimientos de defensa personal. Así que comenzó a repartir golpes adiestra y siniestra.–Les hice una pregunta infelices– les gritaba mientras arremetía contra ellos.– Esto es un aviso para que no te metas donde no te llaman – contestó uno de ellos.Zack sintió la furia arder en su interior, al escuchar la forma tan miserable en la que se dirigían a él, lo cual por nada del mundo permitiría.– Yo me meto donde se me da la gana, y espero que vayan y le digan a su jefe sea quien sea, que si es tan hombre venga y me enfrente personalmente – aseveró Zack.Intentaron neutralizarlo, pero les fue imposible, la destreza y habilidades del CEO iba más allá de todo lo que ellos hubieran podido imaginar. Por fortuna, él había alcanzado a enviar un mensaje a su equipo de seguridad, los cuales llegaron en algunos minutos gr